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"La muerte de una sultana"

La presión de Hurrem aumentaba con cada palabra de su única hija, lamentaba todo el desprecio que le había dado, si pudiese revertir las cosas , sería para ser una mejor persona

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La presión de Hurrem aumentaba con cada palabra de su única hija, lamentaba todo el desprecio que le había dado, si pudiese revertir las cosas , sería para ser una mejor persona.

Pero era tarde.

Sus pulmones se detenían, a él igual que su corazón latía cada vez más lento, sus ojos se cerraban, su cuerpo se tensó. Ahora estaba más pálida de lo común a su aspecto desde una noche atrás.

Su cerebro procesaba cada segundo de dolor, su estómago dolía. Sus piernas dolían, sus manos llenas de moretones. Sus ojos azules que ya no brillaban.

Mientras su hija desquitaba su furia, Hurrem pasaba a mejor vida.

Los gritos desde afuera podían escucharse, por lo que entró Selim, mientras Mahnaz. Su concubina favorita, observaba la escena conmovida.

"Hurrem sultan había pasado a mejor vida, el cinco de agosto de 1540 en el palacio Topkaki"

"La fundadora de el sultanato femenino abandonó el mundo a los 46 años"


El palacio se había llenado de negro puro, las celebraciones habían terminado, y era momento de guardar el luto por la fallecida sultana

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El palacio se había llenado de negro puro, las celebraciones habían terminado, y era momento de guardar el luto por la fallecida sultana.

Nadie lloraba, ni siquiera sus propios hijos.

Cihangir miraba el ataúd con frialdad, él nunca había visitado a su madre desde que cumplió los 16.

Bayazid mantenia su cabeza baja mientras era consolado por su consorte , Defne.

Selim y Mahnaz permanecían unidos, aún que claro. Este también contaba con el apoyo de Nurbanu.

Y Mihrimah, era consolada por su esposo. Sentía una mezcla de emociones que le molestaban, pero no podía llorar. Ella creía que cuando viese pasar el ataúd rompería en llanto, cuando la fuesen enterrando. Cuando sintiese ese recuerdo fugaz de su madre sonriéndole, no sentía nada.

Apenas la noche llegó, el silencio fue peor.

Nurgul y Mustafa estaban tensos, su boda no se había terminado por la sultana Hurrem, pero no estaban molestos. A ambos la sultana les hizo una vida imposible en múltiples ocasiones.

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