"Joder, Jennie. Por favor".
Por lo general, Lisa no era una rogona, pero en este momento, haría cualquier cosa por poder tocar a Jennie. Sus manos estaban agarrando firmemente el cabecero de la cama porque eso es lo que Jennie le ordenó que hiciera. Jennie estaba en ese momento encima de ella frotándose a su antojo mientras Lisa sufría por no poder tocar a la hermosa chica que tenía encima.
"Mantén las manos donde están", prácticamente gimió Jennie mientras movía sus caderas con más fuerza para encontrarse con las de Lisa. Tenía los ojos cerrados y echaba la cabeza hacia atrás mientras sus gemidos se hacían más fuertes.
Lisa estaba hipnotizada. Sobre todo por la forma en que los senos de Jennie rebotaban con cada movimiento. Entonces, decidió que no podía aguantar más. Con los sonidos de Jennie y la visión de su impresionante cuerpo encima de ella, Lisa estaba a punto de explotar. Se lamió los labios y con las manos se incorporó para llevarse a la boca un pezón rosado y rígido. No pudo ocultar el gemido que escapó de su garganta. Sinceramente, ni siquiera le importaba.
Jennie jadeó, disfrutando mucho de la nueva sensación, pero después de un momento, empujó a Lisa de nuevo hacia abajo.
"¿Qué te he dicho?"
Lisa la miró con aire inocente. "¿Qué? Sigo agarrada a la cabecera. Dijiste que no podía tocarte. No dijiste nada sobre usar mi boca".
Jennie puso los ojos en blanco. "Está implícito. Eso sigue considerándose tocarme".
"Bueno, ahora mismo te estoy tocando. Te das cuenta de que te estás restregando contra mí, ¿verdad?".
"No me estás tocando. Yo te estoy tocando. Pero puedo parar si quieres".
"¡No!" Lisa dijo un poco demasiado rápido y definitivamente demasiado alto. "No. No lo hagas. Sigue. Por favor". La desesperación en su voz era vergonzosa. Jennie era la única chica que había sido capaz de reducirla a este desastre tan necesitado y tembloroso.
Jennie apoyó las manos en el pecho de Lisa, amasando la carne de sus senos. Lisa estaba ardiendo y se daba cuenta de que Jennie también. Sintió un cálido chorro contra sus abdominales y estuvo a punto de correrse al comprobar lo mojada que estaba Jennie en aquel momento. Y la prueba estaba por todo su abdomen.
"Dios mío, Jennie. Eres tan sexy".
" Tú lo has dicho", ronroneó Jennie. Parecía estar en su propio mundo, concentrada en provocarse el orgasmo. Lisa quería rogarle que la dejara ayudar, pero sabía que era inútil.
A estas alturas, Lisa sabía que estaba empapando las sábanas. Probablemente más de lo que Jennie goteaba sobre sus abdominales. Su cuerpo pedía a gritos liberarse, pero también se sentía igual de contenta viendo cómo Jennie la utilizaba para correrse. Teniendo en cuenta que solo habían tenido sexo unas pocas veces desde su primera vez, estaba bastante impresionada con el apetito sexual de Jennie y su voluntad de explorar.
Sintió que Jennie se movía más rápido y supo que estaba cerca. Se agarró aún más fuerte al cabecero de la cama. Esto iba a ser extraordinario.
"Joder, Lisa. Joder. Yo... yo... joder..." Jennie soltó un montón de palabrotas mientras se le cerraban los ojos y arrugaba la nariz. Lisa captó todo. Estudió su cara, sus movimientos, su cuerpo, sus sonidos. Estaba muy agradecida por esta vista. Era la forma perfecta de ver cómo Jennie se corría. Sintió un nuevo chorrito de fluido en sus abdominales cuando Jennie se estremeció violentamente y gritó de placer. Lisa tenía los nudillos blancos contra el cabecero, deseando desesperadamente sujetar a Jennie mientras se derrumbaba sobre ella. Pero esperó. Y observó. Y dio gracias a Dios por poder presenciar aquel momento.
ESTÁS LEYENDO
Mírame ┃ JENLISA
ФанфикJennie Kim regresa a casa para pasar el verano y descubre que tiene un crush con su nueva vecina, Lisa Manoban. Resulta que las ventanas de sus habitaciones están frente a frente, y las dos chicas deciden divertirse un poco. Puede que un poco demasi...