Capítulo F: Un ridículo libro.

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Al día siguiente me levanté temprano para hacer el desayuno, una vez que Luculia se quedó trabajando en línea fuí a la casa de Abril, pues recordé que en un libro decía que era un lindo gesto mostrar preocupación por una persona que había pasado por un momento difícil, así que a las 8:20 estaba frente a su puerta ya que ella siempre sale puntualmente a las 8:30 pero... No me animaba a tocar, me daba mucha pena ¿Y si me abría su mamá y me preguntaba algo? ¿Qué iba a hacer? En ese momento la mamá de Abril se asomó por la ventana y me vió directamente, rayos, parece que la invoqué, por favor señora, no me abra ni me saque conversación, no me gustaría que la mamá de la niña que me gusta piense que soy un mal educado.

- Hija parece que hay un chico esperándote afuera de la casa, se parece al vecino.

Nooooo señora, ¿Qué hace? Arruina la sorpresa, pensé que por fin había hecho un buen avance. Abril salió de inmediato.

- Rosel ¿Qué haces aquí? ¿Me estabas esperando?

¡Es verdad! Esperar a alguien afuera de su casa sin tocar el timbre mientras mira a la nada decidiendo si tocar o no se ve muy de villano acosador, no hay salida de esto, va a pensar que soy un acosador ¡Vamos Rosel piensa! ¿Por qué otra razón estaría frente a su puerta? ¿Qué se supone que le diga? ¿Olvidaste tu lonchera? ¡Ni siquiera lleva lonchera! Sólo me limité a asentir y esperar a ver qué pasaba.

- ¿Por qué?

¿Y ahora que hago? Señalé a la dirección dónde pasó lo de la noche anterior.

- ¿Estás preocupado por mí? ¿Temes que me pase de nuevo?

¡Si, estoy salvado! Aunque en realidad tampoco estoy mintiendo, sí me preocupa que le vuelva a pasar algo similar, Abril generalmente es muy distraída.

- En ese caso ¿Quieres que vayamos juntos a la escuela?

¡Claro! Quiero saber mas de ti. Asentí con la cabeza y comenzamos a caminar, al principio estuvimos en silencio pero no era un silencio incómodo pero ¿Cómo se supone que debería iniciar una conversación a base de señas?

- Por cierto, ayer estuve investigando acerca de tu mechón de cabello blanco y tus ojos de diferente color, tienes síndrome de Waardeebug, ¿No es así?

¡Wow! Tal parece que Abril se ha esmerado en investigar mi enfermedad, se perfectamente que aunque busque mis rasgos se necesita de esmero para dar con ese nombre, pero me preocupa ¿Cambiará su manera de hablarme por lo que investigó? Un poco nervioso y algo triste, asentí con la cabeza.

- No te agrada tu enfermedad.

Afirmó al ver mi expresión. Y claro que no Abril, por esta razón es que me trataron mal desde mi nacimiento, imagina provenir de una familia asiática ultra conservadora y que uno de sus hijos salga con cabello medio pelirrojo y blanco y con ojos de diferentes colores, mi padre ni siquiera creyó que era su hijo, me tuvieron que hacer un examen de ADN para comprobar que sí lo era.

Aún con una mala cara, negué con la cabeza.

- Pero leí que los que tienen ese síndrome suelen ser sordos, y tú no tienes sordera ¿O si?

Tú sí qué eres diferente Abril, no me imagino cuánto tiempo te la pasaste leyendo artículos y páginas aburridas que sólo hablan de lo trágico que es lo que tengo. Aunque la verdad es que los que presentamos neurodivergencias, las presentamos muy a nuestro modo, todos somos distintos después de todo. Señalé mi oído izquierdo y negué para que supiera que solo tenia problemas con ese lado, y asentí con el opuesto

- Entiendo, oyes solo con el oído derecho. Pero ¿Me oyes bien?

Más de lo que podrías llegar a creer, incluso es molesto, escucho hasta lo que a las máquinas se les dificultaría escuchar. Asentí con una gran sonrisa- Pues la verdad me daba pena el hecho de que supiera que escucho los sonidos de su casa cómo si estuviera en la mía.

Él es diferente ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora