・⁺ 𝐒𝐏𝐑𝐈𝐍𝐆 𝐃𝐀𝐘《𝙺𝚘𝚘𝚔𝚅》

Chapter 65

El sonido del timbre resonó por toda la casa. Jungkook esperó pacientemente hasta que la puerta frente a él se abrió. Jisoo lo recibió con una amable sonrisa mientras se apartaba para permitirle entrar, cerrando la puerta tras él.

— Hola, Jungkook —saludó con amabilidad, recibiendo una pequeña sonrisa de su cuñado que luego desapareció.

— ¿Cómo está? —murmuró, la evidente preocupación y expectación impregnando su tono de voz.

La castaña suspiró, negando ligeramente con la cabeza.— Está bien, pero...— las palabras murieron en el aire y Jungkook no tuvo que preguntar para entender la situación. Simplemente asintió, dejando escapar un suspiro lleno de pesar.

— Hablaré con él.

— Lamento que tengas que llevar toda esta carga —dijo Jisoo, su mirada cargada de pesar e impotencia. El brillo de sus ojos oscuros revelaba una tormenta de emociones que estaba tratando de mantener bajo control.

Jungkook asintió comprensivamente, reconociendo que Jisoo podía estar cargando con la culpa de no lograr un cambio significativo en Taehyung. Pero no la culpaba por ello; desde que entró en la vida de Taehyung, había asumido el papel de infundir esperanza en su existencia. Y estaba bien con eso. Le reconfortaba saber que solo él tenía un impacto profundo en las decisiones y pensamientos de su novio.

— Descuida, no es ninguna carga —aseguró con convicción—. Subiré a verlo —indicó, a lo que Jisoo asintió antes de decirle que si necesitaba algo, no dudara en acudir a ella.

Jungkook subió las escaleras con paso firme hasta llegar a la habitación de su novio. Antes de abrir la puerta, tomó una respiración profunda. Con cuidado, deslizó el cerrojo y abrió la puerta sin hacer ruido. El silencio y la oscuridad de la habitación lo envolvieron de inmediato, como un abrazo inquietante. Jungkook entró en la habitación y cerró la puerta tras de sí sin emitir ni un sonido.

Se acercó a la cama con pasos silenciosos, donde encontró a su novio durmiendo. Con gran precaución, dejó sus pertenencias en el suelo antes de sentarse junto a él. Se tomó un momento para observarlo detenidamente. La piel de Taehyung lucía más pálida, y la pérdida de peso era evidente. Todas las cosas que Jungkook había estado evitando aceptar durante todo este tiempo ahora parecían destacar con intensidad. Taehyung estaba encorvado, su ceño ligeramente fruncido, probablemente a causa del dolor que estaba experimentando.

Un torbellino de emociones arrasaba con cada parte de su ser, y honestamente, Jungkook no sabía cómo debería sentirse. Le dolía profundamente que Taehyung tuviera que atravesar por todo esto; parecía que la vida no tenía compasión alguna con él. Deseaba con fervor que Taehyung pudiera experimentar un momento de paz, que le fuera permitido ser feliz sin las sombras del tormento que lo acosaban. Al mismo tiempo, una punzante molestia lo invadía, porque sabía cuánto estaba sufriendo su novio. Fue solo después de insistir en que debían ser honestos el uno con el otro que Taehyung se quebró y compartió todo el sufrimiento que había estado soportando. Jungkook se sentía enfurecido consigo mismo por no haber sido capaz de darse cuenta de lo que estaba sucediendo ante sus propios ojos.

Sin embargo, había algo innegable: el inmenso amor que Jungkook sentía por Taehyung. Era tan abrumador que en ocasiones deseaba ser él mismo quien soportara el sufrimiento en lugar de su novio.

Sus ojos se humedecieron ligeramente, y Jungkook luchó por tragar el nudo en su garganta. No deseaba derramar lágrimas en ese momento, temeroso de que Taehyung pudiera escuchar su angustia. Necesitaba mantenerse fuerte, porque anhelaba que Taehyung también encontrara esa fortaleza en él. Cada vez que Jungkook se sentía abrumado por la situación, notaba la duda en la mirada de su novio.