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POV Nayeon

En este momento estoy maldiciendo muchas veces mi curiosidad.

Me he estado cuestionando que demonios estoy haciendo aquí y... todas las respuesta caen en mi curiosidad. ¡Mi puta curiosidad y necedad!

He peinado mi cabello tantas veces que se me va a caer por los jalones que me  he dado por culpa de Myoui Mina.

Estoy en algún lugar de Suwon, en una mansión de alta sociedad y adinerada por los materiales y diferentes esculturas que había, tanto afuera como adentro.

Y muy abarrotado de personas: desnudas, en bikini y ebrias. Y no quise indagar más sobre que tanto estaban desnudos o si almenos tenían algo sobre su cuerpo porque definitivamente no me interesa.

—Hola, reina...

Me quité de ahí antes de que se pegará más a mi, y me coloque un poco más cerca de mi hermana que, definitivamente, no tenía en mente que yo estaba con ella.

Estaba en la cocina —Una cocina más grande que la nuestra— y yo me detuve en la puerta donde habia un grupito de no mas de cuatro personas que al momento me miraron confusas.

Los ignoré. Y volví a mirar a Mina, quien tenía a una morena de cabello rojo entre sus brazos. Mis labios no podian estar más alineados que nunca y mis manos en puños por la rabia.

¿Como podía ignorarme y hacer como si yo no existiera aquí?

La decisión de irme seguía rondando en mi cabeza, pero dinero no tenía porque lo tenía la estúpida de Mina en la puta chaqueta que le estaba dando a esa mujer.

¡Que descuidada!

Me estaba incomodando nuestra distancia, y que estuviese como si no tuviese hermana a su alrededor que estaba doliendo.

¡Dios! ¡Era imposible no sentirlo cuando somos inseparables!

Mi actitud estaba flaqueando y mi orgullo no estaba resistiendo mucho cuando no me gustaba sentir ese sabor amargo en mi boca.

—¿Es tu novia? —la chica me asustó ante su aparición repentina e inconscientemente puse la mano en mi pecho cuando mi corazón no resistió acelerarse.

—¡No me des esos sustos!

Ella rió cubriendo su boca. —Estoy aquí desde que tú lo estás. Te saludé, pero no me escuchaste. Shuhua —extendió su mano y sonrió.

Sus bucles caían al lado de su rostro bonito, y estaba muy sudada. Lo cual era lógico. Yo también estaba sudando, a pesar de que el frío afuera era otro nivel.

—Nayeon. ¿Eres de aquí? —indagué un poco para no ser maleducada.

Negó rápidamente y dio un sorbo a su vaso lleno de alcohol. Podía olerlo.

—Vivo a unas cuadras. Tu pareces de Seul. —me sorprendió su acertado comentario y sonreí con nerviosismo.

—Si. Llegué hace poco, pero... —miré a Mina unos segundos y esos ojos ya estaban en mi con una intensidad que me molestaba más. No tanto su mirada, sino porque dejó de hacerlo cuando la chica empezó a comerle la boca.— Ya me voy.

Cuando volví a mirar a la castaña, expresó una mueca de pena por como estaban basándose. Literalmente, comiéndose.

—Es... wow. —yo también estaba sorprendida por el comportamiento de Mina. Pero, si, no fue su culpa.— Ligar con otras mientras mi novia está aquí... uff, ya quisiera tener los ovarios de esa chica.

Mejor me fuese quedado con Tzuyu y no estaria pasando por esta maldita incomodidad de su comportamiento "me da igual tu presencia".

Hice a un lado ese comentario donde la palabra novia estaba incluido, porque claramente, eso no viene al tema. No eran celos, porque no quería que me besara ni esas obscenidades que estaba haciendo con esa chica.

Indebido | MinayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora