One-shots Genshin impact

Childe: Enemigos y amantes

(T/N) solo deseaba poder encontrar a su hermano, aunque tuviera que viajar por todo Teyvat para ello.

Childe era uno de los heraldos fatui, perseguía el deseo de que la Tsaritsa tenga todo el poder en Teyvat que merece.

Quién hubiera podido adivinar que ambos terminaron perdidamente enamorados del uno del otro?

La viajera nunca lo admitiría, después de todo, los fatui siempre fueron unos de sus principales enemigos.
Él onceavo de los fatui siempre tuvo una obsesión con pelear con rivales fuertes, por eso el adoró pelear contra (T/N)

- Hey chica, te apuntas a una pelea?- Eran las palabras que decía habitualmente cuando se la encontraba.
- Ahora estoy ocupada, Childe.

Pero la viajera era consciente de que no estaba allí para contentar los deseos de un fatui, ella debía encontrar a su hermano.
Pobre de ella al darse cuenta de que el pelirrojo había logrado cautivar su corazón, pero ni él ni ella debían estar juntos.

Ambos tenían objetivos diferentes, y podría decirse que ninguno era completamente un demonio ni completamente un ángel.
Cada uno tenía sus diferencias, pero para (T/N) ver el lado bueno del fatui solo termino haciéndola sentirse tan mal.

Había algo que si tenían en común, y era el amor por su familia.
Childe adoraba a sus hermanos, sobre todo al más pequeño de ellos.
Nunca quiso decirle cuál era su trabajo realmente, un chico tan joven estaría preparado para saber y entender esas cosas? Por ello le mentía diciendo que era el mejor vendedor de juguetes.

Puede parecer estúpido, es simplemente un hermano queriendo mantener los sueños de un pequeño chico, verdad? Pero a (T/N) realmente le sirvió para poder llegar a sentir más cariño por el pelirrojo.

Le hizo comprender que dentro del chico había bondad también, y que no todo de él era algo horrible.
Después de todo, las personas somos grises y no blancos o negros.

Quizás, esto le hizo controlarse un poco menos y dejarse llevar un poco por las palabras del pelirrojo.
Ella estaba realmente cansada del viaje, estaba siempre tan ocupada con todo el mundo mandándole que tenía que hacer. No necesita todo el mundo un momento para poder relajarse y simplemente ser feliz?

Bueno, que eso sea con un fatui no es especialmente la mejor idea.
Daba igual, el chico realmente la hacía sentirse muy bien. Ambos se amaban y eso era lo importante.
Ni Paimon ni el resto de personas podrán entender, cómo dos personas tan opuestas terminaron enamorándose? Seguramente ni si quiera el propio Rey Geo lo podría entender.

- Te había dicho alguna vez que eres la mujer más hermosa de Teyvat? - le comentó Childe a la viajera mientras estabas los dos abrazados en la cama.
- Muchas veces - dijo la chica y soltó una pequeña risa. - No entiendo que fue lo que me hizo obsesionarme contigo.

Childe la abrazó con más fuerza, realmente se sentía cómodo estar allí.
Aunque sabían que...tarde o temprano sus caminos se separarían. Nunca se olvidarían al uno al otro, después de todo...Se amaban.

Por castigo o regalo de los Dioses, sus caminos terminaron volviéndose a encontrar en las tierras de Fontaine.