Sinceramente no sé cómo explicar todo lo que me ha pasado este día, todo fue de mal en peor en lo que podría ser mis últimos días. Déjame me presento, soy Frank Oliver, si lees esto significa que tú también quedaste atrapado en este infierno.
Todo empezó cuando desperté, había ido a una fiesta con unos amigos de la universidad, era nuestra última fiesta antes de hacer nuestras vidas cada uno, me había cambiado y decidí ir a ver a un amigo para hacer un trabajo para una de nuestras tantas clases. Sali del departamento y vi a un sujeto que quería pensar que era el nuevo conserje, cuando lo miro más detenidamente noto que mueve las manos de una forma extraño.
-debe tener una condición en las manos- pensaba.
Baje hacia mi buzón para ver si había correo para mí, pero note que no estaba la recepcionista
-debió ir a desayunar- pensaba.
Después de eso decidí salir a caminar para despejar mi cabeza porque sentí que me iba a explotar por la resaca que tenía, en eso veo a una chica que parecía ser una de mis compañeras de mi clase, su cabello tipo de hongo era muy reconocible para mi
-aunque no sea ella no está mal preguntar- pensaba.
Fui con ella, le tocaba el hombro, pero no respondía
-oye- le decía, pero no respondía.
Por fin tuve el valor de ponerme frente a ella, pero noté algo muy extraño en su cara, no me volteaba a verme, movía mi mano frente a sus ojos, pero no se inmutaba, la detuve, pero sus piernas seguían moviéndose. Esto no es propio de una persona, esto parece de un extra de un videojuego o algo así. Su piel no parecía carne, parecía plástico. Ella definitivamente no era humana, pensé que estaba alucinando por que recién me estaba despertando, pero resultaba ser que no. Cuando recapacité y me di cuenta de la situación en la que estaba, decidí dejar a esa chica e irme de ahí lo más rápido que pude para alejarme de esa cosa, me escondí en un callejón
- ¿esto es un sueño? ¿Esto es real? - pensaba en ese momento de desesperación, jamás pensé ver algo así en toda mi vida.
Cuando al fin pude calmarme solo me quedaba pensando que estaba pasando
- ¿Dónde estoy?, ¿Qué es este lugar? – pensaba.
cuando salí del callejón miré a mi alrededor y vi que no había nadie en las calles, al parecer esa chica espeluznante era la única en esa calle. Después de un buen rato, cuando fui a ver otra parte de la ciudad para ver si había siquiera una civilización, vi un letrero que decía "sea bienvenido a Uncanney Valley". No estaba en mi ciudad, en ese momento pensé que alguien me secuestro y me llevo a este lugar, pero luego reflexioné y recordé que estaba en mi departamento cuando desperté
-entonces sigo soñando? - me decía a mí mismo.
Al llegar a otra parte de la ciudad, vi que había mucha gente, sentí una gran esperanza, me equivoque. Todas esas personas eran como la chica, parecían maniquís andantes, algunos con facciones exageradas, otros caminaban a pesar de que estaban contra una pared, pero nada me dio mas miedo en ese momento que varias de estas cosas eran totalmente deformes. Camine como si nada en búsqueda de algún lugar con un teléfono publico o algo así, estos "humanos" no me notaron, me ignoraban por completo.
-deben pensar que soy uno de ellos- murmuraba.
Llegue a una tienda de celulares, había dejado el mío en "mi departamento", no me quedaba mas que comprar otro, no volveré a ese lugar.
Al entrar, vi a varias de esas cosas intentando interactuar con los celulares, todos fallaban en el intento, pero se iban como si nada, como si ya hubieran comprado los celulares. Al llegar al mostrador, apareció una televisión que mostraba a la cabeza de al parecer un vendedor de esta tienda
-Que es lo que busca? – me decía, era como el personaje Max Headroom, solo que sin el carisma de este último.
No tenia mucho dinero, así que pedí el celular mas barato que me pudieran vender, me lo dieron sin muchas complicaciones, a pesar de que incomodaba verlos parece que no les importa mi existencia. Me fui de ahí y decidí llamar a uno de mis amigos, pero mi sorpresa fue para mal, había oído que el número no existía. Se me detuvo el corazón por un segundo, ya no sabia que hacer, estaba en este lugar con esas cosas, quien sabe de que son capaces si les hago algún tipo de agresión.
Decidí solo caminar sin rumbo en este lugar, de todos estaría aquí para siempre, a menos que...
-Qué tal si me voy corriendo de esta ciudad? No importa si muero en el camino- pensaba
Mi plan en ese momento era salir corriendo hacia la carretera, si había otra ciudad con verdadera civilización, podía llegar a ella sin importar cuanto tarde o si muero intentándolo, ya no me importa nada. Cuando menos lo esperaba había robado una mochila y provisiones, parece que a ellos no les molesta esto. Luego de esto corrí lo más rápido que podía, pero de pronto, me estrellé contra un muro que tenía pintada una carretera, como si fuera algo del coyote y el correcaminos.
-esto no puede estar pasando...- me decía a mí mismo mientras soltaba lágrimas de la frustración, ya no había que hacer, fui a todas las "salidas" que había, pero todas son paredes pintadas. Estoy atrapado con estas cosas para siempre. Por eso escribo esta carta, quien sea que lea esto, no hay escape de Uncanney Valley, no intentes nada. Este lugar es una prisión, un infierno, no se que hice para merecerme esto, pero ojalá tu puedas salir de aquí, porque yo ya me rendí.
Hasta nunca, familia, amigos y compañeros.
Desde Uncanney Valley, Frank Oliver.
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Atrapado En El Valle Inquietante
HorrorFrank Oliver despierta en su departamento después de una fiesta que tuvo junto a sus amigos de la universidad, pero pronto se daría cuenta que ese lugar no es su hogar, sino una imitación del mismo