¹ Nara.

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El ataque del Kyubi había atemorizado a toda la población de Konoha

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El ataque del Kyubi había atemorizado a toda la población de Konoha. Varios militares habían caído, se necesitó la completa intervención del cuarto Hokage. Toda la aldea era un caos, lo peor, el cuarto Hokage y su esposa, habían muerto.

Shikaku Nara estaba en la oficina del Hokage, como el consejero y líder en jefe del consejo, ahora llevaba un pequeño y adorable bulto en los brazos. Un bebé recién nacido que dormía pacíficamente, como si supiera que ese lugar era seguro para él.

—Hokage-sama.— Fumaba su pipa mientras observaba al pequeño. —Me llevaré a éste bebé.— Declaró mientras se aferraba al pequeño.

El Hokage lo observó con duda, conocía a su consejero, pero. —¿qué ganarás con ello Shikaku?—

—Que mi hijo mayor tenga un hermano, que mi hijo menor crezca en una familia que lo ame y lo proteja, qué si me pasa algo, mi clan tendrá dos guardianes.— Observó al Hokage con firmeza, no daría su brazo a torcer.

Hiruzen Sarutobi, el tercer Hokage, dudaba en entregar al menor, iba a ser complicado controlar a la bestia, pero ir en contra de un líder iba a ser contraproducente, aun asi queria ver que tan firme era shikaku Nara respecto a su decisión. —¿Cómo evitarás que sospechen? Ese niño será blanco de criminales donde se sepa hijo de quien es.—

Sonrió. —Recuerde que también soy temido, en el campo de batalla soy tan reconocido como Minato.— Apretó al pequeño bulto como si su cuerpo fuera el escudo más poderoso. —Los bebés necesitan un padre y una madre, un hogar y no las estupideces del consejo y mucho menos verse vinculado con problemas políticos y de territorio.—

—Minato murió, tú hijo será el heredero, ¿que podría esperar Naruto?— Nuevamente intentó arremeter contra la idea del líder del clan Nara.

Negó con decepción, Minato nunca creyó sobre su idea, pero no dejaría que el pequeño crezca siendo odiado. —Mi hijo mayor tendrá alguien que no dudará en confiar en él y el menor a alguien que jamás le dará la espalda.—

Asintió, rindiéndose ante el preceptivo líder. —Muy bien, pero déjame decir, que tal vez sea más difícil convencer a tu esposa.—

Se sabía que la esposa del líder Yoshino Nara, era muy difícil de mover de su punto, tan inteligente y tenaz como un Nara, a la par tan decidida y fuerte como sus antepasados. Un boleto en contra del líder y a favor del anciano.

—Deja que sea yo quien atienda la furia de mi esposa, ahora tengo dos hijos. Recuerde que éste pequeño tiene una basta fortuna que heredó de sus padre biológicos, pondré un sello de mi familia y que nadie toque lo que le pertenece.— Enfrentó fríamente mientras cubría a su pequeño hijo con su abrigo.

—Puedes llevártelo, mañana saldrá el certificado de nacimiento.— Decidió ignorar el comentario anterior. Tener en contra a un integrante del Ino-Shika-Cho no convenía. —No decepciones a Minato y a Kushina.— Aconsejó.

—Mi familia será escudo y espada para Naruto Nara.— Salió siendo resguardado por dos anbu.

Yoshino Nara la matriarca del clan estaba en su casa, esperando el retorno de su querido esposo. Su pequeño Shikamaru de casi un año estaba dormido en sus brazos. El ataque del Kyubi fue imprevisto, la liberación del sello se debía al embarazo de su amiga, quizá era mejor hacerse a la idea de no volver a ver a su amiga.

—Yoshino.— Shikaku llegó con el bebé en brazos.

Alzó la mirada encontrando un bulto en brazos de su esposo. —Shikaku.— Sintió su tono temblar, la cabellera rubia.

Se hincó a nivel de su esposa. —Minato y Kushina, perecieron.— Cerró los ojos con dolor.

Yoshino trataba de mantener la calma, pero, ¿cómo logras eso? —¿Él?—

Asintió. —Su nombre es Naruto.—

—Shika-Chan, tienes un hermano pequeño.— Con cuidado movió a su hijo, después lo acercó al menor. —Se parece a él.—

—Le colocaré sellos para cubrir su apariencia, pero será nuestro hijo.— Firme y amoroso tomó la mano libre de su esposa.

Tomó al menor en brazos mientras su esposo cubría a Shikamaru, los cuatro se fundieron en un cálido y amoroso abrazo familiar, ahora Shikamaru sería el hijo mayor, Naruto el pequeño hijo de un seno familiar. Shikaku y Yoshino son padres felices y dispuestos a todo con tal de mantener la seguridad e integridad de sus dos hijos.

Yoshino entendió, su amiga había muerto, lloró en los brazos de su familia. Extrañaría a Kushina, pero se aseguraría de ser la mejor madre posible para ambos pequeños, mantendrá el amor hacia su amiga caída y el respeto por un amigo leal. Shikaku de igual forma lloró para guardar luto por su amigo caído en batalla, mantendrá esa promesa que una vez firmaron cuando era muy jovenes.

Después de algunos días, el clan Nara estaba celebrando, había nacido un nuevo heredero, Naruto Nara, nació luego de algunas complicaciones y ahora todos estaban felices de saber que el líder del clan tenía dos hijos con talentos latentes.

La aldea se cubrió en la noche, llevaban dos días de trabajo para la reconstrucción de la aldea. Aunque Shikaku estaba tranquilo, su gente había sufrido pocas bajas, había cumplido su promesa con su amigo y ahora protegía a sus dos hijos.

Minato, sé que quizá no fui el mejor amigo, no pude protegerte, pero te prometo que trataré de ser un mejor padre. Naruto será amado, protegido y respetado. Así como también me encargaré de que aprenda de tus habilidades y desarrolle sus habilidades genéticas. Naruto dormía abrazado por Shikamaru, ambos cubiertos por la pequeña manta con venados y gatitos. La luna cubría sus sueños.

Shikaku ingresó a su despacho, había colocado varios sellos a su hijo menor, tambien tenia el total de la fortuna heredada de parte de Minato Namikaze y Kushina Uzumaki, además había abierto una bóveda para que el menor tenga su herencia con los Nara, siendo el segundo heredero todo se dividiría a la mitad cuando llegue el tiempo.

—Minato, protegeré y velaré por la felicidad de Naru-chan, he sellado todo lo que dejaste, no permitiré que alguien toque a mi hijo, puedes descansar en paz.— En su despacho había una foto hermosa, Minato, Fugaku y él en el valle del fin, ahi habian realizado una promesa, los tres habían sido amigos aun cuando pertenecían a escuadrones diferentes, su amistad nunca se debilitó, al contrario, cambio con el tiempo y se fortaleció.

Yoshino se acercó a su esposo, no la había detectado, pero las barreras del clan se habían fortalecido nuevamente. —Es hora de ir a dormir, los niños duermen y tú debes estar fuerte para cuidar de todos.—

Besó la mano de su esposa. —Vamos, hay dos pequeños.—

Los dos adultos se despidieron de sus amigos, el funeral había sido devastador, pero les había llevado un regalo, el más hermoso y ahora eran capaces de protegerlo.

Vínculo Por Amor. -Gaara Naru.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora