Fui la pieza extra en el rompecabezas 🧩

¡UN AMIGO TE QUIERE CONOCER!

Cuando el solo echo de despertar se convierte en pesadilla, es allí el momento justo, cuando un alma que no pertenece a la tierra decide volver al polvo de donde nunca debió salir.
Como todas las mañanas, despertaba con una hermosa sonrisa, su familia era la fuerza de aquella alegría…
La madre que con cariño preparaba la comida, su padre que con muchos deseos de superación trabajaba para que no le faltara nada a la familia. Sin importar el clima siempre puntual y atento. Hasta que una mañana por cuestiones de la vida mientras a la escuela se dirigía escuchó unas voces que la llamaban.
Adán – Ariadna espérame… ¡Ariadna!
Ariadna – Adán  ¿Qué deseas? Sabes bien que no me gusta que me estén gritando, pero dime porqué tanta prisa por llamarme, si te podías esperar hasta la escuela.
Adán  – no amiga, lo que debo decirte no se debe saber en la escuela…
Ariadna - ¿Por qué?
Adán  – porque es algo secreto,
Ariadna – si es así está bien dime
Adan – tu sabes que a veces nos falta algo de dinero extra en casa y pues, un amigo me dijo que le gustabas mucho y está enamorado de ti.
Ariadna – y que dijiste está ya cayó, pues no. ¡No estoy interesada!
Adán – pero ¿Por qué no? Si el te quiere y dice que desde que te vio su corazón se aceleró.
Ariadna – mira Adán no se que estés haciendo, pero a mí no me metas en tus asuntos, no estoy interesada en tu amigo y menos por dinero.
Adán – pe … pero
Ariadna – pero nada ¡ Te queda claro!

Molesta Ariadna se apresuró a la escuela, sabía que algo malo estaba pasando pero ¿Cómo saberlo? ¿Cómo una joven de diecisiete años podría saber que destino le esperaba?
Por otro lado Adán fue abordado por un vehículo negro, que lo invito a pasar y al estar dentro del auto una voz le dijo;
-¿Cómo te fue con mi encargo?
Adán – señor discúlpeme pero ella no quiere, me dijo que no estaba interesada y le hablé de dinero… pero … pero ella no quiere, ella se negó.
-Así que no quiere entonces debemos hacerlo a mi manera, después que no se queje.
Adán – señor que le hará, ella no es mala. Ella solo se cuida
-no te preocupes ella estará en mi lecho muy pronto.
Adán – si señor, pero por favor no la vaya a lastimar, ella es mi amiga.
-amiga jajaja, ¡Bájenlo!
Al escuchar aquella malvada sonrisa, Adán sintió como sus músculos se entumecían, porque sabía que el jefe no perdonaba ninguna falta. Aunque tenía miedo siguió acosando a Ariadna para que aceptara una cita con aquel caballero.
Durante el descanso Ariadna trato de mantenerse lo más lejos posible de Adán, quién del otro lado del pasillo de la escuela la observaba, y de vez en cuando le hacía señas para que ella fuera hacia el, Pero Ariadna ignoro aquel acoso que se prolongó durante una semana más.
Adán – vamos, Ariadna por favor solo fue un mal entendido ya perdóname.
Ariadna – sabes, yo te perdono pero, nunca más confiaré en ti, así que mantente alejado de mi.
Adán – pero si tú y yo somos amigos desde la primaria, no seas así.
Ariadna – bueno tú lo pediste, si continúas acosandome de esta manera yo pediré una orden de alejamiento.
Adán – muy bien, recuerda que te lo advertí, a partir de hoy estás sola, nunca más vuelvas a hablarme, tu solita te buscaste tu fin.
Ariadna - claro que no si algo me pasa tu eres el responsable.
Adan - !no! ¡Yo te lo advertí!

Ariadna – prefiero mil veces ser una pobre o una indigente, pero nunca estar con un hombre por su dinero. Además tú sabes que tengo a  alguien en mi corazón y no puedes sacarlo ni tú ni tu amigo
Adán – entonces hasta nunca Ariadna.