NARRA TN:
El ruido externo nos había despertado a Draco y a mí. Resultó que en algún momento de la noche yo había bloqueado la entrada a la sala común sin darme cuenta y ahora se escuchaban a profesores hechizando la entrada de mil formas para poder acceder.
Draco se sentó de golpe, habiendo estado acostado en la alfombra. Yo al haber estado apoyada sobre su pecho, me echó a un lado al enderezarse y quedé boca arriba a su lado, gruñendo porque me había despertado.
-Hurón, tuve un sueño rarísimo -empecé a quejarme aún adormilada y sin enterarme de nada.
-No fue un sueño -aseguró él. Entonces abrí los ojos y al verlo asustado me enderecé yo también y miré a mi alrededor.
La ropa de gala de anoche de Draco estaba rota. Estábamos tirados en el suelo de la sala común y ambos desnudos.
-Oh, mierda. ¿Tuve un celo de serpiente? Se siente horrible... -farfullé llevándome una mano a la cabeza. Me daba vueltas.
Se oyó un '¡Bombarda!' y luego una explosión hizo temblar ligeramente la sala común, pero la puerta no cedió.
-Nos van a matar -dijo Draco entrando en pánico -. ¡Nos descubrirán! Luego nos mandarán a Azkaban y Voldemort nos matará y tendremos que escaparnos y vivir bajo un puente. ¡Tendré que comer como pobre! No puedo llevar esa vida -murmuró llevándose las manos al pelo con exasperación.
Yo sólo tardé unos segundos en mirar a mi alrededor y saber lo que teníamos que hacer.
-Recoge todo -dije con tranquilidad, levantándome y yendo a por mi ropa. Recompuse mi ropa con la varita de Draco y luego hice lo mismo con su ropa de gala.
-¿Qué haces? ¿No escuchaste lo que he dicho?
Suspirando, abrí la conexión entre nosotros y le permití ver lo que estaba pensando para que se tranquilizase. La casa de Slytherin estaba llena de pasadizos secretos, ocultos para cualquier persona que no hablase pársel para que sólo el heredero de Slytherin pudiera conocerlos. Yo conocía todos esos pasadizos, y uno de ellos daba a un pasillo relativamente cercano a la entrada de la sala común, por lo que sólo tendríamos que escabullirnos hasta allá y fingir que recién nos enterábamos de lo que pasaba.
El plan era sencillo, aunque la ejecución...
-¡Ey, tortolitos! -exclamó Harry por detrás de nosotros cuando recién salíamos del pasadizo. Nos tensamos. Draco se apresuró en esconder bien las venas negras que sobresalían del cuello de su ropa. No tenía idea de porqué seguía eso ahí, aunque resultaba débilmente tranquilizador el notar que el veneno o lo que fuera que le traspasé ayer se estuviera desvaneciendo, ya que antes las venas negras llegaban hasta su cuello, y apenas ahora ni rozaban las clavículas.
Cuando los dos nos giramos a ver a mi hermano, nos encontramos un pack doble de hermandad. Mattheo venía con él.
-¿De dónde habéis salido? -preguntó Harry divertido, viendo nuestras pintas algo desastrosas.
-De ningún sitio -respondí sonriendo -. Oigan, ¿saben a qué viene tanto escándalo? No paramos de escuchar de camino aquí multitud de hechizos como golpeando una pared.
-Anoche algún listillo bloqueó la entrada a la sala común de Slytherin y nadie ha podido acceder en toda la noche -respondió Mattheo, hablando por primera vez mientras nos veía sospechosamente -. Se suponía que todos los Slytherin tenían que quedarse en el Gran Comedor a dormir, pero acabamos de pasar por ahí y nadie os vio en toda la noche.
-¿Dónde habéis estado? -cuestionó Harry con sonrisa socarrona y mirándonos con diversión -. No lleváis puestas las túnicas para dormir que estuvieron repartiendo anoche.
-Tampoco pudimos entrar a la sala común, obviamente, y decidimos quedarnos en un aula en desuso que topamos en el ala prohibida para que no nos encontrasen -se apresuró en inventar Draco. Cerré los ojos por unos momentos y agaché la cabeza, derrotada. El idiota prácticamente acababa de confesar que nos habíamos acostado.
Suspirando, y esperando que la segunda parte del plan funcionara, me dirigí seguida de cerca por los otros tres hasta la entrada de la sala común. Ahí habían tres profesores, entre ellos Dumbledore intentando entrar.
-¿Qué le sucede a la entrada? -pregunté fingiendo que no sabía y acercándome a los profesores que reunidos a un lado intentaban hallar entre todos la forma de acceder.
-Señorita Potter -dijo el director viéndome acercarme -. No es nada de lo que preocuparse. Simplemente nos hemos topado con lo que parece ser un campo de fuerza que impide que podamos atravesar la entrada, pero ya estamos trabajando en ello.
-¿No han probado con la contraseña? -pregunté. Luego me acerqué a la pared de piedra en la que se escondía la entrada y exclamé, mientras a mis espaldas la profesora Mcgonagall me exigía que no intentara ninguna estupidez y que cualquier cosa que pudiera hacer yo, ellos ya la habían intenta sin éxito -. ¡Serpientes de la noche!
Al principio no sucedió nada, pero susurré unas palabras en pársel que sólo la entrada pudo escuchar y al momento ya se estaba abriendo la puerta. Nadie me vio hablarle en la lengua de las serpientes ya que le estaba dando la espalda a todos, por suerte.
-¿Cómo ha sido posible? -exclamó la profesora de Transformaciones quitándose sus pequeñas gafas para asegurarse de que era real -. Albus, le aseguro que intentamos de todas las formas, probamos con todas las contraseñas del último trimestre...
-¡Draco, vamos! -exclamé dirigiéndome al chico que se había quedado estático entre mis dos hermanos, quienes me miraban con tantas emociones que no sabían cuál expresar en su rostro -. Quiero quitarme esta ropa de encima, llevo toda la noche con ella -mentí para pegar el cante y me introduje a la sala común a pesar de las advertencias de los profesores de que no sabían si era seguro, seguida de cerca por el rubio.
Suspiramos de alivio cuando al fin nos encontramos en su habitación, sabiendo que de buena nos habíamos librado. Al final había resultado que no fue mi magia la que bloqueó la entrada, sino que, como había pensado, se trataba de un bloqueo que la misma casa había puesto cuando manifesté mi celo, que estuve segura que se había tratado de el de un basilisco (no sabía expresar porqué creía que el celo era de esa especie, simplemente me salió). No tuve idea de porqué Salazar Slytherin habría hechizado la casa para proteger a su basilisco (o a cualquier basilisco) de aquella forma, pero después de la que nos habíamos librado, no iba a cuestionarle nada a ese viejo astuto.
(***)
Salve Salazar 'viejo astuto' Slytherin que protege con su casa a todos los basiliscos en peligro.
Oigan, si Helga Hufflepuff creó la sala de los Menesteres y Salazar Slytherin creó la Cámara Secreta, ¿creen que Rowena Ravenclaw y Godric Gryffindor también tienen sus lugares secretos? Si alguien sabe de alguno comenten plis, me encantaría añadirlos a mis historias.
¡Aquí termina el día de actualizaciones! ¡Hasta la próxima!
Besos en la nariz,
Dani<3
ESTÁS LEYENDO
Tn Potter: la serpiente perdida
Fanfiction[2° PARTE DE "Tn Potter: la hermana perdida"] Recomiendo no leer sin antes haber leído la primera parte, la cual se encuentra en mi perfil con el nombre que está puesto aquí arriba. __ __ __ Tn Potter logró infiltrarse exitosamente en el trío de oro...