Capítulo 21 - Perfecto

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Jonathan salió del hospital tres días después de Navidad. David consiguió convencer a William de que le permitiera cuidar de Jonathan en la mansión, donde tendría mejores condiciones para su recuperación. A regañadientes, William aceptó, aunque al final, terminaron trasladándose todos a la mansión para celebrar allí las fiestas por el fin de un año y el comienzo de otro.

La llegada de Jonathan a la mansión MacMillan fue casi un acontecimiento. Parecía que estaban dándole la bienvenida a un príncipe o algo por el estilo. El joven, que había encargado la decoración navideña de la mansión, se quedó boquiabierto al ver el trabajo concluido. Hasta los gemelos se quedaron de una pieza, porque jamás habían visto algo tan impresionante como aquellos salones rebosantes de lujo y colorido. Llegaron incluso a preguntar si aquel podía ser el taller o la residencia de Santa Claus realmente.

David había insistido en que preparasen los mejores platillos favoritos del muchacho, y había mandado a disponer la mejor habitación, aunque finalmente Jonathan terminó durmiendo con él, algo que a William no le hizo mucha gracia:

_ Todavía estás convaleciente. No puedes estar haciendo cuchi-cuchi.

_ ¡Pa!_ exclamó Jonathan con los colores subiéndole en tropel al rostro._ Los gemelos están delante.

_ Los gemelos están muy entretenidos con Alan y con Amanda._ señaló Devon.

_ Además suegro,_ intervino David._ soy el primero que está consciente de que Johnny necesita reposo y nada de ejercicio físico por el momento.

_ ¿Es en serio?_ gruñó Jonathan taladrándolo con la mirada.

_ Ay no puede ser._ se rió Anne._ Jonathan ¿De verdad pensabas tener sexo con David en esas condiciones en las que te encuentras?

_ Solo tengo una pierna rota, y unas costillas insignificantes. Y soy muy flexible.

_ ¡Demasiada información!_ gritó William cubriéndose los oídos con las manos y alejándose corriendo.

_ Tranquilos, que yo me encargaré de que no hagan ningún disparate._ prometió la señora Davis.

David se encogió de brazos:

_ ¿Y cómo lo harás? ¿Instalarás una cama en mi habitación para vigilarnos?

June enarcó una ceja provocativamente:

_ Si tengo que hacerlo, lo haré.

******************

La noche del treinta y uno de diciembre, la mansión MacMillan era un hervidero de alegría y celebración.

Randy y Devon bailaban juntos, romanceando, y a su lado, Amanda y Alan hacían otro tanto, mientras que Anne bailaba con Nicholas y William con Nadine. Calvin coqueteaba descaradamente con el forzudo White, que le mostraba sus pronunciados bíceps y el jovencito casi se babeaba al verlos.

Kayla, Vivian y Yellow, parecían más compenetradas que nunca.

Green bebía de su petaca, apoltronado en un diván.

Orange y Pink estaban abrazados, moviéndose a ritmo de la música.

Blue había sacado a bailar a la señora Davis, que aceptó muy gustosa, aunque, el joven no dejaba de mirar de manera insistente hacia Devon.

Stephen se encargaba meticulosamente de distribuir vasos de ponche, copas de vino y platillos con dulces.

David empujó fuera la silla de ruedas de Jonathan. La noche era fría, y en el cielo, a lo lejos en la ciudad, se veían los fuegos artificiales, estallando como flores brillantes y coloridas que se abrían espectacularmente para desaparecer de inmediato en una lluvia de luces. Se detuvieron en una amplia terraza con columnas corintias rodeadas de enredaderas marchitas por el invierno. David sacó su teléfono y buscó por unos segundos. Lo puso encima del barandal de mármol, y la voz de Ed Sheeran hirió la noche con su dulzura característica:

♪...I found a love for me
Darling, just dive right in and follow my lead
I found a girl, beautiful and sweet
I never knew you were the someone waiting for me...♫

_ Sé que originalmente esta es una canción que un hombre dedica a una mujer. Pero como sé que es tu canción favorita de Ed Sheeran y resulta que también es la mía..._ le extendió una mano a Jonathan._ ¿Me concederías el honor de bailar esta pieza conmigo?

_ Dave, sabes que no puedo bailar.

_ Eso no es problema._ dijo él y acto seguido lo tomó entre sus brazos. Jonathan se echó a reír, rodeándole el cuello con los suyos. Y entonces se puso serio de repente.

_ Espera un momento... tú no bailas. Tú odias bailar._ señaló, mirándolo fijamente.

David lo besó en los labios:

_ Por ti haría cualquier cosa, solo con verte feliz.

Los ojos de Jonathan brillaron con emoción y se humedeció los labios con la lengua. David hizo un gesto de ofuscación:

_ Por favor Johnny, no hagas eso. Sabes que ese gesto tuyo me pone súper cachondo y no podemos portarnos mal.

Aplastó su boca contra la de él y lo besó largamente, mientras se movía despacio, a ritmo de la romántica canción, apretando entre sus brazos el cuerpo de Jonathan:

_ Te amo, bebé._ le susurró, apoyando su frente a la del chico.

_ Y yo te amo a ti, mi bestia. Mi Dave.

Y siguieron moviéndose en medio de la oscuridad, mientras el mundo daba la bienvenida a un nuevo año, y la voz de Ed Sheeran acompañaba aquel íntimo momento:

♪...Baby, I'm dancing in the dark
With you between my arms
Barefoot on the grass
Listening to our favorite song...♫
♪...I have faith in what I see
Now I know I have met an angel in person
And she looks perfect
I don't deserve this
You look perfect tonight...♫

EN LOS OJOS DE LA BESTIA (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora