La Gema del Imperio. (BakuDeku) [ OMEGAVERSE ]

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⚠️WARNING!!!⚠️

Contenido +18, lenguaje vulgar, escenas violentas, etc.

Uso de lenguas: Árabe y turca.

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—¡Izuku! ¡ālllaʿnatu*! ¡Tu padre está hecho una fiera desde que desapareciste! —se escuchaba la voz neurótica de su rubio amigo desde el otro lado de la línea telefónica—. Incluso ha puesto a las cuatro familias a buscarte por cielo, mar y tierra, si se entera de que estoy hablando contigo, él va a matarme.  

El de ojos verdes chasqueo la lengua y miró una vez más afuera de la cabina telefónica donde estaba.

—No pienso volver, ¡Jamás! El solo me quiere para casarme con ese grosero alfa. —hizo una mueca de disgusto que rápidamente se transformó en molestia—. Ugh, de solo pensar en él se me revuelve el estómago, y tranquilo Denki, él no hará nada si no le dices que hablaste conmigo.

—¿Y qué hay de Shoto y tu promesa con la orden? —el peliverde se estremece al escuchar el nombre de su mejor amigo, se regaña a sí mismo por eso—. También lo han acosado para tratar de que diga algo sobre tu paradero, Izuku, debes regresar, tu boda puede resolverse.

—Kulā, la urīdu*, Denki, no regresaré a casa, no me casaré con Kai y no dejaré que ningún maldito alfa grosero, mandón y sin un poquito de sensatez ponga una estúpida marca en mi cuello, no voy a doblegarme a ninguno de esos idiotas, y ya fue suficiente, solo te llamé para que supieras que estoy bien... —hizo una pausa necesaria, pues había hablando muy rápido y sonaba más a vómito verbal que a una respuesta concisa—. Y se lo digas también a Shoto por mi. Mi juramento con la orden nunca se trató de que tenía que casarme solo por ser el único omega de los sucesores.

Del otro lado sólo se escuchó un largo suspiro de resignación que Izuku tomó como positivo, su amigo no iba a insistir más. 

—Por favor cuidate, y cuando puedas, llámame. —fue lo único que dijo.

—Lo haré, ya me tengo que ir, adiós rayito.

—Adiós, Zuzu.

Y con eso la conversación fue terminada, Izuku salió de la cabina telefónica con solo un pequeño bolso, donde tenía su pasaporte, sus vitaminas, dinero en efectivo suficiente y el próximo boleto de avión directo a una Isla del caribe para el dia siguiente.

Necesitaba cambiar de ambiente, irse a un lugar casi ilocalizable, donde su desquiciado padre no le encontrase y lo arrastrara de las orejas de regreso a casa para casarse con ese.

Toma el primer taxi que vió libre en la salida del aeropuerto londinense, y, hora y media después, ya estaba en una amplia habitación de un hotel —del cual no leyó bien el nombre al entrar—, descansando cómodamente en la cama. 

Izuku, no sabe cuánto durmió pero cuando despierta notó que ya estaba oscuro, alrededor de las siete pudo identificar en el reloj al lado de la cama sobre la mesita de noche, tiene hambre y se siente un poco acalorado.

Así que decide tomar un baño y cambiarse de ropa con lo que había solicitado a la recepción horas antes, para después si bajar a las inmediaciones del hotel a buscar el restaurante para poder saciar su hambre, estando por ahí, se pasea por el piso investigando dónde quedaba la zona que estaba buscando.

Una vez que lo encontró, el omega de ojos verdes, es bien recibido y siendo llevado a una de las mesas cercanas al hermoso ventanal que daba vista a la ciudad, y no es hasta que se encuentra sentado con la carta en mano que se da cuenta.