— Tim, ¿no has visto mis pastillas? — Cuestionó mientras urgaba en uno de los cajones de la sala.
— Busca en la cocina o en tu cuarto. — Respondió con algo de indiferencia. Timothy sólo se encontraba leyendo un viejo libro.
Tobias cerró aquel cajón y fue primero a la cocina, buscó sobre el refrigerador, en cada uno de los cajones, en la alacena e incluso en la mesa, pero no había nada.
— No, tampoco están aquí. — Salió de la cocina. Antes de que subiera al segundo piso para ir a buscarlas en su habitación una voz le interrumpió.
— ¿Por qué eres tan olvidadizo? Deberías de dejar tus cosas en lugares específicos y no sólo botarlas en cualquier parte.
- Problema mío el dónde deje mis cosas.
— Tobias, sin esas pastillas te puedes volver una completa mierda.— Despegó su mirada de su lectura para así dirigirla directamente a los ojos del menor.
— No te hagas el que te preocupas por mí, siempre te ha importado un carajo lo que haga o no haga.
— Créeme que importaria un carajo si no estuviera involucrado nuestro trabajo. Esas pastillas te ayudan a no pasartela deprimido y por una parte ayudan a controlar tu esquizofrenia, sin ellas estoy seguro que más de una misión habría sido un completo desastre. ¿O me equivoco?
Tobias no quiso decir palabra alguna al mayor, únicamente le bufo y rodo los ojos antes de subir a su habitación. Odiaba darle la razón a Timothy, pero el hablaba con la verdad, sin aquellas pastillas seguramente el menor ya habría tenido más de un intento de suicidio, estaría paranoico, se habría vuelto loco o directamente estaría muerto.
Entró a su habitación y comenzó a urgar en cada uno de sus cajones, al no encontrar nada se fue a sus sábanas las cuales extendió con el propósito de que el frasco saliera volando.
— Mierda, sólo queda un lugar. — Soltó un suspiro y se agachó para ver debajo de la cama ¡bingo! Ahí se encontraba el frasco de pastillas tirado al fondo. Tobias metió una parte de su cuerpo y extendió uno de sus brazos para así tomarlo, cuando lo tuvo en su mano procedió a salir cuidadosamente. Abrió aquel frasco y tomó una píldora la cual luego fue introducida a su boca para digerirla, nuevamente cerró el frasco y lo colocaría en el cajón de su mesita de noche.
Observó un poco a su al rededor, sinceramente en ese momento no tenía nada que hacer y el aburrimiento no tardaría en invadir su cuerpo. En su mente le recorrió la idea de buscar a Brian para jugar algún videojuego, luego recordó que este no se encontraba en casa debido a que el operador lo había mandado a una misión la cual le llevaría tiempo, así que su hora de llegada era completamente desconocida y Timothy... No era el mejor individuo para pasar el tiempo, al menos para Tobias, él no era una opción.
Se levantó y se tiró a su cama, agarró su viejo reproductor de música el cual estaba conectado a sus audífonos, lo encendió y se colocó los auriculares, poco a poco sus ojos empezaban a cerrarse dejándose llevar por las dulces tonadas que emanaban sus audífonos.
Mientras tanto Timothy aún se encontraba en la sala sentado y leyendo, tenía tiempo libre, mismo que quería aprovechar con una pequeña lectura. Pasaron unos cuantos minutos cuando su estómago comenzó a emitir ciertos sonidos los cuales iban acompañados de un pequeño vacío el cual se sentía por dentro, al parecer su cuerpo demandaba comida y aquello no desaparecería hasta que ingiriera algo. Timothy dejó el libro sobra la mesa y se levantó para ir a la cocina, al llegar abrió el refrigerador.
— Carajo... Brian ha olvidado comprar más comida. — Dijo cuando vio que el refrigerador estaba algo vacío. Terminó tomando dos huevos y volvió a cerrar la nevera. Rompió aquellos huevos en un plato dejando únicamente el contenido y tirando el cascarón a la basura, encendió la estufa y colocó un sartén sobre la llama, luego de ello pondría la clara y yema del huevo en el mismo. No tardó mucho cuando su comida ya estaba hecha así que sólo apagó todo y lo sirvió en otro plato.
ESTÁS LEYENDO
𝐍𝐈𝐍̃𝐎 𝐄𝐒𝐓𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀. || ﹫ 𝙏𝙞𝙘𝙘𝙞𝙢𝙖𝙨𝙠
Fanfiction- Tim ¿no te parecen hermosas las estrellas? - Dijo el menor mientras observaba aquel cielo nocturno. - Siempre lo han sido.- Comentó luego de exhalar por completo el humo de su cigarro. - Espero algún día convertirme en una. - No digas mariconada...