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Había pasado una semana desde aquel acontecimiento en la fiesta. En la playa acordamos no hablar de lo ebria que se puso Rosie y así fue, como si no hubiera pasado. Pero yo por mi parte, no era capaz de dejar de pensar en aquel momento en el baño, realmente no pasó nada, pero para mí fue el comienzo de algo que hizo que a partir de ese momento ya no viera las cosas igual, por mucho que intentara no darle importancia.... era imposible.
Quedé con Rosie en la sala de música, me habló en la mañana diciéndome que tenía algo importante que enseñarme.
Durante esa semana hablamos menos de lo habitual la verdad, cada una estaba ocupada con los entrenamientos y las clases extras, así que cuando me dijo que quería enseñarme algo importante no dude en decirle que sí, aunque nos veíamos en clase, por alguna razón se me hacía poco. En realidad... si que sabía el porqué era, pero no quería darle importancia, sólo quería que desapareciera ese sentimiento.

Cuando terminé el entrenamiento no dude en salir corriendo hacia la sala de música , ni siquiera había pasado por el vestuario para asearme, solo quería verla, y ver que tenia que enseñarme.
Cuando llegué, en el pasillo se podía oír una leve melodía a piano, sin duda , era Rosie. Cuando me terminé de acercar , pude verla a través del cristal de la puerta, estaba tan metida en aquella melodía que fui incapaz de entrar, tan solo me dediqué a observarla, ver como con cada acorde que tocaba, cada tecla, depositaba un sentimiento diferente haciendo que aquella melodía recorriera todo los sentidos de mi ser. No entendía mucho de música pero no hacía falta saber  para entender aquel sentimiento depositado.
De repente, volteó hacia donde yo estaba haciendo que me quedara inmóvil, me miró con una sonrisa en su rostro y con su mano haciendo gesto para que entrase.
Sacudí mi cabeza para despertar de aquel éxtasis en el que me encontraba.

- Porqué te quedaste en la puerta, vamos ven - me dijo mientras seguía mirándome con una sonrisa en su rostro.
- No quería interrumpir, es que ... caray Rosie esa melodía... - dije acomodándome en el filo del piano mirando al teclado , porque aún seguía sin poder gestionar bien las palabras.
- Es una nueva canción que estoy escribiendo, aún está muy verde , y sin letra, pero tengo varias ideas y ...- me decía cuando le interrumpí- Es increíble- le dije mirándole fijamente con admiración.
- Vaya... gracias...- me respondió con una sonrisa nerviosa, mientras se colocaba un mechón detrás de su oreja. - Vamos ven, te la enseñaré- me dijo haciéndome gesto para que me sentara a su lado.
- Pero yo no se tocar el piano Rosie- le dije sin saber que hacer.
- Tranquila... yo te enseño, ya va siendo hora... ¿recuerdas?  tu misma me dijiste que te enseñara hace años, y que mejor con algo nuevo- me terminó diciendo cogiendo suavemente mis manos y colocando los dedos en las teclas correspondientes para dar el primer acorde.
En aquel momento, todo en mi alrededor se sintió lejano, solo estábamos ella y yo en aquel lugar, mi corazón se sentía como si se fuera a salir del pecho, mi boca se sentía seca, su tacto sobre mis manos hacía que un nerviosismo recorriera todo mi cuerpo sin saber muy bien como articular palabra o como respirar siquiera, cuando de repente su voz en mi oido hace que salga de la burbuja donde me encontraba.
- Oye... - me dijo viéndome de reojo- Lisa Manobal, apestas...- terminó diciéndome oliéndome por encima de los hombros.
Aquel momento único y que era maravilloso se volvió un recuerdo no muy lejano en una situación totalmente diferente, de la cual me sacó de sí,  levantándome rápidamente de su lado, y colocandome de nuevo al lateral del piano, mirándola fijamente, cogiendo mi bolsa  y dirigiéndome rápidamente hacia la puerta.
- Lisa espera perdón- me  dijo Rose corriendo detrás mía. - No quería ofenderte, lo siento de verdad, me a salido simplemente solo, no se porqué, de verdad perdón- me dijo agarrando mis manos.
- Tranquila me voy un momento, nos vemos luego- le dije sin más.
- Lisa espera porfavor no te vayas- me dijo insistiéndome.
- Tranquila, no estoy molesta, de verdad, solo voy
a darme una ducha , tendría que haber ido antes de venir aquí...- le dije quitándole importancia y mostrándole una sonrisa para que se quedara mas tranquila. - Enserio, Rosie, no pasa nada, si he reaccionado así es que... me ha dado vergüenza- le dije frotándome la nuca con mi rostro avergonzado.
- Que?! Osea por eso has salido corriendo...Lisa  no me asustes así joo....- me dijo abrazándome con su mirada mas relajada.
- No tardo nada...- le dije apartándola de mi con suavidad, de hecho si que apestaba por el entrenamiento y me avergonzaba estar así con ella, me sentía incómoda por estar " Desaseada" , y ahora mucho más. Solo quería verme bien ante ella y ese momento no era muy adecuado.
- Vale está bien aquí te espero- me dijo dándome un beso en la mejilla.
Me quedé quieta mirando al frente, y justo cuando se apartó tan solo me voltee y salí rápido de allí. No sabía como estaba en aquel momento, solo sentía como si el sol se hubiera trasladado a mis mejillas y como si tuviera un tren a alta velocidad por corazón. 
No tarde mas de quince minutos en tomarme una ducha, vestirme y volver de nuevo a la sala de música, cuando vi a un chico con Rosie. De nuevo estaba observando desde la ventana de la puerta, pero esta vez como un chico que reconocí de inmediato hacía reír a carcajadas  a Rose. Algo en mi interior se encendió, pude sentir un sudor frío recorriéndome el cuerpo, no sabía que cosa hacía que Rose se viera así, realmente nunca la había visto así con nadie, ni siquiera... conmigo, esos gestos de Dylan hacia Rose y la forma en que se comportaba ella con él... no me gustaba, no me gustaba para nada, esto que estaba sintiendo realmente...¿eran celos? ...
No podía dejar de observar la situación, por alguna razón mucho más clara ahora... me estaba haciendo daño, así que decidí salir de allí.

NUESTRA ÚLTIMA PRIMERA VEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora