Fragmentos de ti.

Capitulo 7 Estás fuera de contacto

Hay una ruptura en su relación que ha avanzado tan bien por cinco meses. Hace cinco meses se casaron, ella fue al departamento Forger y después de la entrevista en la academia Edén, ambos decidieron que era prudente mantener las cosas claras y sin complicaciones entre ellos. Estaban criando a Anya ahora, juntos y aunque Yor quería mantenerse al margen con ella, Loid le comunicó que se involucraría más.

Siempre supo que no debía ni quería confundir las cosas entre ellos, sabe que sería difícil si las cosas fueran tensas entre ellos, sería más difícil fingir ser un matrimonio real. El ambiente se sentiría tenso, por el bien de ellos y la normalidad que querían para Anya se mantendría al margen.

Sin embargo, Yor no pudo mantenerse callada cuando los recuerdos se hicieron presentes en su mente.

Siempre estuvo en Edén, pero el último año sus padres recibieron más trabajo y no estaban en su casa, por eso decidieron que sus hijos, Yuri que recién entraba a la escuela entraría al internado y Yor en el último año entraría también.

Tiene anuarios que lo comprueban. Ella y Demetrius se involucraron en algo que no resultó bien y aunque cuando la escuela terminó y jamás lo volvió a ver sabe que él estuvo ahí cuando ella perdió a sus papás, él la ayudó cuando después de eso ella tuvo el accidente y perdió su memoria.

Siempre supo que había algo que faltaba, no le prestó atención hasta que vio que no afectó en su vida y nadie le hacía sentir que perdió algo. Así que lo olvidó, olvidó que no recordaba cosas.

Hasta que llegó él y la tocó.

Los días posteriores al lunes, fueron tensos. Se despierta y ahí está él cocinando el desayuno para todos, porque obviamente es un buen esposo, ahí está para llevar a Anya al autobús junto a ella, porque era bien padre. Pero después, apenas puede despedirse de ella con un gesto con la cabeza y se aleja de ella.

Al llegar, si solo está Yor, le hace el mismo gesto con la cabeza y él se ocupa de todo indicando a Yor que puede ir a su cama si lo desea o hacer otra cosa. Sin embargo ella se queda ahí, de lejos observandolo.

Su forma de cocinar, de moverse y de hablar era muy familiar. Su corazón se acelera, sus ojos brillan y sus manos sudan un poco. Lo único que le exige su cuerpo es acercarse a él y hablar.

Solucionar lo que sea que ella haya roto.

Sin embargo, cuando se acerca a él, todo el valor que acumula para siquiera ese movimiento. Se aleja de ella como vapor en el aire. Y corre a su habitación para calmarse.

Después de tres días así, ella empieza a creer que está loca, está enferma y tiene que ver con su accidente que sufrió hace diez años ya. Por lo que el viernes por la mañana se dirige al médico.

—¿Qué es lo que crees que está pasando? —pregunta el doctor frente a ella.
—Tal vez estoy loca... Yo empecé a tener alucinaciones extrañas, pero no son mis memorias, los médicos en ese entonces me dijeron que sería muy difícil recuperar la memoria...
—¿Qué pasó en el accidente?
—Me ahogué.

El medico se puso guantes y se acercó a ella.

—Estaba en el puente del internado Edén, yo me pare en el borde, sólo estaba admirando el paisaje, no me di cuenta cuando me resbalé, mi cabeza golpeó contra el cemento y caí al agua.

Lo último que vio antes de quedarse dormida fue ver qué ella estaba cayendo como piedra hasta el fondo del río que bordeaba el campus del internado. El sol brillando en el cielo, cada vez más pequeño ante sus ojos y oscuro hasta que se durmió.

El doctor se acercó a ella, Yor apartó su cabello de su nuca, mostrándole la herida que se hizo aquella vez al chocarse contra el duro concreto.

—Cuando desperté un amigo mío me explicó lo que pasó, lo mucho que tardaron en reanimarme... Dijeron que por el golpe y por la falta de oxígeno perdí parte de mi memoria... Pero no creo que se deba a ello.