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Advertencia, mención de temas sensibles como abu-so y mu-erte, se recomienda discreción.


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Años antes.

Un día cualquiera la motocicleta de Vegas había amanecido completamente desmantelada frente a su casa. Porsche le había jugado la broma del siglo. Pero eso no se quedaría así.

―Entra― Pol lo empujó para que pasara. Apenas tenía dieciséis, pero tenía un buen físico. Pol cerró la puerta de la habitación, y en esta habían tres hombres más.

―¡Tómate otra, no seas cabrón!― río Kinn.

―¿Cabrón yo?― Vegas lo empujó con fuerza. ―Mide tus palabras imbécil― le reprochó.

Había estado bebiendo mucho. Como nunca antes. En ese momento, y retado por Kinn, se tomó otro vaso de Whisky entero. Un poco de ese líquido se le cayó por la boca.

―Ya basta, si salimos manejando así nos quitarán las motos― protestó Ken.

―Oh Kinn, tranquiliza al marica de Ken por favor― esta vez Pol lo empujó con fuerza, apartándolo. ―Miren a quien traje― sonrió.

―Vaya, vaya. ¿El hermano del perdedor?― preguntó Vegas, divertido.

―Exacto― contestó Pol. Lo sostuvo del brazo para luego tumbarlo sobre la cama. ―Dime que no está bueno.

―No podría― negó Vegas. Mirándolo sin descaro alguno. No era su tipo. Pero esa noche solo podría hacer una excepción. ―Podría intentarlo― farfulló. ―¿Cómo es que no te note antes?

Todos rieron. Incluso Ken hizo una mueca. Kinn sacó otra botella de Whisky e intentó tomar de ella, pero Vegas se la arrebató.

Tomo de ella un pequeño trago y luego la regó sobre la camiseta de Porchay.

―Les apuesto a que sabe mejor de esa forma― le dijo a los otros. El solo cerró los ojos. Tragó saliva e hizo fuerza en los brazos para intentar soltarse. ―Hey, bonito, cálmate― le sonrió.

Pol vertió nuevamente el líquido sobre Porchay, está vez en su cuello, entonces Porchay reaccionó.

―¡Suéltenme!― gritó, con el miedo poblado entre sus ojos y agudizado en su voz. ―¡Por favor, suéltenme!― les pidió. Los ojos se le llenaron de lágrimas.

Haciendo caso omiso, lo tomaron con más fuerza entre los tres. Vegas solo se dedicó a observar, no quería ser partícipe de eso. Contando con que los demás estaban tan ebrios que a penas podían reconocerse entre ellos. Fue hasta la ventana, encendió un cigarrillo y fumó, fumó, y fumó mientras veía el exterior por aquella ventana.

Y su mayor error fue no intervenir mientras escuchaba los gritos desesperados de Porchay y las risas de sus amigos. Fumó más. Y los gritos se iban apagando. Y ellos se habían dejado de reír. Y ahora el lloraba con el alma, pero en silencio, estrujando una almohada en esa cama en la que habían abusado de el y se habían burlado y tratado tal y como a una basura.

Dos días después Porchay no pudo soportar ni un segundo más ese repugnante recuerdo. Y se quitó la vida mientras conducía el auto de Porsche. Y en ese mismo auto, había dejado escrito una carta, donde contaba sin nombres lo que había sucedido con el ese día.


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Las lágrimas de Pete salían sin control. Aquella historia había sido la más repugnante y sucia que habían escuchado sus oídos. No lo creería si es que no tuviera las pruebas en sus manos. La carta de Porchay estaba entre sus manos.

―¿Aún crees en él después de esto?― le preguntó Vegas. Una pregunta que lo hizo pensar muchísimo, pero que ahora podía responder con seguridad.

No creía en él. No creería en él ni un segundo más. Era un mentiroso. Un criminal. Un maldito mentiroso que había jugado con sus malditos sentimientos. Que lo había enamorado tanto que hasta lo había cegado.

Le había hecho creer que tantas cosas que eran falsas. ¿Cómo creerle a alguien así?

Le daba tanto asco haber estado tantas veces con él. Haberlo besado y decirle sobre todo que lo amaba. Le daba tanto asco haber confiado en él.

Intentó dejar de llorar. Pero no podía. Parte de su cuerpo y emociones le pertenecían a él. Parte de su vida era él. Parte de sus lágrimas eran para él. Al igual que su corazón.

Esa noche había algo claro, Vegas lo había perdido para siempre.





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Solo quería mencionar que en la historia original el personaje principal SÍ es participe del abu-so, pero la verdad no me gustó esa parte, además de que es un poco más detallado en la narración.

También hay una confusión ya que al no mencionar nombres en la carta esto hace creer que en este caso Vegas SÍ lo hizo, pero no es así.

When you're gone •VegasPete•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora