Soobin nunca fue un alfa 'común y corriente'; desde que es pequeño, recuerda que las personas desconocidas estaban constantemente preguntándoles a sus padres si realmente iba a ser alfa, y sus personas cercanas siempre lo han visto como un espécimen raro. En realidad, sus padres fueron los únicos que lo han comprendido y defendido de todas las críticas que le daban por el solo hecho de ser diferente. Porque sí, antes era demasiado pequeñito y hasta delicado. En resumidas cuentas, parecía más una niña que un alfa.
Era solo un niño, no podía entender siquiera lo que ser alfa o ser omega significaba, sin embargo ya estaban poniendo sobre sus hombros una carga muy pesada, ¿y por qué? Porque no entraba en los estándares comunes de los alfas, aún cuando la doctora había determinado que lo sería. Solo era un niño, uno muy pequeño.
A él realmente toda esa mierda no le importaba, él es quien es; un chico suave, de mejillas redondas y de voz fina. De muy buenos sentimientos, modales y actitudes. Pero a la gente no le importa eso, solo masacran a los que no son como ellos, aún si esas personas a las que tanto les divertía molestar y excluir son felices con ellos mismos.
La presión de su entorno para que se volviera "más alfa", no hizo más que frustarlo consigo mismo, con lo que era, con lo que significaba ser como quería. Su personalidad se volvió hostil y su casi inexistente grupo de amigos se redujo como consecuencia.
El tiempo pasó y se volvió un adolescente harto de la vida, que asistía a la escuela donde constantemente le hacían burla por su apariencia física, por completo compromiso y que no tenía ganas de socializar con nadie. Se volvió en un alfa amargado que odiaba a su lobo. No puede evitar pensar que si hubiera nacido omega o hasta beta, nada de lo que tuvo que pasar le hubiera sucedido. Esos pensamientos y su constante rechazo a su parte animal hicieron que su lobo se aislara de él, y a los diecisiete años no han tenido contacto. Es un alfa sin olor, sin olfato, que tuvo su primer celo hace un año y su voz de comando no aparece aún. Aunque no le importaba, ya no.
Faltaba poco tiempo para terminar la preparatoria y una vez tuviera su diploma se iría tan lejos a una universidad a otro país, hasta que todos los recuerdos de su infancia y adolescencia se fueran de su mente. Una vez fuera de Corea, todo sería diferente, o eso trataba de pensar para animarse y no acabar con su vida.
Camina por los pasillos de su escuela, entrando a su aula a los pocos segundos, da un recorrido rápido con la vista al lugar para ver quienes ya habían llegado, cuando un olor a fresa que reconocía muy bien invade su sistema. Es el único olor que ha sentido en toda su vida y el propietario no es ni más ni menos que Choi Yeonjun, el omega más perfecto que cualquier persona podría llegar a conocer.
Un omega alto, delgado y de sonrisa radiante, tez clara y mejillas sonrojadas naturalmente, toda la ropa que se pone le queda grande y lo hace ver malditamente adorable. Extrovertido pero tímido, de personalidad y actitud cálidas, agradable y gracioso. Era un ser encantador, incluso él podía admitirlo. Los alfas morían por estar con él, los más "dignos" lo cortejaban y el resto intentaba cortejarlo. Los betas lo miraban con admiración, como si fuera inalcanzable y las omegas que no eran sus amigas lo odiaban.
Es el típico omega que termina casándose con un gran alfa poderoso y se dedica a atender su hogar y a cuidar sus cachorros. Es el típico omega que se burlaría de él por parecer más omega que alfa. Pero Yeonjun lejos de burlarse de él, está constantemente rondando a su al rededor, tratando de entablar relación. Y él simplemente no puede entenderlo. ¿Por qué no podía simplemente buscarse otro alfa? ¿Por qué estaba todo el tiempo diciendo que lo quería?
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Instinto ⋆⋆ soojun
FanfictionSoobin no tiene contacto con su lobo hasta que se ve en la necesidad de salvar a Yeonjun, su omega destinado.