➳[ 008 ]

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Después de arreglar las cosas con Yoongi, sentí como todo mi cuerpo se relajaba, han sido muchas emociones en una sola noche que parece eterna.

Yoongi fue donde el anciano Wang, había dicho que era algo urgente de tratar con mi pelinegro. Yo me encontraba en el bar donde desperte hace algunas horas, ya acostumbrado al ambiente, me di la oportunidad de conocer mejor este mundo, ¿mi nuevo hogar? Si, seguramente...

―Yo seré el encargado para su banquete de bodas, mi querido amigo― Hablo la cabeza junto a mi.

―¿Banquete de bodas?

―¡Si! Hay que celebrar que al fin, nuestro Yoongi, encontro lo que tanto anhelaba.― Suspiro. ―Es una suerte que te tenga...

―Más bien, el de la suerte soy yo.― Sonreí al ver la expresión de asombro que luego paso a felicidad. ―Namjoon, espero tu ayuda...

―¿Para qu...

El sonido de una campana junto al bullicio que entraba al bar, interrumpieron a la pregunta de la cabeza parlante. Muertos corrian de aqui a haya, ordenando las viejas mesas, sirviendo lo que deducía eran los tragos, preparando botanas, todo con el sonido de la dichosa campana de fondo.

―¡¡¡Llegó otro nuevo!!!

¿Otro nuevo? ¿A qué se refieren?

―¡Otro nuevo!― Gritó la cabeza junto a mi. ―¿Estoy presentable, JiMin?

―Si, supongo...

―¡¡Ya esta aquí!!

Había una gran acumulación de muertos, rodeando al que supongo era el nuevo. Ayude a Namjoon para que pudiera darle la bienvenida, si, toque una cabeza helada y parlante. Como pude me abrí paso hasta quedar enfrente del recién llegado.

¡Oh, por todo los dioses!

―¡Bonjour! ¡Bienvenido!

―¡Gra...― Al girar a nosotros su sonrisa se ensancho. ―¡Park JiMin!

―¿Se conocen?― La cabeza me miraba con el ceño fruncido.

―Hum, si― Dije poniéndolo en la barra, para despues mirar a mi viejo amigo. ―Seokjin, ¿Qué te paso?

―Me enferme de influenza― Alzó los hombros restandole importancia.

―Lo siento mucho.

―Nah, estoy mejor, ¡Al fin puedo respirar sin tener tantos mocos en mi nariz!

Reí al verlo sonreir como un niño pequeño. Kim Seokjin, mi mejor amigo, es un año mayor, era hijo único de los socios de mi padre, ¡Somos amigos desde fetos!

―Ha pasado tiempo desde que la última vez que nos vimos.

―Hace dos meses― Dijo pensantivo. ―El mismo día de tu cumpleaños ¿no?

Asentí con mi cabeza. ―Me hubiera gustado verte en otra situación y no en esta.

―¡Espera!― Se levanto rápidamente. ―¿Cómo es que estás aqui? ¿Moriste y no me dijierón nada? Si es así, ¡no estas invitado a mi funeral imbécil!

―¡No estoy muerto! Mira, mi piel aún tiene color y la tuya ya no y es helada.

―Si, tienes razón― Dijo mirando nuestros brazos. ―Aún tienes tu tono de muñeco.

―Se le dice natural, animal.

―Como sea― Entorno los ojos. ―¿Qué hace entonces mi mejor amigo, vivito y coleando, en este lugar?

―Sientate, es una larga historia...

══════⊹⊱≼≽⊰⊹══════

―¡Vaya!

―Si, es algo sorprendente. 

―¡No me invitaste a tu boda!― Golpeaba con euforía mi brazo, hombro y espalda. ―¡La traición, la decepción hermano!

―¡Yah! ¡Seokjin!

―¡Sólo espero que ese tal Yoongi te deje sin poder caminar por toda la eternidad, pinche enano traidor!

―¿Quién dice que soy el pasivo?― Sonreí divertido al ver su cara de horror.

―¡Qué asco, yo no quería saber eso!

No mentiría, se sentía bien tener a un conocido aquí, aunque sabía que su familia estaría sufriendo su ausencia, me gustaría que vieran que esta mejor y en un buen lugar.

Seokjin había comenzado a conversar con Namjoon y otros esqueletos que, le preguntaban muchas cosas, sobre su familia, el como había muerto, a que se dedicaba, etc. Era grátificante, el como todos hacían lo posible para hacerte sentir en casa, como una familia, mucho mejor que mi vida haya arriba...

Me levante, iría a buscar a mi bello esposo y presentarlo con Seokjin, es hora de comenzar una nueva vida...

══════⊹⊱≼≽⊰⊹══════

El anciano Wang había pedido urguentemente hablar conmigo, nunca me imaginé que sería para esto, ¡Esto es demasiado!

―Querido, sabes que esto no esta en mis manos, ya son las leyes establecidas entre el mundo de los vivos con el nuestro.

¡Lo sé! Mierda que si lo sabía.

―¡Pero no puedo obligarlo a hacer algo como eso! Yo...no puedo hecerle eso...

Mierda, jodida mierda...

El anciano Wang había encontrado en uno de sus libros una "regla", que venía a hechar todo a perder.

Si los votos del matrimonio son dichos en la tierra de los vivos, estos terminan, como esta establecido en cuyo juramento, hasta que la muerte los separe.

Si algún muerto y un vivo desean reanudar dicho vínculo, al ser separados por la muerte, deberán recitar nuevamente los votos, exceptuando el tema de la muerte, señando el pacto con la muerte del conyugé que aún se encuentra con vida.

Si, en pocas palabras, mi matrimonio con JiMin no era valido en la tierra de los muertos, dado a que él aún seguía con vida y yo pues, ya no.

Pero, ¿qué culpa tiene él de recitar los votos en medio del bosque? ¿Quién era yo para obligarlo a hacer eso?

―Deberá tomar el vino de la muerte, después de decir sus votos, para que su matrimonio sea valido por la eternidad.

Vino de la muerte...

―No haré que JiMin tomé veneno, yo no soy nadie para decidir que hacer con su vida, no quiero que pierda una oportunidad de hacer un sin fin de cosas en la tierra de los vivos, no puedo hacerlo porque...porque...

Porque amo a JiMin, sí lo amo, y no lo obligaré a que entregue su vida, por prácticamente un desconocido al cual, había liberado sin saber.

―¡Acepto!

No sé en que momento JiMin había llegado, hasta que sentí como me acercaba a su fuerte torso en un cálido abrazo.

―JiMin, no tienes...

―No tengo que hacerlo, pero quiero hacerlo― Tomó mi rostro en sus fuertes manos, mirandome directamente a mis ojos. ―Quiero pasar toda mi eternidad contigo Yoonie, porque te amo...

Con los sentimientos a flor de piel, me acerque hasta juntar nuestros labios, correspondiendo a los sentimientos de mi amado novio, quería transmitir todo lo que sentía, ya que las palabras sobraban en este momento.

~También te amo, Park JiMin...

―Yoonie amor ¿Quieres casarte conmigo?

Mi Novio es un... ¡Cadáver! • [JIMSU] •[ADAPTACIÓN]• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora