Último Capítulo XIV.

21 0 0
                                    

A medida que Cesare se encontraba en Ibiza, entre las playas doradas y las noches llenas de fiesta, su mente seguía regresando a los recuerdos de Mera. A pesar del nuevo romance con Valentino, un sentimiento de nostalgia y arrepentimiento lo invadía, recordándole los momentos felices que compartió con Mera y haciendo que se cuestionara si realmente estaba siguiendo el camino correcto.

Cada puesta de sol en Ibiza era un recordatorio de los atardeceres compartidos con Mera, cada risa con Valentino estaba teñida con la sombra de lo que había dejado atrás. Las palabras no dichas y las emociones reprimidas lo consumían, haciéndolo dudar de si alguna vez podría encontrar la verdadera felicidad sin Mera a su lado.

En una noche particularmente clara, mientras caminaba por la playa bajo la luz de la luna, Cesare se detuvo y cerró los ojos, dejando que el sonido de las olas rompiendo en la orilla lo envolviera. En ese momento, una imagen de Mera se formó en su mente, recordándole la calidez de su sonrisa y la dulzura de su voz. Un nudo se formó en su garganta mientras se daba cuenta de lo mucho que la extrañaba y lo mucho que lamentaba haberla lastimado.

Decidido a enmendar sus errores y recuperar lo que había perdido, Cesare tomó la difícil decisión de regresar a Argentina. Sabía que enfrentar las consecuencias de sus acciones no sería fácil, pero sentía en lo más profundo de su corazón que era lo correcto.

El sol se ponía lentamente sobre las aguas cristalinas de Ibiza, pintando el cielo con tonos anaranjados y rosados mientras Cesare y Valentino caminaban por la playa. El sonido de las olas rompiendo en la orilla creaba una banda sonora melancólica para su conversación.

Cesare lucía imponente bajo la luz dorada del atardecer, su figura esbelta y atlética destacaba contra el telón de fondo del mar. Con cada paso, la suave brisa marina jugaba con los mechones oscuros de su cabello, creando una imagen de despreocupada elegancia. Sus pectorales marcados se delineaban debajo de su ajustado traje de baño, atrayendo miradas de admiración mientras caminaba con confianza por la orilla.

A su lado, Valentino irradiaba un aura de juventud y energía, su cabello oscuro revuelto por el viento y sus ojos brillando con entusiasmo. Vestía un traje de baño a juego con el de Cesare, pero su estilo era más atrevido y llamativo, reflejando su personalidad extrovertida y juguetona.

A medida que caminaban, el suave susurro de las olas se mezclaba con el murmullo de su conversación, creando una melodía tranquila y relajante. Aunque sus palabras eran serias, el ambiente alrededor de ellos era tranquilo y sereno, como si el universo mismo estuviera en sintonía con la intensidad de su intercambio emocional.

Cesare se detuvo, el peso de sus palabras resonando en el aire entre ellos. Valentino lo miró con curiosidad, esperando entender la razón detrás de la seriedad en los ojos del chico.

—Cesare, ¿Qué pasa?— preguntó Valentino, frunciendo el ceño ligeramente.

Cesare respiró hondo antes de responder. —Necesito hablar contigo, Valentino. Ha habido algo en mi mente desde que regresamos de Buenos Aires.

Valentino asintió, una leve sensación de preocupación surgiendo en su pecho. —¿De qué se trata? ¿Algo malo?

Cesare asintió lentamente. —Es sobre nosotros, Valentino. Desde que llegamos aquí, me he dado cuenta de que cometí un error al avanzar tan rápido contigo.

Valentino arqueó una ceja, confundido.—¿A qué te refieres, Cesare?

—Se trata de Mera— continuó Cesare, su voz cargada de pesar. —Ella significa mucho para mí, y aunque valoro nuestra amistad y el tiempo que pasamos juntos aquí, siento que necesito resolver las cosas con ella antes de seguir adelante contigo.

ONLY FANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora