CAPITULO 14

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Sabrina espero a su cuñado bebiendo un poco de vino en la sala. Tenía el camisón blanco de siempre y el cabello suelto pero había algo diferente en ella ahora que sabía que el sheik tenía sus miras en la dulce figura de la pelirroja.

—ah... que haces despierta tan tarde,Sabrina— dijo Thomas sentándose a su lado.

— Quería charlar contigo y que me cuentes todo sobre tu visita a nuestro ilustre vecino—

El hombre no pudo contener la risa y Sabrina lo reprendió.

—Bueno pues para empezar no hubo serpiente en el banquete. Y la verdad la pasamos muy bien con el sheik. Es un hombre culto, no faltó tema de conversación.

— Si, he charlado en algunas ocasiones con el.

— Vamos a la biblioteca si no te molesta , quiero comenzar a tratar algunas cuestiones sobre nuestros negocios.

Una vez en la intimidad del estudio, Thomas encendió un cigarro y tomo su lugar frente al gran escritorio de caoba de Sabrina.

— Querída, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que charlamos aquí. Creo que lo que tengo que proponerte significará un desafío enorme para los dos.

— Ay , Thomas , dime qué te traes.

—Me gustaría que trabemos relaciones comerciales con el sheik. Su capital es justo lo que precisamos para expandir todos los negocios que tenemos en marcha. Si todo sale bien ni tus hermanos ni tu hijo ni los hijos de sus hijos vivirán jamás en la pobreza.

Sabrina lo miro asombrada.

— ¿De eso se trató toda esa cena? Te ha seducido con su dinero y sus palabras bonitas.

Thomas soltó un poco de humo y luego hizo un gesto como queriendo disiparlo.

— No ha sido el quien hizo la propuesta. Tu me conoces y sabes muy bien que cuando veo un potencial jamás me equivoco. Creo que deberíamos ampliar nuestros horizontes. Es por el bien de todos.

—No quiero tratos con ese hombre.

—Dime porque ¿Te ha molestado?

Sabrina bajo la mirada y nego con la cabeza.

—Entonces no te comprendo.

— Puedo aceptar que lo tomes como socio pero te voy a pedir que seas tu el que tenga contacto con el.

Thomas perdió la paciencia ante la poca sinceridad de su cuñada y se levantó de la silla para caminar hasta uno de los ventanales que daba al jardín.

— El sheik ha perdido la cabeza por ti. Y no lo juzgo, eres hermosa y joven, si tan solo me gustarán las mujeres... ya serías mi esposa.

Al oír esto, Sabrina se sonrojo, no podía creer el atrevimiento del sheik.

—Las atenciones del sheik Said no son bienvenidas. Soy una mujer de familia y no necesito más escándalos.

Thomas se acercó a ella y ubicandose detrás del sillón le susurro con malicia:

— No me parece que vaya a generar ningún escándalo que tú te tomes ciertas libertades. Una viuda puede permitirse uno o varios amantes.

Sabrina miro en direccion a Thomas , indignada.

—Tienes nada que perder y mucho por descubrir querida...además nadie tiene porqué enterarse.

— Estás sacando conclusiones alocadas.

—No lo creo. Y si no tienes motivo para oponerte a los negocios que planifico entonces déjame decirte que no te quedará más remedio que acostumbrarse a tratar con el ilustre sheik de Magreb.

Sabrina salió de la biblioteca furiosa y al borde del llanto. En su habitación,lamentó no decirle la verdad a Thomas para evitarse un vínculo con el sheik pero ni ella tenía en claro aún lo que su resistencia ocultaba.

La Elegida del SheikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora