El día soleado sólo invitava al rubio ; ojizafiro a que darse cómodamente en su cama.
Desde ya hacía una semana, no se recostaba en el sófa, posiblemente por que su hermano Reiji le amenazó en quemar todos los sillones.
Con su brazo derecho cubrió sus ojos. Por un intento de recobrar su sueño, eligio una canción clasica de piano "Nocturne In E-flat Opus 9 No. 2" de Frédéric Chopin. Una calma fue lo siguiente, ya nada le importaba, se encontraba sumergido en aquellas notas. Sus músculos se sintierón adormecidos y así cayó en un profundo descanso.
Cuando desperto; pestañeo un poco, abrió el ojo izquierdo contemplando a la muchacha que se encontraba a los pies de la cama. Cabello hasta los hombros, lacio y castaño, unos ojos dorados así como un cuerpo frágil.
-Shuu-san son las 9:30, así que Reiji-san me envió a buscarle.- dijo con una voz que aparentaba cierto nerviosismo.
Desviaba la mirada. Movia inconsientemente los pies contra el suelo, provocando un ruidito que resonaba por la silenciosa habitación. Él rubio frunció el ceño.
-Dime Luisa ¿eres virgen?- pregunto sin ningún pudor. Tomando asiento en la cama.
La castaña detuvo los golpecitos con los zapatos y abrió demasiado los ojos ante tales palabras. Agacho la cabeza pero aun se notaba su sonrojo.
Shuu suspiró cansado, esperando la respuesta. Total nada tenía que hacer.
-S-si...- a penas audible contestó.
-Perfecto.- contestó adormilado.
A parecio detrás de la jóven, aspirando el aroma de su cuello. La piel de ella reacciono al instante. En un abrir y cerrar de ojos ; Shuu se encontraba encima de ella.
-S-shuu-san yo no...- le interrumpio con un fugaz beso.
Acaricio la pierna de la castaña, inspeccionandola con cuidado.
Acerco sus labios rosandolos con los ajenos. Contemplo los orbes dorados, perdiendose en ellos.
Nuevamente atacó el cuello haciendo un camino de besos, cuando llego a la clavícula la delíneo con su labio inferior, provocando un apenas audible gemido de la jóven. Una sonrisa se dibujo en su rostro.
Deslizó el vestido de Luisa dejando la cubierta por su ropa interior ; un conjunto rosa pálido. La castaña cerro los ojos al sentir como los delgados dedos de Shuu zigzagueban en su espalda. Provando una electrisante sensación que hizo que arquera la espalda.
Él ojizafiro habilmente saco su ropa, el cuerpo de este a pesar de ser delgado tenía marcado el abdomen. Un mar de emociones invadian los pensamientos de ambos. Sus respiraciones se agitaban llegando a parecer jadeos incontrolados.
Ella undio sus dedos en el despeinado y rubio cabello. Mientras él mordia suavemente el blanco cuello, dejando marcas. Shuu mordio el lóbulo de la oreja derecha, haciendo que la castaña soltara un sonoro Ahh.
Cuando su mano encontro como desabrochar el sujetador, casi lo arranco. Besó suavemente el canalillo de sus pechos.
Luisa sentía sus piernas debiles ; y sus caderas se movian indicandole a él que ya no resistia tal tortura. Pero él aun no cedia, le haría sufrir un poco más. Acaricio el abdomen delgado, dibujando circulos con su dedo al rededor del ombligo.
Aspirando el aroma a fresas que desprendia la piel fresca, pellizcaba con los dientes dejando la piel rojiza.
Ella en un intento de seducirlo -fallido- uso sus manos para rozar con ellas la intimidad de él. Él ojizafiro enarco una ceja, por la traviesa actitud de ella.
Sin embargo lo que siguio a continuación la parálizo, Shuu se levanto tomando su camiseta, pantalón y suéter. Se cambio y salio despacio. Sólo se escucho la puerta cerrarse.
Luisa tomó el sujetador ; y cuando se terminó de colocar el vestido. Escuchó la puerta del cuarto abrirse. Se giró avergonzada de pensar quien sería.
-Después de la boda, seras mía.- murmuro Shuu. Parado en el marco de la puerta esperando la reacción de la muchacha con la que minutos atrás estuvo en una oleada de calor corporal.
Ella sonrió feliz. Corriendo a él, atrapó su cuello con ambos brazos. Dejandolo a su merced. Los labios de los dos se unierón con gracia haciendo un baile lento y preciso.
