Disparo al corazón

Capitulo 52

Narrado omnisciente
(Escritora)

Francesca ya comenzaba a impacientarse, Sofía se había ido hace más de una hora y todavía no había vuelto.
Sentía un presión muy fuerte en su pecho, una necesidad desesperada de ver a Sofía y no entendía porque, solo quería verla y saber que estaba bien.

Su nudo en su estómago se formó al ver al caballo dirigirse hacia ella rápidamente y fue peor cuando vio que su rubia no venía montada a el, lo único que su cabeza pudo pensar fue en el nombre de su enemigo, pero eso era imposible, las costas de Brasil estaba custodiado por sus guardias, era imposible que el se la hubiera llevado.

Agarro fuertemente la riendas del caballo calmandolo, este estaba asustado y los caballos normalmente se asustan con cosas pequeñas.

Luego del que caballo se calmara, se monto en el y se dirigió hacia la dirección donde este venia.

Cabalgo durante unos minutos que se hicieron eternos y a unos metros vio un escenario mucho peor del que se imagino y comenzó a sentirse desesperada.

Se bajo del caballo y corrió hacia el cuerpo que estaba en el suelo, Sofía estaba inconciente y con algunos cangrejos que se habían subido a su cuerpo, los quito rápidamente tirandolos hacia el mar y supo que aquellos crustáceos habían asustado al caballo.

Trato de mover a Sofía para despertarla pero había un gran charco de sangre debajo de su cabeza, esto era mucho peor de lo que penso, su mente comenzaba a nublarse sin saber que hacer lo único que podía sentir era miedo, miedo al ver así a su rubia y miedo al sentir como su mundo comenzaba a derrumbarse.

Llamo a Tomasso diciéndole que llame a emergencia para que una ambulancia la esperaran en la costa.

Cargo a Sofía cuidadosamente sobre el caballo y luego se monto sobre este dirigiéndose a la cabaña.

El sonido comenzaba a desaparecer y su visión se volvía lenta, tenía miedo, mucho miedo pero ese miedo también la hacía sentir rabia, desesperación y ganas de hacer arder el mundo y todos los que habitaban en el solo por el miedo a perder a la rubia que le había robado el aliento y le habia devuelto las ganas de seguir viva.

Llego hasta la lancha que había a unos metros de la caballa y subió a Sofía recostandola en el asiento cuidadosamente y se dirigió rápidamente de vuelta a Río donde la esperaba la ambulancia.

Apreto fuertemente el volante de la lancha haciendo que sus nudillos se tornen blancos y aceleró a todo lo que pudiera la velocidad de la lancha, miro a Sofía inconciente en el asiento y aún perdía mucha sangre.

Quería gritar, matar y destruir el mundo de solo pensar que podría sucederle algo.

Llego hasta la orilla del mar y ya había una ambulancia y varios médicos esperándola, se dirigieron hasta la lancha y sacaron cuidadosamente a Sofía acostándola en una camilla.

La playa estaba llena de los guardeespaldas de Francesca que custodiadan toda la costa para proteger a sus jefas.

Los médicos llevaron rápidamente a Sofía a la ambulancia y Francesca se subió también, no quería dejarla sola, no quería que sintiera que la había abandonado y si alguna vez se sintió que ella la dejó sola se odiaría así misma, por permitir que su Diosa se sintiera mal.

La ambulancia arranco rápidamente encendiendo la sirena para que le permitieran el paso los demás coches, los médicos comenzaron a tratar de detener la hemorragia en su cabeza, pero la herida era muy grande y profunda, necesitaban urgente una tomografía.

Francesca agarro fuertemente la mano de Sofía, por fuera se veía indiferente, como si no sintiera, como si supiera lo que sucedería, pero por dentro era una cosa totalmente distinta, tensaba sus músculos y trataba de mantener intacto su autocontrol y su semblante indiferente, porque si algo había aprendido a la perfección era lo que él padre de Adriano le había dicho una vez; "Aunque te sientas morir por dentro, tu rostro debe ser indiferente porque si no saben lo que sientes, no tendrán forma de joderte".

Al llegar al hospital más médicos esperaban a Sofía y la llevaron directamente adentro del hospital, Francesca corría junto con los médicos alrededor de la camilla, pero al llegar al final del pasillo un hombre anciano, con la bata de médico se le atravesó en el camino impidiéndole seguir y veía como su rubia se alejaba cada vez más.

—Sra. Amatos, isso é o mais longe que você pode ir, confie em nós, vamos dar a sua esposa o melhor cuidado possível, agora precisamos examiná-la e preciso que você fique aqui esperando tentando ser paciente.
(Señora Amatos hasta aqui puede llegar usted, confie en nosotros le daremos a su esposa la mejor atencion posible, ahora necesitamos examinarla y necesito que usted se quede esperando aqui tratando de ser paciente.)— dice tratando de calmarla y Francesca lo mira enojada.

—Se algo acontecer com minha esposa, garanto que farei com que ela veja como mato todos os seus descendentes.
(Si algo le sucede a mi mujer, haré que vea como mato toda su descendencia).— Habla en portugués y el anciano asiente serio.

Se pierde por el pasillo por el mismo en el el se llevaron a Sofía. Francesca se sienta en una silla de brazos cruzados mirando el suelo sin ni un tipo de expresión.

Mientras tanto en la zona restringida...

Los médicos pudieron detener la hemorragia que provenía de la cabeza de Sofía, la metieron en una máquina para ver si tenía alguna lesión en el craneo.

La maquina tardo unos minutos en tener lista la imagen y los médicos comenzaban a impacientarse y más cuando es la esposa de una mafiosa muy peligrosa como lo es Francesca.

La imagen mostró que tuvo pequeña lesión en el cráneo pero tenía una hemorragia interna en el cerebro.

El jefe de neurología les dijo a los demás que la llevaran urgente al quirofano y la preparan.

¿Cómo le diría a Francesca el riesgo que corre su esposa?

Sofía tiene un estado muy delicado, su cabeza se llevó un gran golpe que podría causarle lo peor... y ahora el médico tendría que hablar con Francesca...

Francesca seguía en la misma posición en la sala de espera, tratando de mantener su autocontrol, pero por mas poder que tenga no podía hacer nada más que confiar en que los médicos harán bien el trabajo, no había tiempo para llevarla con el mejor médico que el mundo tenga y lo que mas anhelaba en ese momento era ser Dios para curar a Sofía.

Suspiro tratando de calmarse y no meterle un disparo en la cabeza a alguien para solo sacear un poco su ira.

Vio que el médico se dirigía hacia ella con el rostro serio y se paro de imadiato, conocía al médico y era uno de los mejores en Brasil, pero no le bastaba, necesitaba al mejor del mundo.

—Sofia é muito delicada, o golpe que levou na cabeça foi muito forte e ela não só perdeu muito sangue, como também teve uma hemorragia interna e uma lesão cerebral.
(Sofía esta muy delicada, el golpe que recibio en la cabeza fue muy duro y no solo perdio mucha sangre, tambien tiene hemorragia interna y una lesion en el cerebro.) — Dice directamente ya que sabe que con ella no es bueno darle tantas vueltas al asunto.

—E o que você está esperando para operá-lo?
(¿Y que esperas para operarla?)— pregunta alterada.

—O ferimento na cabeça é grave e se ela for operada, preciso que você saiba os riscos que ela corre.
(El traumatismo craneoencefalico es grave y si la opero necesito que sepas los riesgos a los cual se enfrenta)— Francesca empuña fuertemente sus puños y apreta su mandíbula.

—O que você está falando?
(¿De que estas hablando?).

—Estamos falando de danos cerebrais e existem muitos riscos, como; perda de memória, estado vegetativo, coma... ou morte cerebral.
(Estamos hablando de daños en el cerebro y hay muchos riesgos como; perder la memoria, que quede en un estado vegetativo, que entre en coma... u muerte cerebral).

—E se eu não deixar você operá-la?
(¿Y si no dejo que la operes?).

—Ela vai morrer.
(Ella morirá).

—Hazlo. — dice Francesca y el medico se va rápidamente.

Francesca vuelve a sentarse en la silla pero esta vez con la manos en su cabeza tratando de procesar todo.

Sofía esta peleando por su vida y Francesca siente que pierde la suya con el solo miedo de perder a su Diosa.