XXVII.

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Aquella escena era lo lógico.

Esto era la vida real. No era un manga de tu héroe favorito. No era el protagonista usando el poder de la amistad y voluntad venciendo al villano de todos los tiempos.

Así que, aquella escena era lo lógico.

En ningún universo paralelo, en ninguna circunstancia, un aventurero nivel 1 podía vencer a uno de nivel 7.

Realmente, entre el nivel 1 y el nivel 2, ya había una enorme diferencia de habilidades y poder. Era como comparar un estanque con un lago. Ni hablar cuando se cotejaba con un nivel 7.

¡Plic!

La sangre que caía de la nariz de Naruto cayó al suelo en forma de tres pequeñas gotas.

Su otra herida. Podía sentir el líquido carmesí escapando de su antebrazo, viajando a través de la armadura hasta depositarse dentro de sus guantes, en la punta de los dedos. Una sensación incomoda que de a ratos lo hacía olvidarse del hormigueo en su otro brazo.

¿Por qué sonreía?

Ottar se hizo internamente aquella pregunta.

Su oponente no tenía ni la más mínima oportunidad de vencerlo, en ningún escenario posible. Entonces, ¿por qué? ¿Por qué sonreía de aquella forma desquiciada?

Pronto, la imagen residual de otra persona conocida para Ottar, apareció en escena detrás de Naruto.

Zard.

La mirada del Rey mostró impresión y nostalgia.

Y en ese preciso momento, lo entendió. Entendió la razón de aquella sonrisa desquiciada pintada en el rostro de Naruto mientras la sangre solo intensificaba la escena.

No era un Aventurero...

No era un Humano...

Lo que tenía frente a el, era una bestia.

¡FUSH!

Los pies de Naruto se deslizaron hacia atrás arrastrando el polvo del suelo formando un pequeño surco. Su torso se inclino hacia adelante junto a su cabeza casi pegando su frente al suelo. Sus manos se apoyaron en el piso.

- Realmente una bestia- sonrió levemente Ottar al ver aquella postura de ataque.

Ya no era un aventurero erguido a dos patas, era una bestia a punto de contraatacar a cuatro patas.

La mirada del miembro de la Familia Freya conecto con la de su oponente.

Los ojos rojos de Naruto se habían extinto, abriendo paso a unos completamente blancos.

¿Berserk?

Ottar volvió a preguntar internamente.

¿Su oponente había desbloqueado una nueva habilidad en medio de su batalla? ¿Aquel pequeño cachorro estaba evolucionando en mitad de la pelea?

¡Pump!

¡Fush!

Naruto salió disparado a toda velocidad contra Ottar, impulsandose con sus dos piernas.

El Rey bloqueó el ataque del rival con éxito dejando que el ruido del metal viajará por toda la zona.

Así que era eso. Ottar entrecerró la mirada.

En los antiguos ataques la fuerza de los ataques del muchacho habían disminuido a causa del miedo. El terror que Ottar le había producido había sido suficiente para hacer que el agarre de siempre, recio, se esfumara. Dando paso a espadazos sin fuerza, ni técnica.

¡Pump!

Ottar bloqueó otro ataque horizontal que iba por su cabeza.

- (El estado Berserk es culpable. Lo hizo olvidar del miedo pasando a ser aún más salvaje que antes. Tiene fuerza, pero no técnica)- pensó el Rey-. No te precipites- sentenció.

Un poderoso puño se clavó en la zona abdominal del Espadachín Negro.

¡Swiiish!

Naruto volvió a salir disparado hacia atrás estrellándose contra la pared.

Ottar blandio su arma, guardandole en su funda detrás suyo.

Se acabó.

Ni siquiera Aventureros nivel 3, e inclusive algunos nivel 4, aguantaban más de cinco golpes suyos.

¡Plaf!

¿Una bofetada?

Ottar observó curioso la nube de polvo que poco a poco se desvanecía queriendo observar al inconsciente rival.

¿Enserio?

Una diminuta sonrisa escapó de las facciones del Rey al ver la escena.

Naruto seguía conciente.

No se habia levantado permaneciendo hincado con una de sus rodillas en el suelo. Su respiración era entrecortada. Sus ojos habían vuelto a la normalidad habiendo dejado atrás el modo Berserk.

Naruto exhaló, inhaló, y volvió a exhalar.

¡Plaf!

El Espadachín Negro se dió una cachetada.

- (Cálmate)- Naruto obtuvo una mirada sería mientras la sangre bajaba por su rostro.

Estaba demasiado tenso. Podía sentirlo en cada célula de su cuerpo. Está pelea era perder o morir.

- (Vendrá con todo)- pensó Ottar.

Naruto tomó un poco del polvo del suelo, y lo lanzó al mango de su arma, afirmando su agarre aún más.

Aquí viene.

Aquello fue lo que grito todo el cuerpo de Ottar.

Una explosión de calor envolvió toda la zona.

Las llamas, como salidas del mismo infierno, envolvieron al Espadachín Negro.

Fin del capítulo.

Espero que les haya gustado. Con su voto, comentario, y poniendo el fic en sus listas me ayudan bastante. ¡Que tengan buena semana!

¡Seguidme si no lo estás, y únete a este grupo de Aventureros!

Nos leemos en el próximo capítulo.

Bye-bye~

Espadachín Negro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora