Capítulo 1

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1...

2...

3... Sin respuesta.

Ya era la cuarta vez que intentaba comunicarme con Logan. En esta, como en las últimas tres no obtuve ninguna respuesta, eran casi las 2 de la madrugada y yo estaba sentada en un banco, esperando a que mi 'Novio' me viniera a recoger como me había prometido. La fiesta en la que estaba se había acabado hace más de 1 hora y media, y en todo ese tiempo he estado sola, en medio de la nada. No sé ni por qué me sorprendo, no era la primera vez que el me lo hacía, y no iba a ser la última. Así que tendré que llamar a un taxi, no quería molestar a Melanie, ella ya tenía suficiente con la pelea que había tenido hoy.

Marqué el número del taxista que me llevo la última vez.

1...

2...

3...

-¿Hola?

-Hola, perdone las horas, pero necesito un taxi.

-¿Un taxi?

-Sí, sé que no son horas, pero en serio, lo necesito urgente.

-¿Dónde te encuentras ahora?

-Realmente no lo tengo muy claro, pero si quiere le puedo enviar mi ubicación a este número- Dije con un tono de esperanza al ver la posibilidad de ir a mi casa.

-Está bien, envíame la ubicación.- Respondió él, yo al escuchar eso me di por satisfecha y le colgué.

Me dispuse a enviarle la ubicación como previamente habíamos acordado. Pero como lógicamente mi vida hoy no estaba funcionando muy bien, me apareció una frase que ODIO. Batería agotada.

En ese momento yo quería estar en lo más profundo de la tierra. Ni siquiera estaba segura de que el mensaje se había enviado correctamente. A veces me replanteo si en alguna vida pasada hice algo extremadamente malo como para que el universo conspire todo el rato en mi contra.

No eres tan importante para el universo Sophia.

Gracias conciencia, yo también te quiero.

De igual manera, cuando vi que mi móvil se quedó sin batería, lo primero que intente fue volver a encenderlo, pero por más que lo intentaba no funcionaba, ¡Dios! Lo último que me faltaba era estar sola en medio de la nada, sin batería y sin un coche. Lo único en lo que podía confiar era que el mensaje con mi ubicación se hubiera enviado y que el taxista viniera lo antes posible.

(...)

25 minutos después veía como un auto se acercaba hacia mí.

-¿Quién eres tú?- Fue lo primero que salió de mi boca al ver un coche negro estacionarse enfrente mía, sabía que no era el taxi, no tenía ningún letrero ni nada por el estilo.

-Vaya, ¿Eso le dices a los coches que están cerca de ti?

-No, solo a los que se me acercan de madrugada, cuando no hay nadie a mi alrededor.- Dije en tono sarcástico- Aún no has respondido a mi pregunta, ¿Quién eres?

-Es verdad, fallo mío, soy el chico al que has llamado a las 2 de la madrugada pidiendo que viniera recogerte, y como yo habitualmente hago caso a las mujeres, pues, aquí estoy.

-Llame pidiendo un T-A-X-I, no pidiendo que un chico que seguramente se acaba de sacar el carnet de conducir viniera a buscarme. Si no eras un taxi me lo hubieras dicho y nos hubiéramos ahorrado todo esto.- La verdad creo que estoy sonando demasiado antipática, ¿Pero qué le podía decir a alguien que se hace pasar por taxista?
-¿Qué tiene que me acabe de sacar el carnet? Que sepas que conduzco de puta madre, probablemente mejor que tú, aparte, ni siquiera pareces mucho más mayor que yo. Respecto a que debería habértelo dicho, te lo iba a decir, pero me colgaste, ¿Qué querías que hiciera? ¿Que te dejara aquí sola?

Una nueva oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora