Capítulo 6.

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Jisoo

—Buenos días, linda—. Murmuró Lalisa besando mi cuello. —¿Dormiste bien?

Sonreí y asentí lentamente girándome a besarla.

—¿Cómo te sientes?—, preguntó rodeándome con sus brazos.

—Bien—, murmuré. —¿Tú?

—Yo muy bien. Te extrañaba, extrañaba dormir a tu lado. Besarte y bueno...— sonrió observando nuestros cuerpos desnudos.

—No te acostumbres, esto. No debió pasar y no significa que te he perdonado.

—Jisoo... sabes que podemos intentarlo—. Asentí levantándome. —¿Por qué huyes?

—Porque anoche fue sólo sexo, no fue... por otra razón—, sentencié. —De hecho sólo ha sido, porque bebimos y me convenciste de recordar viejos tiempos.

—¿Tan mal estuvo?—, preguntó recostándose y levantando la sábana. —Creo que la hemos decepcionado, amiguito.

—Lisa, no. No dije eso—, giré mis ojos. —Es sólo que ya no tenemos veinte años y el sexo no lo sé... no me llama la atención como una buena forma de conquistarne.

—Jisoo, no usamos protección...— murmuró Lalisa.

—Sí, ya sé. Tomo la pildora y espero que...

—He usado protección no te preocupes, anoche no tenía—. Se justificó. —¿Puedo ducharme?—. Asentí y se levantó a besarme. —Te amo, Jisoo.

—Lleva a Ron a la escuela.

Usualmente no soy tan estúpida para hacer ésto, no nos habíamos acostado desde que nos separamos y anoche fue un desliz después del postre y... No lo sé, bebimos. Quiero culpar al alcohol, he tenido una pesadilla y ha sido terrible, he soñado con unos grandes ojos rojos que me asechaban al dormir y no podía dejar de sentirme trastornada por ello.

Me levanté y caminé a la habitación de mi pequeño. Estaba recostado en su cama en forma de auto, sus pequeñas piernas colgaban en el costado tocando la alfombra roja y sus sábanas caían del otro lado, él y Lisa siempre han tenido mal dormir, se parecen bastante en eso.

—Cariño, hora de levantarse—, murmuré besando su mejilla. —Mamá te irá a dejar.

Él me observó somnoliento y escondió su cara en mi cuello, lo tomé en brazos y lo lleve a su baño.

Laa maternidad no era algo que esperaba, me embaracé con diecinueve años, claramente conseguí superarme sin embargo no era la edad ideal para maternar desde mi punto de vista, y me re - plantearía mucho el volver a tener otro hijo.

Pero aún así amo mucho a Ron.

Pero aún así amo mucho a Ron

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Jennie

—Buenos días—, habló la rubia a mi lado.

—Oh, hola...— murmuré.

De armas tomar | JensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora