𝖬𝗋𝗌. 𝖲𝗆𝗂𝗅𝖾𝗒 𝗀𝗎𝗒. ★ 𝗤𝘂𝗮𝗰𝗸𝗯𝘂𝗿 𝗧𝗻𝘁 𝗗𝘂𝗼.

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Mientras una sesión de besos daba inicio entre el azabache y el castaño, las manos de este último se aferran a la cintura del contrario, minimizando aquel escaso espacio entre ambas anatomías.
El más bajo es acorralado contra la muralla más cercana, pero en ningún momento William abusa de su fuerza, manteniendo la delicadeza que lo caracteriza, mientras sus besos dibujan un camino desde sus labios hasta encarnarse en su cuello, marcando a su paso una que otra posesión rojiza.
Alex se deshace en pequeños jadeos, aferrandose a los hombros contrarios en busca de su estabilidad robada, rasguñando aquellos hombros por encima de la tela de su camisa, inconscientemente amando el hecho de dejar algo de él en el cuerpo contrario.

Y entonces, la puerta se abre.

Alex le dió un pequeño empujón al castaño, quién dió un paso hacia la derecha y fingió de forma patética estar revisando el estante más cercano, mientras el azabache de un salto se aproximó a una de sus plantas favoritas y tocó con delicadeza sus hojas, fingiendo total interés bajo las miradas de George y Clay.

—Entonces, Alex ¿La planta está hecha de planta?— Will soltó una risa nasal, ganándose una mirada de odio puro de parte del azabache, callando instantáneamente y volviendo a su actuación, delineando los bordados de un libro aleatorio.

—Increíble, William, te dominó un emo tamaño bolsillo.

—Increíble, Clay, el logo de tu empresa son los ojos de tu kitten.

—¡No soy su kitten!

—Por ahora.— Los tres restantes hablan al unísono, logrando que George suelte un suspiro profundo y abandone la casa por la puerta donde entró. Clay lo sigue rápidamente, con una tonta sonrisa en sus labios, pero se devuelve y tira en dirección al castaño una pequeña cajita de cartón, quién reconoce instantáneamente lo que hay entre sus manos sin siquiera mirarlo, pero cuando intenta insultar al rubio, este ha desaparecido con un portazo apresurado.

Ambos se quedan en silencio algunos segundos, antes de estallar en risas absurdas a coro. Está claro que el ambiente fue arruinado y la vergüenza los consume por dentro, pero solo se dedican a reír y admirarse durante preciosos instantes.

El plan de la cita doble era poco considerable, tomando en cuenta que una de las dos parejas que supuestamente se iban a conocer hoy, terminaron siendo ex prometidos separados por una madre odiosa y un historial familiar manipulativo de parte del rubio.
Alex y Will sabían que ellos dos tendrían varias cosas de las que actualizarse, así que se dispusieron a disfrutar de uno de sus pequeños momentos.

Ambos no dudaron en acurrucarse en el sillón del azabache, entre mantas que les permitían combatir el frío, aún cuando el calor corporal hacía la mayor parte del trabajo.
Una película aleatoria comenzó a reproducirse en la televisión, no les importaba lo que estuvieran viendo cuando su mayor entretención era la presencia contraria, pronto, un recuerdo fugaz pareció titilar en el cerebro de Will.

—Oh, lex, se me olvidaba....—El castaño saca una pequeña cajita color vino de su bolsillo, abriéndola y mostrando un collar de plata con un colgante que llama la atención del más bajo, es una T. Alex sabe que no necesita preguntar, es una T de Tilli, sus ojos se cristalizan pero se esfuerza en no romper en llanto, pero entiende que tarde o temprano su tristeza saldrá a flote, pero francamente no le molesta que sea en brazos de William.

—Sé que no tiene el mismo valor emocional que el listón, pero quería darte algo...Es un relicario, puedes— Es interrumpido por el abrazo apretado de parte del azabache, el cuál le permite recuperar el aliento y llenar sus pulmones de aquel perfume.

Alex delinea sus dedos por los bordados del colgante, encontrando la palabra Pleiades forjada en el.
Antes de poder preguntar, Will se anticipa.

—El 31 de agosto de 2019, se tomó una de las pocas fotos donde se pueden ver las siete hermanas o las Pleiades.
Se dice que desde que se nombró aquel cúmulo de estrellas, la más brillante se ocultó entre el polvo estelar, pero la verdad es que siempre está ahí, cuidando y observando a más de 400 años luz de nosotros.

—El 31...Cuando Tilli...—Le cuesta completar la frase, William lo sabe y lo alienta, siguiendo por él.

—Sí, Lex, ese día, la estrella más brillante se dejó ver y nos recordó que siempre está con nosotros.

Alex se deshace entre lágrimas y se pregunta qué hizo para merecer a alguien tan atento de sus detalles y dolores, se pregunta si es capaz de entregarle lo mismo al castaño, pero decide acallar sus voces y acurrucarse en el pecho del contrario, encontrando estabilidad en el latir de su corazón.
Minutos pasan y Alexis recupera el habla, sus lágrimas se secan bajo las caricias del castaño y sus respiraciones se sincronizan, en aquel silencio cómodo que los ha acompañado desde que se conocieron.

—Gracias, de verdad eres el mejor...amigo, compañero de existencia, no lo sé, lo que sea que seamos.— Ambos ríen y se miran con cariño, mientras el castaño juega con los cabellos negruzcos del más bajo.

—Somos dos personas que se contaron sus traumas después de conocerse menos de una semana y se dispusieron a darle al contrario el cariño que la vida nos quitó sin herirnos ni presionarnos.

—Es probablemente la mejor definición de nosotros.

—Me gusta esa palabra.

—¿Nosotros?

—Sí, me gusta la existencia de un nosotros.

—A mí también, Will, me hace feliz que exista un nosotros.

creyeron que no les iba a subir capítulo esta semana vdd pero LLEGUÉ.
also, extraño a mi ex, ayuda i si estás leyendo esto escríbeme chinchulin te extraño eres mi duo dinámico ODIO Q ME GUSTEN LOS HOMBRES ODIO SER HOMBRE