Panikari y garou se encontraban sentados en el sofá, panikari le insistió a garou a jugar un nuevo juego el cual ella había comprado.
Panikari: (entregando el control) Aquí tienes, seguro te gustará.
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Garou: (mirando el control) No he jugado esto antes.
Panikari: (sonriendo) No te preocupes, es divertido. Ya verás.
Garou: (sonrisa maliciosa) Hagamos esto más interesante entonces.
Panikari: (arqueando una ceja) ¿Más interesante?
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Garou: (con tono desafiante) Sí, en cada partida, el que pierda se quita una prenda. ¿Qué dices?
Panikari: (riendo nerviosamente) ¿En serio? Bueno, está bien. Pero te advierto que soy bastante buena en este juego, lo he jugado durante años.
Garou: (mira la pantalla) Tsk, ya veremos qué tan buena eres.
A medida que las partidas avanzaban, garou comenzó a perder terreno. Panikari demostraba ser hábil en el juego y ganaba varias partidas seguidas. Con cada derrota, Garou había perdido una partida, y se empezó a irritar.
Garou: (gruñendo) No puede ser, ¿cómo estás haciendo esto?
Panikari: (riendo) Te dije que soy buena en esto.
Garou quedó sin camiseta, y Panikari lo miró con una sonrisa traviesa.
Panikari: (juguetona) Parece que alguien está a punto de perder.
Garou: (frunciendo el ceño) No te creas ganadora aún.
Garou estaba mejorando y en cada partida que pasaba le ganaba a panikari.
Garou: (sonriendo triunfante) ¿Qué pasa? ¿Te oxidaste tan rapido?
Panikari: (riendo nerviosamente) Bueno, parece que no soy tan buena como pensaba.
Garou: (riéndose) Te dije que no me subestimaras tonta.
Panikari: (sonriendo) Sí, sí, me equivoqué.
Garou: (mirando a Panikari) Pero, ahora que veo ya te estas quedando sin ropa.
Panikari: (riendo nerviosamente) Si, hace mucho frío.
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Garou: (con una sonrisa maliciosa) Sí, si pierdes la próxima partida, tendrás que chuparme la polla.
Panikari: (sorprendida y sonrojada) ¡¿Qué?! ¡Eso es trampa!
Garou: (sonriendo maliciosamente) No lo veas así, es solo un incentivo para que juegues mejor.
Panikari: (agitando la cabeza) Eso no es Justo garou.
Garou: (acercándose) Vamos, será divertido. Además, no tienes otra opción, ya casi no te quedan prendas.
Panikari: (suspirando un poco ruborizada) Está bien, lo haré. Pero solo si te dejas ganar.
Garou: (levantando una ceja) ¿Dejar que me ganes a propósito? No, ni lo pienses.
Panikari: (riendo) Entonces, me esforzaré al máximo para no perder.
La siguiente partida comenzó, y Panikari se concentró al máximo, determinada a ganar. Sin embargo, el marcador se inclinó a favor de Garou, y Panikari perdió la partida. Ella suspiró resignada, sabiendo que debía cumplir su promesa.
Panikari: (suspirando) Bueno, lo prometido es deuda, ¿verdad?
Garou: (con una sonrisa) Así es así, así que ven aqui pequeña zorra.
