Big Boy [Minlix]

Única

Decidí cambiar la historia al Minlix, espero no les moleste.

Felix siempre tuvo clara una cosa, le gustaba que sus amantes fueran delgados, sentir los finos brazos envolverse en su cintura y los benditos abdominales marcados deliciosamente. O bueno, siempre lo había tenido claro.

Hasta que lo vió a él.

Maldita sea, y es que era tan injusto que un hombre estuviera tan bien proporcionado, con unos brazos de infarto que estaba seguro que eran el doble de los suyos y unos pectorales que incluso con esa simple musculosa se veían deliciosamente duros a su parecer. Parecía llegar recién del gimnasio, nunca lo había visto por su edificio, lo recordaría perfectamente si fuera así, un rostro y un cuerpo tan bien hechos no eran fáciles de olvidar.

Se balanceó nerviosamente, ruborizado por sus pensamientos y mirando de reojo al hombre junto a él que había presionado el botón del elevador para ir al piso ocho, el suyo, pensó sintiendo la emoción burbujear por todo su cuerpo ¿Podría ser posible que él sea el nuevo inquilino del apartamento que había dejado la dulce Chaeyoung hace unas semanas? La extrañaba realmente, se llevaban bien, pero si hubiera sabido que semejante macho ocuparía su apartamento al ella irse, él mismo hubiera empacado todas sus cosas en cuestión de diez minutos hace meses.

Agarró mejor sus seis bolsas del supermercado que llevaba junto a él cuando las puertas del elevador se abrieron, el castaño lo miró esperando a que saliera él primero, se sonrojó simplemente ante su mirada y salió disparado del lugar, se sentía como una colegiala, mientras luchaba por cargar correctamente sus bolsas sintió los pasos del hombre seguirlo un poco más atrás. Unos pasos antes de llegar a su puerta, una de las bolsas se deslizó de sus dedos, la que tenía 5 cartones de leche si era exacto, con un golpe sordo cayeron al suelo.

Felix suspiró sintiéndose avergonzado, antes de que intentara agacharse haciendo casi malabares para que sus otras bolsas no terminaran en el suelo también, lo vió antes de que pudiera decirle algo, él estaba agachándose y apilando los cartones, sus brazos se flexionaban y se veían aún más grandes mientras lo hacía, casi se sintió babear ¿Qué demonios le pasaba? No era la primera vez que veía a un hombre guapo y grande físicamente, pero sí era la primera vez que se sentía de esa manera. Dirigió su mirada al suelo difícilmente. La bolsa estaba rota.

—Lo siento.— Murmuró el rubio.

—¿Uh? ¿Por qué?—

—Por hacerte juntar mi desastre.—

—Ah, no te preocupes, te ayudaré a llevarlas hasta tu apartamento si quieres, ya estás cargando muchas bolsas, no podrás llevar estos cartones en tus manos también.— Sonaba desinteresado, lo vió agarrar bien los cartones y pararse para mirarlo expectante, Felix empezó a caminar.

—Gracias.— Dijo sonriendo. —¿Cómo te llamas? No te había visto antes por aquí. Soy Felix.—

—Soy Minho, lindo. Me mudé ayer, de hecho.—