En la ciudad capital de Japón, Tokio, se vive la buena vida de cualquier persona común, una ciudad como todas las demás, en la que ciertos asesinatos han sido cometidos.
Estaba nerviosa, claro, era algo obvio. Jamás se imagino que la primera iba a ser ella, pero, luchar contra su primo era algo que la asustaba un poco ya que sabia de antemano la fuerza y habilidad que él posee, y fue entonces que la duda nacio en ella.
¿Era lo suficientemente fuerte?
¿Estaba preparada?
Claro, ella había tenido un extenuante entrenamiento con el novio de una de sus hermanas mayores, aunque la petición fue en secreto para ellas más que nada por no querer preocuparlas la invadia un pequeño sentimiento de culpa por ocultarles su participación.
¿Estarán enojadas?
¿Preocupadas?
Eran preguntas que alimentaban más a su sentimiento de culpa, sentimientos.
Claro, ella últimamente se ha expresado mas libremente todo gracias a Tanjirō que de manera inconsciente logró despertar los sentimientos que dormían en su corazón, no lo sabía con certeza, tampoco era algo que le generará incomodidad, simplemente estaba feliz de que eso sucediera, de poder estar cerca de una persona tan buena y amable como él.
Quizás sea amor, aún no está segura, es la primera vez que le pasa algo así, sin embargo también estaba en mente aquel vago recuerdo, un recuerdo que no corresponde a su vida diaria puesto que es algo que aún no ha pasado.
¿Debía preguntarle a Tanjirō sobre eso?
"El corazón es lo que nos mueve y puede fortalecerse infinitamente"
Su corazón le dice que debe ser agradecida con la gente que está a su alrededor.
- Oye, Kanao.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz cálida y segura, era la voz de Tanjirō quién la miraba fijamente un tanto preocupado.
- Te he llamado varias veces pero parece que estabas sumida en tus pensamientos. - Su voz le transmitía seguridad y confort, algo que le alegraba en sobremedida. - ¿Estás bien?
- Si, estoy bien. - ella respondió algo tarde a su pregunta, quizás porque aún no máquinaba las respuestas. - Es solo que estoy nerviosa.
- Claro, pero se que lo harás excelente yo confío en ti. - el joven esbozó una sonrisa sincera. - Si tienes dudas de ti misma o no te sientes bien contigo no te preocupes, porque yo siempre aceptaré a la Kanao de siempre, a la Kanao que es linda y sobretodo fuerte, decidida y valiente.
- Tanjirō.
Ella solo dijo su nombre, lo había decidido, no tenía dudas, era él. Así que, armándose de valor conecto sus labios con las mejillas del pelirrojo ocasionando que este se sonrojara y quedara un tanto estupefacto.
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