El Sol de Poniente

Capitulo 5: Todo Poderoso

POV Arturo.

Sentado en el trono de hierro pensé que hacer ahora, tenia varios proyectos en este momento, actualmente el 98% de Desembarco había sido renovado y la gente pequeña como los nobles estaban extasiados, tanto que habían dado regalos a la corona buscando la tecnología para hacerlos ellos mismos.

La magnificencia de cagar en un lugar que no fuera un pozo o una letrina además de evitarse tener que soportar el olor era algo que muchos matarían.

También estaba el Estadio que estaba tratando de hacer, quería traer los deportes a este mundo y con ellos también traer premios como las Olimpiadas y la Copa del Mundo Etc, el mundo medieval era muy aburrido.

Oh si "pan y circo para el pueblo" y eso.

También estaba la creación del primer Casino legitimo el cual como el estadio se estaba preparando los terrenos, pavimentado los caminos y costeando los materiales.

Quizá en unos años mis planes estén listos.

Mirando hacia el norte pensé en acabar con mis enemigos.

Levantándome decidí terminar con el gran Otro.

Con el exterminio de los caminantes blancos y de los niños del Bosque el norte será seguro y no tendré que temer a un ejército de muertos vivientes.

Saliendo de la sala del trono fui hacia madre y la encontré en los jardines.

-Madre, me iré por un tiempo- llame a Cersei quien me vio antes de entrecerrar los ojos -Tratare de llegar al Sol- dije una verdad a medias.

Mis palabras la tranquilizaron, pero aun así frunció el ceño.

-¿Por cuánto tiempo?- me pregunto ella un poco triste.

-No sé, quizá un año, quiero ver y catalogar los demás planetas del sistema- dije ocasionando que el seño de mi madre se profundizara.

Después de Terminar con los caminantes blancos quería hacer turismo en los demás planetas, ver si eran aptos para la vida, quizá hacer unos cuantos mapas, mi madre me vio intensamente por un momento antes de suspirar y abrazarme con toda su fuerza.

-Por favor cuídate- rogo Cersei

Correspondiendo su abrazo asentí, antes de salir de su abrazo

Sin tener nada más que hacer, comencé a flotar para después en un Bum salir volando hacia el norte.

En unos minutos estaba frente al gigantesco muro y pasandolo de largo me dirigi aun mas allá, antes de elevarme y con mis ojos buscar a mis objetivos.

Fueron cuestión de minutos para que encontrara donde estaba la guarida de los niños, encontrándolos viviendo en un sistema de cavernas, protegiendo a un árbol con forma humana, el presunto brujo cuervo, el cual me parecía ver resignado.

Sonriendo mis ojos ardieron antes que el mas fuerte de los láseres que jamas había tirado saliera hacia su ubicación.

El poder destructivo en ese rayo fue inmenso.

Cuando el rayo choco con la tierra una gigantesca cúpula de energía solar exploto incinerando a todo ser vivo a Kilómetros de distancia, cuando la cúpula de desvaneció solo quedo un cráter humeante.

Revisando que no quedara ningún hijo del bosque, asentí satisfecho antes de posar mi mirada en un tipo con piel azul y protuberancias como picos de una corona en su cabeza.

El Rey de la noche me veía desde su Palacio de hielo sin creerse lo que había visto.

En un parpadeo ya estaba a su lado sonriendo arrogantemente.