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—Han abusado de Arm— comenzó Pol.

Los ojos se le llenaron de rencor, de odio puro. De ira. De muchísima rabia. Le hacía tanto daño recordar a Arm tendido sobre el suelo, cubriéndose, apenas, temblando y llorando con temor, asco, y repugnancia.

Ese hombre había pasado su lengua por todo su cuerpo. Había jugado con el. Lo había humillado de la peor manera. Se sentía dolido. Más que nunca. Pero sobretodo, culpable, por no haber estado con el y evitar que eso pasara. Arm era su chico. Lo único y más valioso que tenía.

—¿Qué?— preguntó Vegas, indignado.

—Fue hace menos de una semana— tragó saliva. Ahora lloraría de rabia.

Necesitaba ahogar sus malditas ganas de matar a alguien vengándose del imbécil que había abusado de Arm cuanto antes.

Encendió un cigarrillo y aspiró el humo por la boca dejándolo salir después de unos segundos.

—Tú no sabes lo que ha sido eso— dijo herido.

Se mordió la boca. Vegas solo se limitó a escucharlo, necesitaba desahogarse.

—Él, el está muy mal, trata de disimularlo, pero aún le cuesta dormir por las noches o estar solo— se tensó.

—Mierda, lo siento mucho— murmuró Vegas.

—Tiene marcas por todo el cuerpo— continuó Pol. —¿Te das cuenta de lo que es esto? ¡Le prometí que estando conmigo nadie le pondría una puta mano encima!— gritó. Vegas bajó la cabeza. —Yo lo sabía, sabía que si el llegaba a estar conmigo estaría expuesto a muchas cosas— tragó saliva, ahora tenía un nudo enorme en la garganta. Prefería morir. Morir mil veces en vez de saber que Arm había sufrido algo así. —Todo es mi culpa.

Entonces Vegas recordó. Él también tenía ese mismo sentimiento. Esa misma culpa que no lo dejaba vivir tranquilo. En especial al regresar a Chiang Mai con Pete. Pete corría los mimos peligros que él, tan solo por ser su novio.

—No lo es. No es de nadie— Vegas intentó calmarlo.

—Pero sí del hijo de puta que abusó de el— respondió Pol. Seco. Tan frío y calculador como no lo había sido hace mucho. Tan lleno de rencor y odio.

Tan lleno de miedo y a la vez rabia acumulada. ¿Miedo? Sí, miedo a que a Arm le pudiera suceder alguna otra cosa. —Y sé quién fué.

When you're gone •VegasPete•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora