PRETENDING (BUT NOT SO MUCH) ✧ SUNGJAKE

extra; one.

Cuando Sunghoon vió a Jake por primera vez

Dos años atrás

-Oye, Sunghoon -dijo Ni-Ki llamando su atención-¿Para dónde vas?

-Creo que para mi piso. Hoy no tengo más clases.

-Deberías venir a almorzar con nosotros -invitó Sunoo entusiasmado-Jay y Jake nos verán ahí.

Ni-Ki asintió y Sunghoon frunció el ceño.

-¿Quién es Jake?

-Oh, otro amigo -respondió el alfa de cabello rubio-Estudia pedagogía, igual que Jay.

Era la primera vez que escuchaba de ese tal Jake. Casi siempre que almorzaban, el único que se unía era Jay y con él no era tan cercano, el único tiempo en que lo veía era en la cafetería o a veces en algún pasillo cuando se cruzaban y se saludaban.

-Está bien -terminó accediendo y empezó a caminar con sus dos amigos hacia la cafetería.

A Ni-Ki lo había conocido dos años atrás, más o menos, cuando estaba buscando un salón y el alfa lo ayudó, al final ambos terminaron en la misma clase. No estudiaban la misma carrera, pero compartían algunas clases que eran obligatorias para todos los estudiantes.

Desde ese momento se hicieron muy cercanos, se puede decir que era el primer amigo de verdad que Sunghoon tenía en mucho tiempo. Después, por medio de Ni-Ki, conoció a Sunoo, con quien también empezó una buena relación de amistad, era un omega muy simpático y siempre estaba pendiente de que todos estuvieran bien todos los días. Y bueno, por medio de Sunoo, ambos conocieron a Jay, el otro alfa que siempre se sentaba con ellos en la cafetería.

-¿Qué harán el fin de semana? -preguntó Sunoo en el camino.

-Tengo que ver qué trabajos me dejan -respondió Sunghoon-. Espero que ninguno, necesito descansar.

-Yo creo que me quedaré pintando en casa, no lo sé -respondió ahora el otro alfa.

-Aburridooos -dijo Sunoo en un tono que los hizo reír-. Deberíamos planear algo con Jake y Jay. Tenía pensado tarde de videojuegos o tal vez salir a algún lugar tranquilo.

Sunghoon y Ni-Ki se encogieron de hombros, dando a entender que cualquier cosa estaría bien y continuaron hablando de otras cosas mientras esquivaban estudiantes y se dirigían a la cafetería.

Cuando llegaron, los tres hicieron fila para comprar lo que comerían. Pronto, Sunoo no tardó en ubicar a Jay y se dirigieron hacia la mesa, que era en la que casi siempre comían.

-¡Jay! -gritó Sunoo como saludo-¿Cómo estás?, ¿Todo bien?

-Hola. Sí, todo bien, ¿Tú?

-Perfecto.

Los demás saludaron y se sentaron en la mesa. Sunghoon no pudo evitar ver que había una silla vacía con un maletín encima, supuso que era la silla de Jake.

-Oye, ¿y Jae? -preguntó Sunoo.

-Oh, está allá, hablando con Heeseung. -respondió señalando hacia donde estaba Jake.

Ni-Ki soltó una suave risa, que no pasó desapercibida para los demás, pero decidieron no decir nada al respecto.

Luego de unos minutos, Jake llegó.

-¡Hola! -saludó-. Mierda, tenía que hablar algo con él antes de perderlo de vista de nuevo, perdón. ¿Cómo están? -preguntó y luego la mirada del peligris se dirigió hacia Sunghoon-. Oh, hola.

Sunghoon de repente perdió la capacidad de hablar o formar alguna frase coherente. Su alfa inmediatamente reaccionó y se removió ante el olor de canela y miel que tenía el omega. Sintió la necesidad de tomar al omega y protegerlo de todos, de marcarlo con su aroma y besarlo delante de todos para hacerles saber que ese era su omega. Era el omega más precioso que había visto en su vida.

-Sunghoon, él es Jake. Jake, él es Sunghoon -la voz de Sunoo lo devolvió a la realidad.

-Un gusto conocerte -dijo el pelinegro levantando una de sus manos a modo de saludo.

-Igual -Jake respondió suave y Sunghoon pudo notar un leve sonrojo en sus mejillas

¿Jake también había sentido lo mismo que él al oler su aroma? Esperaba que sí.

-Jae, estábamos pensando en hacer algo los cinco este fin de semana -habló Sunoo de nuevo-. Eres él único que falta por decir si puedes o no.

-Oh, si es el viernes o sábado, sí puedo. -respondió apartando la mirada de Sunghoon-El domingo debo dejar unas cosas listas para poder faltar tres días la otra semana.

Sunoo alzó las cejas, como si hubiese conectado algo en su mente.

-¡Oh, maldición! -exclamó y Jake se sonrojó de nuevo-. Por eso estabas hablando con Heeseung. Picarón -el omega pelirojo le guiñó un ojo y Ni-Ki y Jay rieron. Jake puso los ojos en blanco antes de comer un poco de su plato.

Sunghoon y su alfa no pudieron dejar pasar eso por alto. ¿Por qué Jake se había sonrojado cuando Sunoo dijo eso? ¿Acaso Jake tenía algo con ese alfa con el que hablaba antes de sentarse ahí? ¿Iba a pasar el celo con él y por eso iba a faltar tres días? No, mierda, eso no podía ser posible.

-Bien, entonces será el sábado -Ni-Ki habló, sacándolo de sus pensamientos, de nuevo.

-Me dicen dónde nos veremos -dijo Jay, poniéndose de pie-. Debo ir a clase. Adiós.

-Adiós -los cuatro le respondieron y siguieron hablando.

-¿Y qué estudias? -Jake le preguntó a Sunghoon, cuando Ni-Ki y Sunoo empezaron a hablar de algo que no le importaba.

El corazón de Sunghoon se aceleró cuando escuchó la bonita voz del omega.

-Biología -respondió con una pequeña sonrisa-, ¿Y tú?

Sunghoon ya lo sabía, Sunoo lo había dicho hace un rato, pero debía preguntar para no dejar morir la conversación ahí. Él quería hablar con Jake.

-Pedagogía -respondió.

-Oh, ¿Así que te gusta eso de enseñar?

-Sí, definitivamente me encanta -el omega sonrió de nuevo y Sunghoon pensó que nunca quería dejar de ver esa sonrisa-. Y a ti, ¿Te gustan los bichitos y eso?

Sunghoon no pudo evitar pensar lo tierno que se había escuchado la palabra "bichitos" dicha por Jake. Seguramente si alguien más la hubiese dicho, se habría reído porque le parecía ridículo que lo dijeran así, pero con Jake no pensó en eso, ni por un momento.

Continuaron hablando hasta que el omega dijo que debía irse a una clase y se despidió de todos, prometiendo que se verían el sábado.

Sunghoon inhaló profundo, llenándose del olor que había dejado el omega alrededor y luego suspiró. Decir que quedó completamente flechado por Jake era poco. Sólo habían hablado un poco menos de treinta minutos, pero eso fue suficiente para hacerlo quedar con una sonrisa en el rostro por el resto del día y tal vez de la semana. Su olor, su voz, su rostro y todo Jake era perfecto y hermoso.