NARRA DRACO:
Tn se había puesto a delirar en pársel, caminando de un lado a otro del despacho mientras farfullaba cosas que no entendía, pero que me estaban dando ganas de besarla y de suplicarle que se pasara el día susurrándome en ese idioma al oído.
El veneno (en mi vida me atrevería a llamar semen a nada que haya salido de Tn) me había vuelto muy salido siempre que estaba cerca de Tn, porque me hacía sentir demasiada tensión a su alrededor, mucha más de la que había antes, aunque ella estaba siempre tan preocupada en la mordida que no se daba cuenta de ello.
-Podemos probar con pociones para venenos -intenté.
-No se trata de un veneno, Draco -expuso mi primo como si fuera lo más obvio del mundo. Claramente él no estaba en mi lugar. No estaba sintiendo como tu estómago colapsaba cada vez que intentabas comer algo para a la media hora vomitar hasta la bilis, mientras que en tu cuello había un dolor punzante tan intenso como si te hubieran metido una bala -. Es más bien... como tomar fertilizante para plantas. No es un veneno en sí, aunque para ti sería tóxico.
-¿Y qué se hace si tomas fertilizante? ¿No hay nada para cuando ingieres cosas tóxicas?
-No soy experto en curaciones mágicas, pero para los muggle lo más lógico sería hacerte un lavado de estómago, lo cual en este caso no serviría de nada porque...
-Por que el veneno está en mi sangre, ya -terminé por él y suspiré, sintiendo náuseas de repente -. ¿Tienes... un... ugh... cubo? -Me bajé de la mesa mareándome un poco.
-Eh... -Miró a su alrededor, buscando. Empezó a caminar apresurado sacando cosas de su sitio y revolviendo su despacho, mientras que Tn no dejaba de farfullar sin notar mi estado. Finalmente, Mattheo se dirigió al escritorio y empezó a sacar cajones y ponerlos encima de la mesa asegurando que en alguno de ellos debía tener guardadas bolsas de papel que había usado para ataques de asma pero que me servirían.
Me vino otra arcada.
No lo aguanté. Vomité dentro de uno de sus cajones.
Mattheo se apartó de golpe haciendo un sonido de asco, pero al momento puso una mano dudosa sobre mi hombro dándome palmaditas tiesas de consuelo. Tn pareció oírme vomitar y reaccionó, porque escuché su exclamación preocupada viniendo hacia mí y sujetándome el pelo lo mejor que podía.
Me dejé caer en el suelo y me acomodé hasta apoyar mi espalda contra el escritorio cuando mis arcadas se terminaron. Tn se sentó con las piernas cruzadas frente a mí y se le notó demasiado el nerviosismo en su expresión. No se estaba molestando en ocultar lo que estaba sintiendo.
Entonces, sin llamar ni nada, por la puerta entró Harry.
Cómo no.
Tn no se movió. Siguió examinando mi rostro. Debía de tener muy mal aspecto por la forma en la que me miraba.
-Amor, ¿qué haces aquí? Hoy no habíamos quedado. -Mattheo enseguida se dirigió a él y nos tapó del campo de visión de Harry con su cuerpo, pero el gryffindor ya nos había visto.
-¿Qué le pasó a Draco? -preguntó Harry sin prestar atención a su novio, esquivándolo y yendo a arrodillarse al lado de Tn mientras me examinaba de arriba a abajo -. ¿Eso es una mordida? ¿La serpiente te atacó?
Tn frunció los labios con impotencia. Ella ya no tenía toda su magia, ya no podía hacer esos hechizos complicados que conocía para intentar curarme.
-Sólo tengo un virus estomacal, Harry. No tienes de qué preocuparte -le resté importancia fingiendo una sonrisa. Pero él claramente no se la creyó.
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Tn Potter: la serpiente perdida
Fanfic[2° PARTE DE "Tn Potter: la hermana perdida"] Recomiendo no leer sin antes haber leído la primera parte, la cual se encuentra en mi perfil con el nombre que está puesto aquí arriba. __ __ __ Tn Potter logró infiltrarse exitosamente en el trío de oro...