Capitulo 46

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Jimin apenas había iniciado tan joven al mundo de la paternidad, recordaba a sus padres dirigirse siempre con respeto a sus hijos, a pesar de ser tan estrictos y anticuados, intento darle la misma libertad con su hija Milagro, pero era su experiencia en tener que ver los demás príncipes lo que genero un cambio en la salvaje divinidad.

Su pequeña Milagro es la primogénita del rey del mundo, por lo que él siempre tuvo que exigirle a su hija. Tal vez no podía demostrar su fuerza como los demás príncipes veranos, pero sabia que usar la cabeza era lo primero, sabia que su hija podía mostrar otras destrezas.

En todas las ideas para lo mejor de sus hijos, era la niña quien a veces no se prestaba. De repente las etiquetas que muy bien sabia su niña, no era porque la menor se prestara, era porque era parte de su castigo.

−Te he dicho que no puedes tomar los libros de mi biblioteca, la mayoría de ellos están llenos con tiza y pintura. −Reclama Jimin mostrando los mismo mientras la niña ve distraída el cielo en la ventana− Milagro. ¿Me estás escuchando?...

−Va a llover mañana...

Jimin exhalaba a su pesar, quedando a un más cerca a la niña que estaba esperando a su padre Yoongi de una expedición con los demás príncipes. Cuando la niña de cabellos negros ve a su hermoso padre, no puede creer que sea padre del mismo, su primer padre es muy bonito, el más bello que haya conocido, lastima que no conociera su mal genio.

−Ve a estudiar, no quiero que vuelvas a tomar mis libros.

−No es justo, yo no tengo libros.

−Milagro vas ha ser que me duela la cabeza de nuevo, vas a despertar a tu hermano.

La niña hace un sonido gutural para ir a su habitación en el castillo dentro de la misma habitación de Jimin, la niña desaparece un momento antes de desearle los buenos días al bebé que despierta por los ruidos. Jimin lo alza para dar a comer a su pequeño príncipe a quien le entrega la primera sonrisa mañanera.

−Buenos días cielo. ¿Cómo amaneciste? −Pregunta Jimin al bebé sonriente, hasta escuchar dentro de la otra habitación el escándalo− ¡No te escucho estudiar Milagro!

− ¡Lo haría si tuviera un libro!

Jimin negaba en lo urania que llegaba a ser su hija con tan solo cinco años, había momento que la pequeña corregía los sirvientes, que se escapaba de su habitación con la escusa de tener una reunión con su padre el rey.

El menor entendía su posición, como primer padre dependía educar a sus hijos y tal como su hija es un Milagro que los demás miembros de la familia no viera lo maleducada que era su princesa.

Estando sentado Jimin devolviendo el pequeño sobre su cama, aquel rescata los libros en tinta, es en el abrir de los libros donde los rayones señalan varias palabras complicadas. Jimin ve la escritura retorcida con el nombre de su hija.

Quizás su hija... No, aun es muy pequeña para saber escribir y leer.

Vuelve a cerrar los libros, viste a su pequeño escuchando a Milagro murmurar sola cada reglamento que le obligo aprender Jimin cuando la niña decidida jugar con la serpiente de su padre, el rey estaba en busca una semana con la espada sagrada.

Escucha que llaman a la puerta y Jimin hace pasar a la sonriente hada.

−Jisoo, buenos días. ¿Qué pasa?

−Príncipe Jimin, la reina quiere verlo junto los príncipes en su terraza. Dice que es para la ceremonia que va tener la princesa Milagro, quiere que estén listo los preparativos.

−Iremos enseguida.

Siendo la única criatura de confianza Jisoo ayuda a Jimin a cargar al pequeño bebé, mientras que Jimin entra a la habitación de su hija para cambiar el camisón con uno de los bellos vestidos que mando confeccionar con las telas que regalo su padre. No toma en cuenta las muecas o las malas caras de Milagro, ve a su pequeña bien vestida con un color azul cielo y en ese momento emocionante Jimin busca las tiaras.

Salvaje Divinidad. [🎶] Yoomin. ¡TERMINADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora