Lo admitiría, pero solo para sus adentros, el sentimiento de angustia también estaba presente en él. Lo sentía en la nuca, como si de un roedor siendo atrapado por el lobo se tratase.
Y se maldecía, se maldecía costantemente porque se preocupaba, le iniciaba a preocupar, y mientras más se quería cubrir con la mentira la verdad lo golpeaba duro de nuevo, y de nuevo, y de nuevo, como un balde de agua helada, que le erizaba la piel por cada pequeña gota que descendía de esta.
Se maldecía porque sabía muy bien que esto ya no era toda culpa de ese lazo que los dos compartían, no, era su culpa, pero se reusaba a creer que esos sentimientos de verdad empezaban a formarse en su interior, se negaba.
El paso de los días fue rápido, aunque aburrido, a excepción de esas pequeñas partes del día donde iba a su oficina y la mayoría de las veces terminaban asfixiados por el placer que unos simples besos otorgaban, mientras otras solo se quedaban en un silencio relajante para los dos, mientras que Slenderman escribía lo que sea que tenía que terminar en esos extraños documentos y él se recostaba en su hombro, aprovechando de la paz para descansar a su lado, y es que de hecho esas pesadillas empezaban a ser menos frecuentes cuando se dormía sobre él, y agradecía enormemente eso porque en verdad sentía que empezaría a volverse loco si estas no disminuían.
Así como la luz del día se hacía presente esa madrugada también el recuerdo de aquella pequeña charla que habían tenido el día anterior empezaba a cobrar sentido en su adormilada cabeza, procesando la información de manera lenta, pero calmada.
Suspiró de manera pesada, mientras se resignaba a aceptar el tener que levantarse, porque su cuerpo le estaba advirtiendo de ciertas urgencias con las cuales debía de lidiar.
Hoy sería su primer día.
Por lo menos esperaba que hoy fuese un día calmado, ya que hoy era de los pocos días del mes donde daría su alma por poder recostarse aunque sea 4 horas y dormir propriamente, pero esas extrañas pesadillas, que déjenme decirles, se estaban volviendo siempre más y más realistas y por ende aterradoras eran interminables, y también la causa de su sufrimiento, cada vez que cerraba ojo sentía de nuevo ese dolor de los mil demonios profanando 'sus' ojos, lo que daba paso a una intensa vibración de su espina dorsal y su respiración irregular.
Dejó de divagar sobre eso, o paraba ahora o no terminaba nunca.
Con una exhausta mirada se miró por última vez al espejo, las marcas seguían sin desaparecer, aunque por lo menos ya estaban mucho mejor que antes. Envolvió ese suave y blanco pedazo de tela alrededor de su cuello, estando seguro de cubrir cualquier trazo de lo que había dejado Slenderman.
.
.
.
Yyyy, como siempre no hay nada en esta nevera–gruñí enfadado, estando a escasos impulsos de patear, herir u matar cualquier cosa o persona que entrara en esa vasta sala. Bufé en enfado cuando solo ví esa lata de atún y esas cuántas rebanadas de pan, bueno, supongo que me conformaría con lo que tenía.
Literalmente lo único que hice fue abrir la lata de atún, quitar el aceite que esta contenía y arrojar el atún a una de las dos rebanadas de pan que habían en la mesa. Oyendo como alguien entraba por la puerta, a la par que volteaba, le dí un mordisco a mi 'sándwich' y observaba la esbelta figura ir hacia mí, sin realmente intenciones de lastimarme o intimidar, lo notaba por su lenguaje físico, y lo único que pude pensar en ese momento fue
'bingo.'
Y así empezó a hablarme–esa era la última?–me preguntó la ojiverde, señalando la lata al lado mío recién abierta.
Sí nena, te tendrás que conformar con otra cosa–le dije en modo juguetón, pero sin reales intenciones de nada, solo bromeando
No me llames nena, me llamo clockwork–me respondió seca, y yo no le dí ni la menor importancia, de todos modos lo había dicho solo para bromear.
No te había visto en mucho tiempo, ¿Casi todos los de esta casa están encerrados en sus cuartos a todas horas o es que todos andan afuera a hacer quien sabe qué?–le pregunté, necesitaba más información, y sobretodo entablar una conversación con ella.
La mayoría están siempre afuera, ya sea por misiones o por qué no les agrada la gente, prefieren estar solo o ocuparse de sus propios asuntos. Eres uno de los pocos que veo casi siempre afuera de su cuarto por más de 1 hora al día–me respondió, en el mientras que tomaba algo de la nevera, lo que sinceramente no me importaba en lo más mínimo, solo le dí el último bocado a mi sándwich y boté la lata de atún a la papelera.
Mh. Y tu de que tipo eres?–
Del tipo que baja solo para comer–me respondió, terminando su comida y dirigiéndose hacia la puerta, pero antes de que pudiera irse hablé para frenarla.
Espera! Por qué, uhm, por qué decidiste incrustar un reloj en tu ojo?–pregunté la primera cosa que se me venía a la mente para ganar un poco más de tiempo y ver si había algo irregular con ella. Creo que olvidé mencionarlo, ella era la primera con la que tenía que hablar.
Suspiró, dando media vuelta con la cabeza y me miró directamente a los ojos, con calma, sin intenciones de ser agresiva. Era extraño, tenía algo sinico en ella, pero no tenía intención alguna de empezar peleas, solo lo dejé pasar para concentrarme en lo que decía–escucha Jeff, y tú también operador, no soy yo quien buscan, tampoco voy a revelar nada, sabes muy bien las reglas.–con eso terminó, y antes de que pudiera preguntar de más una voz en mi cabeza me frenó.
'dejala ir, no es útil.'
Suspiré cansado y solo subí a mi cuarto, sin muchas ganas de nada realmente, probablemente luego vaya a la oficina del poste, quien sabe.
'te espero'
¡No me leas la mente maldito hijo de puta!
___________1026 palabras___________
Publicando el día de mi cumple, provecho puercos 👻
Besos en el poto y siempre recordándoles de dejar su buena estrellita matutina (son literalmente las 4 de la mañana y sigo en llamada con una amiga HAKSHWKSHAJJS)
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Mi territorio (Slenderman x Jeff the killer)
Fanfic-...-lo razonó por un momento y luego su cerebro conectó-tu... Como sabías había comido y bebido poco, además de las faltas de horas de sueño...?-el ente ni siquiera le respondió está vez; su pregunta debía de haber sido otra-mas bien... Desde cuant...