Capitulo 55

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FRANCESCA AMATOS.

Han pasado dos días que me han parecido una eternidad, Sofía sigue sin mover ni un solo dedo y mi miedo comienza a incrementarse, solo espero que despierte, haría cualquier cosa para que habrá los ojos.

El sofá en el cual duermo es muy incómodo y mi cuello comienza a pasarme factura de mi mala posición para dormir.

Duermo en el hospital, trabajo desde el hospital, como en el hospital y me baño en el hospital, no me muevo ni para salir a tomar aire, no quiero dejarla y no voy a hacerlo.

Le ruego y ordenó constantemente que despierte, que haré cualquier cosa por ella, solo le ruego que no se lleve mi corazón con ella, que se quede a mi lado u si despierta y no quiere volver a saber de mi yo desapareceré, pero que abra los malditos ojos y me diga cualquier cosa.

El doctor dice que hay que esperar a que su cuerpo de alguna señal de lo que pasará, para bien o para mal necesitamos una reacción de su cuerpo, pero no hay ni una sola y eso me provoca desesperación.

Estiro mis piernas y muevo mi cuello, este sofá me va a dejar dura en cualquier momento, vuelvo mi vista a la laptop que tengo en mis piernas, manejo mis empresas desde aquí y las cosas que debo firmar lo hace Adriano lo cual es permitido por el poder que le firme para que se haga cargo de mis bienes cuando yo no puedo.

Mi cuello y mi espalda pide piedad, estoy demasiado contracturada que en cualquier instante voy a considerar la idea de acostarme al lado de Sofía.

Mi teléfono comienza a vibrar, lo ignoro la verdad es que no quiero hablar con nadie, pero el maldito aparato no deja de vibrar.

Le echo un vistazo al teléfono y es Adriano.

-Te envié para que hicieras algo porque no tengo cabeza para hacerlo yo así que será mejor que tu llamada sea para que salve tu trasero de la muerte... ahora, ¿Que quieres?- digo molesta.

-De hecho... están a nada de bombardearme el culo- suena nervioso- resulta que los rusos no quieren negociar conmigo, quieren que estés presente tú y les importa una mierda el poder que me firmaste.

-¿Los amenazaste?- pregunto.

-Francesca, son Rusos, sabes como son y no puedo amenazarlos si no soy alguien que tenga más poder que ellos y tampoco soy un jefe de una familia importante, te quieren a ti.- Adriano tiene razón, son rusos y ellos solo se dejan apretar los cojones por alguien que tenga más poder.

-Enciende la laptop y ponla en la mesa frente a ellos que te llamare.- corto la llamada.

Suspiro frustrada y sueno mi cuello, busco el contacto de Adriano en la laptop.

Nunca me ha sido difícil ser fría e indiferente, mi rostro no muestra ni la minina emoción que puedo sentir en algún momento, pero me está siendo difícil ahora no mostrar mi miedo y tristeza cuando tengo enfrente a la mujer que ha robado mi corazón y me ha devuelto las ganas de vivir y ser feliz , pero es difícil porque esta mujer está sumida en un coma del cual los médicos me han dicho que es poco probable que despierte.

Suspiro una vez más poniendo mi máscara de hielo y congelando mis emociones una vez más, apreto la tecla para llamar y la pantalla muestra al instante a algunos de los jefes de la mafia rusa, los seis hombres altos, musculosos, peligrosos y sádicos se les podía notar el semblante molesto, debido a mi ausencia.

-Francesca Amatos... - levanto mi mano para que se calle y lo hace molesto.

- Ya budu bystro (Seré breve)- digo con mi perfecto acento ruso y segura con mi máscara de hielo e Indiferencia- Ikh razdrazhayet moye otsutstviye na vazhnoy vstreche, otsutstviye, kotoroye ya zamenyayu svoyey vernoy pravoy rukoy, rukoy, kotoruyu ya prikazal sdelat' to, chto ya prosil, ne dostavlyaya mne nikakikh khlopot, i meshayut yemu sdelat' to, chto ya prikazyvayu. Menya ne volnuyet, yesli oni rasstroyatsya, ya zanyat chem-to gorazdo boleye vazhnym, poetomu, poskol'ku oni ne khotyat vesti peregovory s Adriano, my oblegchim im zadachu. Libo oni na moyey storone, libo net, no uveryayu vas, chto yesli net, to oni budut moimi vragami i deystvitel'no budut znat', pochemu menya nazyvayut d'yavolom mafii i potomu chto ya samyy opasnyy prestupnik v mire.
(Están molestos por mi ausencia en una reunión importante, ausencia que remplace con mi fiel mano derecha, la mano que ordené hacer lo que pedí sin causarme ningún problema, y ​​le impiden hacer lo que le ordeno.
No me importa si se molestan, estoy ocupada con algo mucho más importante, así que como no quieren negociar con Adriano, se lo pondremos mucho más fácil. O están de mi lado o no, pero les aseguro que si no, entonces serán mis enemigos y sabrán realmente por qué me llaman el diablo de la mafia y porque soy la criminal más peligrosa del mundo.)

Los seis hombres están serios pero ni aún con el semblante serio pueden disimular bien el miedo que les provoque, saben que si quiero puedo destruirlos de la forma más cruel y despiadada.

-¿Oni sobiralis' chto-to skazat'?
(¿Iban a decir algo)- pregunto con ironía y se miran entre todos.

-Dobroye utro, missis Amatos.
( Buenos días, señora Amatos).- Dicen todos.

Corto la llamada y masajeo mis sienes mirando a Sofía pensando en la forma en la cual respondí a su "te amo", fui muy realista en ese instante, no sabía que decir solo vino a mi mente el lugar al fui cuando ella me rechazo y también lo que hice.

Desde que Sofía apareció en aquel apartamento buscando su billetera y la vi, vi una Diosa, una ninfa que su belleza me hipnotizó a tal punto que sentí que solo estábamos ella y yo en aquel lugar. Dejó de importarme el porque había ido a buscar a Mario, dejo de importarme mi poder y mi posición, lo único que pensé en ese momento fue en hacerla mía, que ella me perteneciera, pero todo sucedió como una ironía porque a medida que la iba conociendo yo era más suya que de lo que ella podría ser mía.

Todo de mi le pertenecía, fue una intrusa que se adueño de todo lo que me perteneciera, ahora vivo, respiro y muero por ella.
No soy el héroe que mujeres como Sofía esperan y tampoco pretendo serlo, pero hay algo de lo que estoy segura y es que no me conmovería mi fría alma en hacer arder el mundo por ella, mataría a cualquiera sin pensarlo. Soy una persona que tiene todo lo que quiere y que no sabe perder, pero dejaría mi orgullo por ella, si ella quiere alejarse de mi, porque soy capaz de todo para que ella esté bien y se sienta bien, aunque su felicidad yo no se la pueda dar, no me importa si eso termina por matarme por dentro, lo que desea mi Diosa son órdenes para mi. La única persona a la cual puedo obedecer y cumplir lo que ella quiere.

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