El Boruto de otra dimensión.

Capítulo 1

El joven shinobi más fuerte

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El sol comenzaba a alzarse en el horizonte, arrojando tonos dorados sobre los terrenos de entrenamiento de Uzugakure.

En medio de un campo de entrenamiento estaba un joven que vestía unos pantalones negros con vendas en sus muñecas y tobillos se alzaba con una presencia imponente y una complexión atlética que refleja años de entrenamiento y dedicación. A sus catorce años, su cuerpo ha sido esculpido por la disciplina y la pasión que le ha dedicado a su arte shinobi.

Su estatura es más alta que el promedio, lo que le otorga una ventaja en el campo de batalla. Sus músculos están marcados y definidos, Cada línea de su cuerpo habla de su compromiso inquebrantable con su entrenamiento y su búsqueda de perfección.

La parte superior de su cuerpo presenta una amplia espalda y hombros bien desarrollados, lo que le brinda una apariencia imponente. Sus brazos son musculosos y tonificados, con venas que se marcan ligeramente bajo la piel debido a su activo estilo de vida. Un abdomen impresionante muestra un conjunto de abdominales muy definidos, un "eight pack" que es testimonio de sus intensas sesiones de entrenamiento y su enfoque en la salud física.

Sin embargo, su mirada se desvía hacia un detalle notable: una cicatriz que cruza su ojo derecho. Esta cicatriz, como un recordatorio tangible de los desafíos que ha enfrentado, agrega una profundidad intrigante a su apariencia. La marca se curva a lo largo de su párpado y deja una impresión duradera, evidencia de las batallas que ha librado y las adversidades que ha superado.

Su cabello rubio, herencia de su padre, cae en mechones rebeldes que enmarcan su rostro. Sus ojos, en particular su ojo izquierdo que aún está intacto, irradian una mezcla de determinación y curiosidad. A pesar de las cicatrices y las marcas de esfuerzo en su cuerpo, hay un brillo en sus ojos que revela su pasión por el camino que ha elegido y el mundo de posibilidades que lo rodea.

Una característica que no pasa desapercibida es el karma, una marca de gran importancia en su historia. El karma se extiende desde su cuello, descendiendo por su hombro y brazo derecho. Esta marca mística le otorga poderes y habilidades únicas, pero también es un recordatorio constante de la interconexión entre su destino y su responsabilidad como shinobi.

Si esta persona era más ni menos que Boruto Uzumaki, heredero e hijo único del actual Uzukage, Naruto Uzumaki.

En un movimiento rápido sus pies estaban separados a la altura de los hombros, proporcionando una base sólida y estable. Sus rodillas estaban ligeramente flexionadas, listas para reaccionar con agilidad a cualquier movimiento.

Sus puños estaban en alto, a la altura del mentón, con los nudillos apretados con firmeza. Sus antebrazos formaban una línea protectora frente a su rostro, listos para bloquear cualquier ataque entrante. Su mirada ardía con intensidad mientras escaneaba el campo de batalla en busca de cualquier indicio de movimiento.

Los músculos de sus hombros y brazos estaban tensos, listos para liberar rápidamente su poder en un estallido de fuerza. Sus dedos, siempre alerta, estaban listos para lanzar sellos de mano y convocar jutsus con un movimiento fluido.

Boruto respiraba con calma, cada inhalación y exhalación medida y controlada. Su respiración lenta y profunda no solo calmaba su mente, sino que también preparaba su cuerpo para el combate.

Todos eso para enfrentar a la persona que está frente a él.

Era muy alto, rubio de ojos azules con tres marcas en ambas mejillas, tenía una capa qué decía Uzukage. Si era su padre Naruto Uzumaki el actual Uzukage de la Aldea de Uzugakure.