•𝐂𝐨𝐥𝐞𝐠𝐢𝐨 𝐃𝐮𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫𝐢𝐥•

𝟎𝟎𝟏. 𝐄l nuevo comienzo

-???: Cher! Ya vámonos!

-???: Ya voyyy!

Esa era yo, Cher, una duendecita de ascendencia rusa, pelirubia, estatura bajita, 15 años, escorpio, y como siempre, llegando tarde a todos lados, ahora voy tarde a mi primer día de clases.

-???: ¡Es el mejor colegio! ¡No puedes llegar tarde!

Así era mi padre, siempre regañandome, me puse los audífonos y le di play a la canción "Dollhouse" de Mélanie Martínez, con la cual me sentía identificada, mientras estaba escuchando la letra, veía por la ventana, duendes pasar rápidamente, iban tarde a algún lugar. Igual que yo, tarde el primer día.

Pasaron unos quince minutos y ya me había escuchado todo el álbum "Cry Baby", mi padre había estacionado mal para que me apurara, me bajé rápidamente del auto.

Apenas me bajé del auto, mi papá aceleró el auto y podía ver como se iba a lo lejos.

Caminé hacia el patio, podía ver un letrero: "Magic Snow Academy", veamos que tan mágico es este lugar.

En el patio había una multitud de duendes, estaban formados por curso, debía buscar a mis amigas.

-???: PRIMERO MEDIO B! POR AQUI!

Ese era mi curso y era una voz familiar, me acerqué y Colorita me dió un abrazo por la espalda.

-Colorita: YA TE ECHABA DE MENOS!

-Cher: No se cual era la idea de no seguir en el otro colegio, con nuestros compañeros.

-Colorita: Conoces a tu padre y yo a mi tía.

-Celeste: Holis!

-Cher: Tú también!

Y las tres nos dimos un abrazo, no sabía que Cele también iba a cambiarse a este colegio. Estaba felíz que mis amigas de siempre estuviesen conmigo.

-???: Formense señoritas!

Una señora, de no muy buena vibra, nos mandó a formarnos, eso hicimos.

-Celeste: Según mi mamá, en su época aquí fue su primer amor, y los chicos eran "guapos".

-Colorita: Pues en sus tiempos, ahora hay puro orangután, incluyendo mi hermano.

-Cher: Ey! Me lo respetas!

-Colorita: Se me había olvidado que te gustaba ese mono que tengo que llamar hermano.

-Colorito: ¿Están hablando de mí?

Apareció tan rápido que apenas me dió tiempo de pensar en que decirle, se me pusieron las mejillas de un color rosado.

-???: Queridos estudiantes!

Y de la nada hubo un silencio.

Uff, salvada por la directora, pensé mientras veía como Colorito se formaba en la fila de hombres.

-Directora: Soy su directora, para los que no me conocen, diganme Miss, este año Escolar será distinto, nuevos desafíos, nuevas metas, una oportunidad para superarse...

Y empezó a hablar cosas a las que no le presté atención por estar haciendo señas con mis amigas, nos inventamos códigos, nos reíamos, hasta que nuestra profesora nos regañó.

Estuvimos ahí durante media hora, sin mentir, escuchando el largo discurso de nuestra directora...

Entramos a una sala, bastante limpia, con unas ventanas al lado izquierdo, algunas mesas estaban rayadas, recordé mi antiguo Colegio.

-Profesora: Se pueden sentar donde quieran, los nuevos pasen adelante a presentarse.

Ay no, mi mayor miedo, pasé de la mano con mi mejor amiga Celeste, pasó Colorita junto a su hermano y otro chico de cabello verde, se veía simpático.

-Colorita: Me llamó Colorita, él es mi hermano Colorito, tengo 15 años y vengo del Colegio Diamonds College.

-Colorito: Esta es una mona, digo mi hermana.

Todos soltaron una risa.

-Colorito: Vengo del Diamonds College, me gusta jugar Basket y tengo 16 años.

-Cher: M-Me llamó Cher y tengo 15 años....

Sentía como mis manos sudaban...

-Celeste: Me llamó Celeste, tengo 15 años y soy porrista.

-???: Me llamo Pistacho, tengo 15 años y me encanta el fútbol.

-Profesora: Ya pueden tomar asiento.

Nuestros compañeros empezaron a murmurar.

Y todos nos fuimos a sentar, yo me senté con Cele y Colorita con Colorito.

El día transcurrió con normalidad, a la hora de salida me fui con Celeste a mi casa, nos quedamos un rato en mi habitación porque mi padre estaba trabajando.

-Celeste: Estaba bonito el chico de pelo verde.

-Cher: ¿Pistacho? Es un fifas, no es para tí amiga.

-Celeste: A ti te gusta un orangután y yo no te digo nada.

-Cher: Cuidaditooo!

Le hice una cara que parecía que se me hubiese metido el diablo, nos largamos a reír.