No temas. Se que no suelo hacer esto muy seguido ni soy la persona mas agradable pero lo haré hoy... por ti.
Primero déjame contarte sobre mi. Yo soy alguien que no suele hablar mucho ni tampoco me mantengo mucho tiempo en el mismo lugar. Casi nadie me quiere. Muchos huyen de mi. Pocas son las personas que en verdad me aprecian, y creo que ellas no saben en realidad lo que soy ni lo que siento. Me gusta tratar a todos por igual, y aunque quisiera un tener favoritos mi trabajo lo impide.
Aun recuerdo mis años de escuela en los cuales tenia que mudarme muy seguido. Recuerdo las palabras que oía atravesar los finos muros de los salones donde los maestros se reunían, ellos decían que yo estaba loco, que no debería estar aquí, que mi mente estaba infectada de cosas terroríficas que muchos de ellos jamas imaginaron.
Aun recuerdo el ultimo día que vi al profesor de Ciencias, el señor Bradley si no mal recuerdo. El ultimo dia que lo vi me dijo que nunca creyó que yo podría llegar tan lejos. Al oír eso me tire una carcajada y me fui caminando.
También tengo recuerdos de mis compañeros de clase. Si, sobretodo de Thomas. No recuerdo su apellido pero creo que era de origen francés. El y yo nunca nos llevamos bien. El me robaba mi comida a la hora del almuerzo y se burlaba de mi manera de escribir. Creo que el ha sido una de las fuentes de mi inmenso numero de traumas.
Poco después de salir de la escuela me entere de que había muerto. Lo primero que pensé fue que ojala y su muerte hubiera sido lenta y dolorosa, porque... bueno... en mi mente así fue.
Luego de eso seguí con mi vida normal unos cuantos trabajos por aquí otros por allá. No duraba mas de un mes en cada trabajo por lo tanto siempre estaba buscando algo nuevo, por lo tanto conocí a mucha gente, gente importante.
Aun recuerdo cuando tuve que mudarme a Montana. No quisiera indagar mucho en eso pero les diré que fue por ¨asuntos personales¨ Ahí no había mucho trabajo así que pase hambre e incluso pensé en suicidarme en cierta ocasión. Hasta que conocí a el señor Soleci. El, luego de oír mi historia una noche decidió darme un trabajo y también un hogar. El era un hombre de baja estatura, ojos azules como el cielo y una voz ronca, tal como si estuviera siempre enfermo. Era pálido y vestía muy bien, parecía un millonario el cual había puesto un ojo en mi. Su acento era raro, imagine que era italiano por su apellido. Mientras me acompañaba a mi nuevo hogar yo lo veía mientras caminaba con su bastón, fue hasta ese momento en el que me di cuenta que debía tener mas de 60 años.
Cuando llegamos comenzamos a hablar. me dijo que su hizo había sido asesinado. Al decirme me pareció que lo decía con demasiada serenidad, como si la muerte no le afectara en lo mas mínimo, en ese sentido se parecía mucho a mi. Luego me contó algo que llego hasta el fondo de mi casi inexistente alma
y desde que lo dijo no volví a ser el mismo.
El trabajo que me ofreció era magnifico, no tenia que hacer mucho y ganaba relativamente bien comparado con lo que ganaba antes. Trabajaba pocas horas diarias unas cuatro horas aproximadamente aveces incluso desde mi nueva casa. Lo único que me molestaba era que en algunas ocasiones se necesitaba hacer mucho esfuerzo físico, de ahí en adelante era perfecto.
Recuerdo todavía a aquel joven. Me pareció perfecto; madre viuda, despreocupado, triste, y solitario. Hasta que ella llego. Si, fue ella. Ella arruino mis intenciones al encariñarse con el y hacer que el se encariñara con ella. Su vida paso de ser solitaria, monótona e incluso con pensamientos suicidas a ser feliz, divertida y con sueños para el futuro.
Pero no podía dejar que eso siguiera así. Yo tenia que hacer algo. No me podía quedar callado.
Mi plan para deshacerme de ella empezó aquel lunes, 17 de Marzo del 2013, aún lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Era uno de esos días en los que uno despierta con esa sensación de... bueno la verdad no se como describirlo pero era maravilloso.
