𝐁𝐔𝐒𝐂𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐓𝐔 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐎𝐍||𝐀.𝐆.[✔︎]

xx (ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴏs)

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ʙᴜsᴄᴀɴᴅᴏ ᴛᴜ ᴘᴇʀᴅóɴ
ᴀɪᴅᴀɴ ɢᴀʟʟᴀɢʜᴇʀ

ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ: xx

ʙʏ ᴄᴇʟᴇsᴛᴇʜᴀʀɢʀᴇᴇᴠᴇs_

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FEBRERO 2019
PARTE DOS
(AL DÍA SIGUIENTE)

Aidan Gallagher:

Aquel beso con Ángela no salía de mi mente. Estaba frustrado.

Lo único que recordaba de esa noche era que había disfrutado el beso. Me sentía muy culpable. Ángela me dijo que lo había disfrutado.

Pero lo peor de todo, es que no recordaba absolutamente nada después de eso. Ángela sólo me dijo que nada malo había pasado.

Me explotaba la cabeza como nunca. Amanecí en mi casa y, por alguna extraña razón, me sentía diferente.

¿Será que dejé de sentir algo por ti?

Lo peor de todo, es que en unos pocos días iba a ser nuestro aniversario. Mierda.

Era fin de semana. Domingo para ser exactos. La fiesta había sido el sábado. Sólo había hablado contigo por mensaje. No había escuchado tu voz.

Estaba seguro que, si escuchaba tu voz, o te veía, iba a confesarte todo. No estaba preparado para aquello.

Por algún motivo, cuando veía nuestras fotos, no sentía nada. ¿Cómo era posible?

Pasé mis manos sobre mi cabello con frustración. No iba a mentirte, de eso estaba seguro. No iba a fingir que no había pasado nada cuando pasó de todo.

Después de pensar un rato, decidí que iría a tu casa para decirte todo. No podía mentirte.

Me coloqué un saco, unos guantes y un gorro. Salí de casa y me dirigí a la tuya. Hacía un poco de frío.

[🎧Favor de colocar el archivo de multimedia o
"traitor" de Olivia Rodrigo para una mejor experiencia🎧 ]

Había una pequeña llovizna. El día era nublado. Las pequeñas gotas caían con delicadeza y las calles estaban húmedas.

Cuando estaba frente a tu puerta, el corazón me latía fuertemente. Apreté mis labios y cerré los ojos. Esta charla, quizá, cambiaría todo.

Toqué el timbre de tu casa y, después de esperar unos cuantos segundos, la abriste.

Tus ojos brillaron al verme y una sonrisa se formó en tu rostro. Y al verte de esa forma, mi corazón se sintió más culpable.

—¡Aidan! — sonreíste —hola.

—Hola— sonreí a medias.

—¿Estás bien? — preguntaste algo preocupada.

—Sí, sí— solté una diminuta risa, tratando de hacer que pensaras que todo estaba bien. Aunque, claramente, nada lo estaba.

—Okey— volviste a sonreír —¿quieres pasar? — preguntaste haciéndote a un lado para que pasara a tu casa.

—No, no hace falta— negué rápidamente —sólo... vine a decirte algo.