Chapter 14

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Fue hace medio año, más o menos...

En Dressrosa, de alguna forma había captado la atención de la persona equivocada, de Doflamingo un ex-Dragon celestial y un shichibukai, en ese momento, el se portó tan bien conmigo y tan dulce que generó un sentimiento de afecto en mi corazón.

Pero eso era una farsa y un engaño para engancharme y encerrarme en una jaula de oro, como un trofeo. Me drogó y encerro en una habitacion oculta que esta en su habitación, donde solo veía a dos personas. Doflamingo y la sirvienta que se encargaba de limpiarme diariamente.

El rostro de Ace se volvio pálido y me agarro la mano consolandome.

La mayoria de mis cicatrices fueron causadas por Doflamingo pero solo te contare la historia sobre la que más me marcó y el porque.

Un día logre que la sirvienta me ayudara para escapar del palacio, estabamos saliendo de la habitacion de Doflamingo, esquivando los guardias y los ejecutivos. El plan era salir por un pasadizo secreto que nos guiaria hacia las afueras de dressrosa donde podriamos escapar hacia el mar y no volver atrás.

Sin embargo, Baby Five nos encontró, mató a la chica y me acusó con Doflamingo por intentar escapar. Me encerró en su habitacion y mi tormento empezó. No me dio de comer dirante una semana y me azotaba cada vez que volvía a la habitacion.

No podía defenderme, soy más debil que lo usurios ante la piedra de mar. Así que un día llego sonriente, no me golpeo ni me azotó, ni siquiera me hablo mal. Solamente traía unos clavos de piedra de mar al igual que unos grilletes.

Me encadeno las manos y los pies e incluso puso un collar de piedra marina en mi cuello. Era incapaz de moverme o de sanar por la droga que me ponia en cada semana para relentilizar mi regeneración.

Ace se acercó más me abrazó con fuerza. Con mis alas nos envolví a ambos en un calido y esponjoso abrazo fraternal. No sabia en que momento empeze a temblar.

Saco un cuchillo con la punta más afilada que habia visto y jalo mi pierna hacia el. Aun recuerdo las palabras que me dijo antes de dejar su marca en mi.

"Cuando un animal escapa de casa hay que castigarlo para no vuelva a suceder. Pero cuando un pajaro intenta huir de su dueño..debamos marcarlo y romper sus alas para jamás lo intente de nuevo"

El dolor que sentí despúes de eso jamás lo olvidare, Ace. Ni tampoco lo que pasó despúes.

Ace no decia nada pero su agarre se volvio mas fuerte y más firme como si presintiera lo que estaba a punto de decirle.

El..desgarro mi piel y escribio su nombre con un cuhillo en mi pierna, letra por letra mientras yo gritaba de dolor, estaba segura de que mis gritos se escucharon hasta afuera del palacio. Cuando acabó, sentia como mi cuerpo se rendia, no me quedaban fuerzas al no comer durante una semana, el dolor era lo suficientemente fuerte para sentirlo una y otra vez en mi piel.

La herida fue tan profunda que hasta el día de hoy no a sanado del todo, incluso con mi poder de regeneración.

Me abraze a mi misma y cerre los ojos con fuerza, preparandome para lo siquiente que estaba a punto de decir.

No pasó mucho despúes de eso, pero Doflamingo no me volvio a encerrar en la sala de juegos durante unas semanas. Solamente estaba en su habitación, con todo el cuerpo llenó de cicatrices y vendas. Acostada en la cama o en la ventana, anhelando la tan apreciada libertad que me habian arrebatado.

Na sabia en que momento empeze a llorar y sentia un nudo en mi garganta, pero debia continuar.

Doflamingo empezó a pasar conmigo todos los dias a todas horas, dormiamos, comiamos e incluso hacia su trabajo en la habitación, conmigo siempre a menos de un metro de distancia ya que siempre tenia la cadena del grillete de mi cuello a la mano. Sentía que mi vida estaba perdiendo su luz e incluso hasta el dolor se volvio nulo.

El parecio notar eso, así que intensificó mi tiempo de tortura entre sus brazos.

Ace se estremecio un poco entendiendo a que me referia, sentia un ligero temblor en el, como deseando que lo que decia fuera una mentira, lo entendia. Yo deseaba lo mismo.

Un día me abrazo y me dijo que me amaba pero incluso sus mentiras dejaron de hacer efectó, me trajo un ramo de rosas y me dijo que lamentaba desde el fondo de su alma lo que estaba a punto de hacer. El sabia lo que eso significaba para mi, así que sabia exactamente el impacto emocional que tendria en mi.

Llego en la noche, junto a dos guardias y muchas vendas. No entendia que hacia hasta que los dos guardias me agarraron de los brazos, sacandome de la cama. Arrastrandome de espaldas hasta los pies de doflamingo donde el la presionó, dejando salir mis alas y temble ante el temor de saber lo que haria.

El temblor de Ace se volvio más notable desde entonces.

El agarro mis alas y las corto lentamente desde la raiz. Mis hermosas alas, fueron arrebatadas ese día. Y mis gritos no hacian falta, recuerdo que el poco poder que me quedaba, se desencadeno causando que estacas de hielo crecieran en el castillo.

Ace se alejó y miro mis alas con sentimiento. Las acaricio lentamente y despúes mi espalda, el tambien sabia lo importantes que eran para mi.

No volví a decir una palabra durante meses despúes de eso. Las cicatrices que dejaron mis alas cubrian la mitad de mi espalda, Doflamingo me acariciaba y besaba diciendome que era por el bien de nosotros. De mi.

El colgo mis alas como un trofeo en una de las paredes de la habitación para que yo las viera siempre y me torturara mentalmente el simple hecho de estar allí. No hable, no comi y tampoco me moví en meses, Doflamingo me castigaba por ello pero no me importaba tener más heridas y cicatrices. Solo quería morir, pero el no me dejaba.

Llegué a odiarme a mi misma solo por ser tocada por el, cada momento del día. Para redimirse me traia regalos y cosas preciosas. Libros, peluches, animales e incluso algunas veces me trajo esclavos. Pero eso no me ayudaba a mejorar.

Temblaba, lloraba, no me había dado cuenta de que mi voz estaba rota y estaba clavando un poco mis uñas en el brazo de Ace. No habia ni un centimetro de espacio en nosotros. Ace me abrazaba lo más fuerte que podía pero sin hacerme daño.

"Ace yo..lo siento, te hice daño sin darme cuenta, lo siento" intente sonreir.

"No, no hace falta, esta bien...Zero yo te quiero, eres mi hermana y me asegurare de que todo el dolor que sentiste se desvanezca con toda la felicidad que te hare sentir desde ahora, Sabo y Luffy harian lo mismo si estuvieran aquí"

El nudo en mi gargante se hizo más fuerte y lloré, lloré desahogando todo el dolor que había acumulado durante este año y medio. Grite y llore durante un largo rato, no se como miraria al resto de la tripulacion a la cara ahora. Pero solo sabía que el calor que Ace me daba, era lo mejor del mundo. Me dormi en sus brazos despúes de desahogarme y me sentía como una niña en los brazos de un gran osito caliente.

¡¿Reencarne En One Piece?! 0w0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora