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Había también en Lucella muchos refugios y fuertes que reemplazaban a las casas y hogares. Traje a mi vecina a casa, y juntos cubrimos las ventanas con las hojas de los periódicos de los meses anteriores. Tuve que explicarle lo de sus padres también, y mi profunda debilidad por los niños hace que me sienta culpable cada que la veo llorar. Siento que no debí decírselo todavía.

《Once upon a time in Lucella》| Micro-fict | Piggy AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora