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Alh...

Ya habían pasado cuatro meses desde que habíamos llegado a Francia.

No puedo decir que todo estába superado, porque en realidad era todo lo contrario.

De ves en cuando escuchaba , pequeños sollozos en su habitación, aunque ella seguía diciendo que todo estaba bien. Obviamente no le creía.

Separarse de todo lo que conoce no fue nada fácil. Aunque no era la primera ves que lo hacía. Pero esta ves no volvería.

Eso estaba claro para ella, no quería volver. Y pues yo, no la iba a dejar sola, aunque quisiera.

Entre clases, trabajo y la casa, los tiempo que teníamos libre, para descansar o hacer cuelquier otra cosa, eran pocos.

Habíamos estado trabajando en la empresa de la familia, primero porque no queríamos usar tanto el dinero de su padre y segundo para poder usarlo a nuestro antojo. Y si, a pesar de ser extremadamente ricos, ella nunca quiso abusar de ciertas cosas. Por eso decidió trabajar.

'Bueno, decidimos'

Eso nos ayudaba a los dos, para poner en práctica lo que nos enseñaban en clases.

Éramos casi como una pareja, llegábamos y nos íbamos juntos, en las horas libre estudiabamos en la biblioteca juntos. Casi siempre hacíamos las cosas juntos.

'Que lindo si fuera verdad'

Lo de ser pareja claro.

Hasta que ella conoció a chico, bastante simpático la verdad.

Empezaron a salir, hace dos meses y medio, y nunca lo había traído a casa, yo la verdad si lo quería conocer, solo por curiosidad.

'Si, solo por curiosidad'

Pues si, solo era eso, naaaaaadaaaaa maaaaaas.

- Vas a salir?- pregunté al verla en la puerta buscando sus llaves.

- Si, ya te lo había dicho.

Cierto, ya me lo había dicho, pero con estos putos informes, que tenía que hacer de la universidad, se me había olvidado.

- Cierto- le dije, eso me dió tiempo para poder observar lo que llevaba puesto.

Usaba un vestido azul ajustado de tirantes, a mitad de pierna.

'¿Cómo podía lucir tan perfecta, con solo usar eso?'

Aunque el vestido, era bastante censillo.

Ella salió y me quedé pensando en muchas cosas.

'¿O a lamentarte de no ser tu con quién ella esté saliendo?'

Oohh, cállate, no ayudas.

Hice un leve moviendo con la cabeza y me dedique en lo que estaba.

Al cabo de unas horas, mi móvil suena, lo busco y reviso que es una llamada de ...

Alhann?

Y ahora que quiere?

Lo cojo y contesto sin más.

- Bueno?- digo al atender la llamada.

- Hola, cómo estás?- habla al otro lado de la línea.

- Hola?- digo confuso, era de las pocas veces que el, me saludaba así - Estoy bien gracias por preguntar ¿Y tú cómo has estado?- pregunto de la misma forma.

- Eh... Bueno... - un pequeño silencio se hizo presente - ¿Está Nena?

Ya sabía yo, que era por ella que llamaba.

Siempre Fuistes Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora