Atenea lucha durante años por obtener poder y posicionarse en el mundo de la mafia, mundo en el cual es toda una diosa, se apoda como la viuda, pero solo tiene un objetivo. Ese objetivo es destruir a Artemisa, calcula sus pasos, sabe donde y cuando...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─────── ✧ ───────
Amor comprado
Atenea Morelli
― Esta habitación parece la suite del hotel más lujoso del mundo.― toca con asombro las sabanas de la enorme cama que adorna todo el centro de la enorme habitación.
Siempre me han gustado los colores suaves, transmiten paz y hacen que las cosas se vean elegantes y delicadas.
― Pedí que se te arreglara la habitación de la mejor manera, sé lo mucho que te gustan las cosas en orden.― sonrío a medida me adentro a la habitación.
― Gracias por la preocupación, la verdad es que todo está como me gusta.― deja caer su cuerpo en la enorme cama, suelta un sonoro suspiro al caer en ella.
― ¿Deseas algo de comer o beber? Puedes ordenar lo que desees, esta también es tu casa.― me mantengo de pie frente a él, observo cada uno de sus movimientos.
Hasta ahora me doy cuenta de que está llorando, se levanta y me mira fijamente mientras las lágrimas corren por su mejilla.
― Por mi mente nunca pasó la idea de que sufrirías tanto, mucho menos por culpa de Artemisa, no entiendo en que momento nos volvimos una mierda.― niega pasando las manos por su cabeza.
― Creo que no es correcto que nos culpemos, ahora lo importante es que estamos juntos de nuevo, debemos enfocarnos en mantenernos juntos más que nunca.― tomo asiento a su lado, sostengo su mano con fuerza.
― Debí levantar los restos de tu supuesto cadáver y llevarme de mis intuiciones.― su mirada se mantiene perdida, sus lágrimas siguen corriendo.
― Si hubieras hecho eso, hoy en día no estuviera aquí contigo.― lo tomo por la barbilla para que pueda verme fijamente.― Estaría muerta realmente.
― Lo he pensado, tal vez lo mejor fue que las cosas sucedieran de esta manera.
― ¿Cuándo piensas volver a Florencia?― aprieto levemente su hombro.
― Debo retornar mañana mismo, no es bueno levantar sospechas, además vine sin decir nada.
Asiento un poco triste, mi deseo sería que tanto mi hermano como mi padre vivieran aquí conmigo, sería lo mejor del mundo, lejos de todo y de todos, solo nosotros, siendo felices, lo merecemos.
La puerta se abre de golpe, una Apolonia un poco asueñada corre hacia mí, Artemis la mira extrañado, la sostengo entre mis brazos y la acomodo entre mis piernas, recuesta su cabecita de mi pecho y cierra un poco los ojos.
― Es la hija de Luciano, al parecer también olvidó comentarte que tiene una hija.― sonrío al ver la cara de Artemis, mira la niña extrañado, pero con ternura a la vez.