Niño salvaje

Capitulo 1

Harry estaba a punto de salir de la estación de tren, después de llegar a Londres después de la escuela, cuando sintió una especie de hormigueo. Era el final de su primer año en Hogwarts, unas pocas semanas después de los exámenes finales y nuevamente unas semanas después de que Voldemort intentara matarlo nuevamente. Aunque esta vez, Voldemort no tenía cuerpo. Su magia onduló a su alrededor mientras caminaba hacia la puerta y escuchó un aullido que estaba teñido de miedo como a través de un túnel. El pequeño espacio de tierra debajo de él tembló como un terremoto en miniatura. La luz blanca iluminó su visión, abarcando el mundo que lo rodeaba y luego acortando su visión cuando escuchó un rugido distante. Sintió como si lo estuvieran moviendo por el espacio y se preguntó si esto era lo que se sentía aparecer. Pero se sentía casi más suave. Como si, cualquiera que fuera el poder, lo estuviera llamando.

Cuando su visión finalmente volvió a la normalidad, sus pies estaban cubiertos de arena a través de sus zapatos. El sol estaba brillante, más brillante de lo que había sido hace un minuto y luego miró hacia el cielo y sus ojos se abrieron como platos, sus dedos apretaron su varita de acebo en un agarre de nudillos blancos. Había dos soles en el cielo. Harry miró hacia el cielo, protegiéndose los ojos con la otra mano y parpadeando desconcertado. El sudor se acumuló en su frente y su espalda solo por estar bajo el sol y sin protección por menos de cinco minutos. Miró hacia el horizonte y no pudo ver nada, solo arena y, de vez en cuando, rocas y montañas.

El viento le llevó otro grito de sorpresa y se dio la vuelta solo para ver una enorme roca que sobresalía de la arena y se elevaba hacia el cielo. Siguió el afloramiento rocoso hasta que se detuvo. Había creado una especie de cueva, tres lados de roca que formaban una cueva. Los gritos procedían de allí, así que Harry caminó tentativamente hacia allí, sin saber qué más hacer. Además, no podía ver ninguna evidencia de personas, ciudades o pueblos. Sin embargo, podía oler el humo y algo que olía como un motor en llamas en la dirección en la que se dirigía.

Harry finalmente llegó a la cueva y se detuvo ante la entrada y miró hacia un lado. Había algo que obviamente se había estrellado junto a la entrada de la cueva. No se parecía a un auto pero, de nuevo, no se parecía a nada que Harry hubiera visto antes. Ni siquiera tenía ruedas. Pero podía decir que era un modo de transporte. Eso fue claro para él de un vistazo.

Otro aullido, esta vez de dolorosa sorpresa, llegó hasta él y rápidamente corrió hacia la cueva, sosteniendo su varita en alto.

"¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

"¡Quedarse fuera! ¡Es demasiado peligroso aquí!

Quienquiera que estuviera allí era un niño y quienquiera que fuera, sonaba como si tuviera casi la edad de Harry.

"¿Qué ocurre?" Harry gritó de vuelta, entrecerrando los ojos en un esfuerzo por ver qué había más adentro de la cueva. Estaba casi oscuro allí, excepto por algunos parches de luz que habían atravesado la vieja roca.

"¡Quédate fuera de aquí! ¡No quiero que nadie más salga lastimado!"

Harry inclinó la cabeza y estaba a punto de entrar cuando se escuchó un rugido. El rugido era fuerte y un poco molesto, como territorial. Sonaba como uno de los perros de la tía Marge pero definitivamente más fuerte y mucho más... como una bestia.

"¿Estás bien ahí dentro?"

"¡Costillas magulladas! ¡Accidentalmente desperté a un gran dragón krayt!"

Los ojos de Harry se agrandaron ante la palabra desconocida, krayt, pero supuso que era algún tipo de animal. O una raza de dragón... Harry estaba a punto de entrar en la cueva para ver si podía ayudar, al diablo con las consecuencias, cuando finalmente vio al otro chico. El chico estaba saliendo de la cueva, de espaldas a Harry. Pero oh... El poder que tenía el chico. Harry nunca había sentido algo así, ni siquiera Voldemort era tan poderoso, pero supuso que al ser un espíritu sin cuerpo, Voldemort en realidad no tenía mucho poder.