La enorme luna carmesí adornaba el cielo con cautela, diferenciado por un tono rojizo oscurecido, las nubes eran iluminadas de forma dispareja, mientras que unos enormes rayos salían disparados de la punta de lo que parecía un torreón con varios tipos de torres y estructuras diversas, casi no se notaba por lo bufonizado que estaba el ambiente.
Al chocar los dos rayos de luz espectral, delante del enorme astro, se manifestó un enorme ojo de reptil gigante, este era de gama azulada intensa, seguido se escuchó un rugido bestial resonar por todo el lugar, el viento y los sonidos de los bosques dejaron de oírse al detenerse de golpe, parecía que una fuerza sobrenatural había parado el tiempo por completo.
—Anhelos... Está despierto... —Señaló una joven dragona violeta, viendo al enorme ojo desde la catedral.
—¡No dejaré...! ¡Que hagáis esto! —contestó un joven dragón con el ceño fruncido, mientras que tragaba saliva.
—No puedes cambiar lo que estoy a punto de hacer... —contestó ella con un tono seguro, a la vez que ladeaba la cola—. Deseo...
Cuando lo iba a decir en voz alta, pudo escuchar un fuerte estruendo, seguido, el enorme y robusto dragón se despertó de golpe, notando el techo con sus ojos de iris morada intensa, dándose cuenta de que estaba acostado en su camastro de paja y madera blanca, el cual era encandilado por las luces de las velas que estaban en los laterales de ella.
—Eso fue una predicción de desastre... —murmuró el dragón levantándose para sentarse sobre la cama, algo desorientado y adormilado, enseñó los dientes afilados en sus fauces al bostezar, mientras que notaba unos ventanales al fondo: el marco empedrado de este, era iluminado con cautela por la formidable luna carmesí, contando entre dientes:
—Esa torre es el Helheim. ¿De dónde salen esas cosas? ¿La oscuridad quiere contarme algo? ¿Qué sucederá, cuando, como o dónde? Tengo un mal presentimiento.
Dejando escapar otro bostezo, sin sacar conjeturas apresuradas, decidió extender las alas, dejando ver sus cartílagos morados por debajo y negro como el resto de sus escamas, estirando las patas delanteras y traseras, cerró los ojos a la espera de que el sueño le llegara.
Quedándose dormido poco a poco. Al siguiente día, pensando en todo lo ocurrido en aquel sueño. El dragón negro se levantó de la cama, viendo el sol que sobresalía de los ventanales del torreón en donde dormía, bostezando de forma leve, dejó escapar unas nubes de color morado oscuro de sus fosas nasales al respirar.
Viendo con más claridad las paredes de roca y los suelos de terracota a los cuales, se les apreciaba unas molduras en forma de estrella, estas se encontraban en el centro, de donde se unían las baldosas.
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La leyenda de Spyro: La Dimensión Fronteriza
FanfictionSpyro y Cynder, después de derrotar al malvado dragón Malefor que quería destruir el mundo, usan los poderes de Spyro al máximo para arreglar el daño. Sin embargo, accidentalmente son transportados a otra dimensión donde conocen a un espíritu de fue...