𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐃𝐚𝐧𝐚.
Hacía horas que Jungkook no respondía ni a mis llamadas ni a mis mensajes. No hace mucho que tengo su número, decidió darmelo unos minutos antes de venir a casa de Jimin, aunque ahora que lo pienso creo que venir fue mala idea, porque no niego que estaba más que segura que esto iba a acabar así pero lo que no sabía era que ellos dos iban a estar en tan mal estado. Jimin apenas podía abrir su ojo derecho, su nariz estaba rota junto a su labio, tenía moratones por todo su cuerpo y a veces le costaba respirar. Y Jungkook... Solo pude ver su cara que estaba exactamente igual que la de Jimin a excepción de que el también tenía su pómulo dañado. Pude notar como Jimin se había quedado dormido luego de estar dejando ligeras caricias en su pelo para que este consiguiera el sueño aún más rápido; siempre he tenido una copia de la llave de la casa de Jimin ya que este me la dió y no dejó que me negara por lo cual no hubo problema para salir del lugar e ir a buscar Jungkook.
Mientras iba caminando seguía dejando llamadas en su buzón de voz ya que el azabache no se dignaba a responder, una vez llegué a su casa la cual me dió su dirección también en aquel bosque, toqué dos veces en aquella puerta con algo de fuerza para que me oyera. Un suspiro de alivio salió de mi boca y una sonrisa sincera no tardó en aparecer en mis labios la cual desapareció en segundos al oír aquello.— Me iré a Estados Unidos -Dijo serio- No sé cuando volveré, pero sé que estaré un tiempo allí.
— ¿Y me lo dices así sin más? ¿Pensabas avisarme al menos? -Dije más que molesta y aturdida-
— Pensaba enviarte un mensaje para que esto no pasara.
— Te vas y encima me lo ibas a decir por un estúpido mensaje ¿Eso es lo que soy para tí? -La tristeza y la decepción empezaban a invadir mi mente- Los demás tienen razón, lo único en lo que piensas es en ti y solo en tí. En todo momento te he importado una mierda ¿Que ibas a hacer? ¿Enamorarme para luego irte con la cabeza bien alta? -Lágrimas empezaban a acumularse en mis ojos- ¡Pues lo conseguiste! ¡Ahora vete y no vuelvas!
— Dana... -Quiso acercarse pero no le dejé-
— No Jeon, no quiero saber nada más -Retiré mis lágrimas con brusquedad- Vete a Estados Unidos, quizás allí encuentres a alguien para tí.No le dejé que siguiera con aquel numerito, me di la vuelta rápidamente y empecé a correr hacia la casa de Jimin. Me quedaría allí a dormir, no podía volver tan tarde sola a casa y necesitaba el apoyo de un amigo al menos por unos días. Una vez llegué a la casa entré un tanto desesperada por tirarme en una de las camas y llorar contra la almohada hasta que no tuviera lágrimas para soltar; lo hice, me tiré sobre la cama de la habitación de invitados y lloré... Lloré como nunca antes había llorado. Lo último que recuerdo es quedarme dormida así, deseando que aquello fuera una pesadilla del la cual quería despertar.
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Hacía unas semanas que Jeon se había ido a Estados Unidos sin ni siquiera pensar antes en decirme al menos el motivo por el cual se iba tan lejos de mí y tan lejos de su país ahora que todo iba o al menos yo creía que empezaba a ir bien entre nosotros.
— Tierra llamando a mi chica bonita -Jimin pasa su mano en repetidas veces por mi cara al ver que había dejado de prestarle atención por milésima vez en esta semana-
— Lo siento... Últimamente estoy un poco despistada, perdóname, supongo que es por el agobio de los exámenes finales, ya sabes...
Y de nuevo decía aquella frase "son los exámenes finales", una vez se acabaran los exámenes no sé que excusa le iba a poner a Jimin sobre mís viajes astrales los cuáles se resumían en pensar en Jeon y en los días que habían pasado desde que se fue. Hace unos días Jimin se me declaró oficialmente, dejando en claro sus sentimientos y preguntando si le haría el chico universitario más feliz siendo su novia y... Le dije que sí. Lo sé, no debí hacerlo pues muy en el fondo lo hacía para poder olvidar a Jeon y que así poco a poco Jimin entrara en mí corazón. No lo niego, es guapo, inteligente, carismático y protector y me sigo quedando corta, pero... No tiene ese aura que hace que te envuelvas en su mirada cada vez que te habla mirándote a los ojos como cuando hablaba con Jeon.
— Princesa, sé que ocurre algo más, ¿es por algo que he echo? Porque si es así te pido perdón-
— No, no es por ti... No te preocupes, cielo -Lo interrumpo antes de que siguiera pidiendo disculpas de mil maneras diferentes, pues no era aquello lo que pasaba por mi mente-
— ¿Entonces?, ¿qué ocurre? -Jimin se queda callado unos segundos y veo como aprieta poco a poco sus puños- ¿Es por ese idiota?, ¿sigues pensando en su ida?
— ¡Claro que no! , sabes que soy muy feliz contigo cómo para hacer algo así, solo estoy un tanto agobiada por los exámenes, eso es todo.
— ¡Deja de mentirme de una maldita vez!
Mis manos se dirigen a mi cara para cubrir mí cara mientras decido levantarme para huir de aquella situación pues los gritos de Jimin habían conseguido que mis lágrimas quisieran salir. Con los gritos de Jimin de fondo pidiendo que no me fuera, comienzo a correr hacia el interior de la universidad esquivando como podía a la gente que pasaba por allí y decidí encerrarme en el baño de chicas para todo lo que quedaba de día.
— Me duele más el extrañarte sabiendo que te fuiste sin pensar en mí que tu propia partida...
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Caminé y caminé hasta llegar a las afueras de la ciudad. Al salir de clases pasé las puertas lo más rápido que pude para no tener que ver a Jimin, al menos no hoy. Cuando quise darme cuenta había llegado a mí destino y una solitaria lágrima resbaló por mi mejilla cuando me percaté de ello. Había llegado a aquel lugar especial donde Jeon me había llevado el mismo día que se fue... Y seguía igual fe bonito, solo que ahora tenía un leve ambiente solitario. Me acerqué al agua cristalina de aquel lago y la toqué suavemente con la yema de mis dedos. Al momento de hacerlo, los recuerdos de ese día vinieron a mí como si fueran una película de amor y todavía él no se hubiera ido. No me di cuenta que mis ojos se habían cerrado y que mi cuerpo estaba recostado junto al lago como aquella vez hasta que sentí una suave respiración en mi cuello y oreja que me hizo abrir los ojos sobresaltada. Lo siguiente pasó muy deprisa, un lobo negro de ojos azules estaba sobre mí, pero no era un lobo normal, medía el doble que uno corriente y no me atacaba, solo me miraba de una forma tan familiar que ni siquiera podía explicar, hasta que vino aquel recuerdo a mi mente...
◌⑅⃝●♡⋆♡ 𝑭𝒍𝒂𝒔𝒉𝒃𝒂𝒄𝒌 ♡⋆♡●⑅⃝◌
— Jungkook, ¿Porque tus ojos cambian de un marrón oscuro a un azul intenso? -Acaricie su mejilla y este al instante me miró-
— Pues verás... No sé mucho sobre ello pero, mís padres me dijeron que nací con un tipo de enfermedad en los ojos... -Aclaró su garganta y siguió- Cuando estoy enfadado, triste o muy feliz estos cambian de color, sé que es difícil de creer pero ni yo sé cómo esto pasa.
— Oh... Entiendo, tal vez tu enfermedad sea algo parecido a la heterocromia, sé que no es una enfermedad pero tal vez derive de eso -Sonrio levemente y dejo un beso en sus labios- Te quedan bien los ojos azules, me gustaría verlos más a menudo.
— Tal vez si los veas más a menudo lobita -Una pequeña risa salió de su garganta y yo lo miré confusa- Es un buen apodo para tí, eres muy peleona.
— ¿Eso crees? Y aún no me has visto en combate lobito -Hice énfasis en la última palabra con cierto tono de burla-
◌⑅⃝●♡⋆♡ 𝑭𝒊𝒏 𝒅𝒆𝒍 𝒇𝒍𝒂𝒔𝒉𝒃𝒂𝒄𝒌♡⋆♡●⑅⃝◌
— Eres tú...
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··±El no es lo que parece±··
FanficTodos creemos que en esta sociedad, de algún modo todos somos iguales, que todo tenemos algo en común, pero... ¿Y si hay personas que no son lo que parece? · · · · · · 𝙉𝙤 𝙨𝙚 𝙖𝙘𝙚𝙥𝙩𝙖𝙣 𝙘𝙤𝙥𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖. 𝙀𝙣 𝙘𝙖𝙨...