Ojos negros

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Pasaron unos meses desde que Sherlock se portaba de forma extraña.

Llevaba una semana durmiendo en casa de John y Mary porque en Baker Street comenzaron a suceder cosas raras pero iba todos los días para ayudar a Sherlock con los casos.

Aquella mañana, decidí volver a Baker street pero cuando llegué lo que vi me sosrprendió demasiado.
Sherlock estaba rodeado de prostitutas y todas intentaban comerle la boca.
-¡SHERLOCK!- dije.
-Un momento chicas- dijo sonriendo mientras las apartaba -hola preciosa, te extrañaba-
-Se nota- dije sarcástica -que sepas que vuelvo a dormir aquí-
-Vale- dijo él -chicas podéis iros-
-Joooo- dijeron todas a coro.
-Gracias- dijo pagándoles a cada una mientras se encendía uno de sus cigarrillos.

Subí a mi habitación muy mosqueada y deshice mis maletas.
Notaba algo extraño en mi habitación y cuando me dispuse a meterme en la cama, una serpiente de cascabel surgió de entre las sábanas.
Grité con todas mis fuerzas y Sherlock subió con mucha rapidez.
-Estabas aquí- dijo él agarrándola.
-¿QUÉ COÑO HACE AQUÍ UNA SERPIENTE?- dije con el corazón a punto de salirse de mi pecho.
-Es mi mascota- dijo él con una sonrisa ladeada.
-No quiero verla nunca más Sherlock- dije -o sufrirá una muerte accidental-
-Acostúmbrate- dijo tranquilizando a la serpiente cuando me bufó -tranquila papá está contigo-
-¿Qué hacían esas mujeres aquí?- dije molesta.
-Lo que tú no hiciste estos meses- dijo él con una sonrisa ladeada- satisfacer mis deseos-
-¿Qué te ocurre Sherlock?- dije mirándole con tristeza -has cambiado mucho estos meses. Antes no eras así-

Sherlock no dijo nada en absoluto y bajó al salón.
ME puse a examinar toda mi habitación por si había algún animal más pero en su lugar encontré un símbolo extraño dibujado bajo mi cama dibujado con tiza.
Le saqué una foto y lo borré con ayuda de un paño húmedo.

A la hora de comer ayudé a la Señora Hudson a poner la mesa mientras Sherlock fumaba con su serpiente enredada a su muñeca.
La puso en un terrario y se unió a nosotras dos para comer.
HAbía un silencio bastante incómodo hasta que mi teléfono sonó.
-Hola querida hermana- dije bebiendo un poco de agua.
-(T/N)______- dijo ella -¿Ya te has vuelto a instalar?-
-Si- dije -¿Por qué?-
-Tienes que vigilar a Sherlock- dijo ella -mis hombres le han visto visitar tiendas de santería y de satanismo-
-Lo sospechaba- dije -Te mantendré al tanto-
-Ten cuidado- dijo ella antes de colgar.

Terminamos de Comer y Sherlock agarró mi muñeca con mucha fuerza haciéndome daño.
-Auch- dije -Sherlock...-
-Dile a tu hermana- dijo molesto -que deje de seguirme o se va a meter en problemas-
-Sherlock me estas haciendo daño- dije viendo como de mi muñeca comenzaba a salir sangre -Sherlock...-
-Dejad de seguirme- dijo aún más molesto.

De pronto sus ojos se volvieron de color negro dejándome petrificada del pánico.
-Sherlock tus ojos- dije asustada.
-Es por el colirio nuevo- dijo parpadeando y volvían a ser normales -Comunica eso a tu hermana-
-Vale- dije tartamudeando.

ME soltó bruscamente y se llevó las manos a la cabeza quejándose.
-No la toques- dijo molesto.
-¿Sherlock?- dije asustada acariciando su espalda.
-Perdona- dijo girándose con una sonrisa ladeada -ven te curaré esa herida-
-No es necesario- dije asustada.
-Ven- dijo llevándome a la cocina.

Cuidadosamente limpió mi herida y la vendó sin hacerme daño.
Mis piernas seguían temblando del terror que había sentido al ver como a Sherlock se le ponían los ojos de un color negro.
Él puso sus manos en mis rodillas suavemente, se acercó a mi despacio y me dio un suave beso del cual me aparté al instante.
-Lo siento- dijo él suspirando -no debí tratarte así-
-Pues lo hiciste Sherlock- dije molesta -yo no tengo la culpa de que mi hermana y posiblemente también tu hermano estén sospechando sobre ti. Llevas varios meses comportándote de una forma totalmente distinta a la que te comportabas cuando llegué aquí e incluso John ve que no eres la misma persona-
-Por supuesto que soy yo- dijo él tomando mis mejillas con suavidad -es solo que quiero hacer las cosas de un modo distinto-
-¿Por eso tienes que ir a tiendas de Satanismo?- dije cruzándome de brazos y sonreí al verle empalidecer -creía que no creías en esas cosas-
-Lo de allí dentro me hizo ver las cosas de otro modo- dijo él con una sonrisa ladeada -necesito averiguar más cosas-
-Sherlock...-suspiré -me preocupo mucho por ti, no te das cuenta pero me importas demasiado y tengo miedo de que te ocurra algo-
-Hey- dijo secando mis lágrimas -está bien, no pasará nada malo-

LE abracé con fuerza y sollocé.
Él me correspondió el abrazo y besó mi cabello varias veces para consolarme.
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Eran las tres de la mañana y yo estaba durmiendo tranquilamente en mi cama cuando la lámpara de la mesita de mi habitación se encendió sola.
Abrí los ojos debido a la claridad y volví a apagarla pero a los pocos segundos se volvió a encender sola.
De pronto, la puerta se cerró dando un fuerte portazo haciéndome gritar ¿Qué estaba pasando?.

Me senté sobre mi cama y noté como comenzaba a temblar, me tumbé boca arriba y comencé a llorar del pánico.
Mis libros comenzaron a caerse de la estantería y la luz se encendía y se apagaba constante mente mientras mi cama temblaba como si hubiese un terremoto.
Grité con todas mis fuerzas mientras lloraba y en ese momento entro Sherlock asustado.
Al verle me abracé a él y comencé a llorar con mucha más fuerza.
-¿Qué ocurre por qué lloras?- dijo él acariciando mi cabello.
-LA luz, las cosas...- dije sollozando -todo se movía solo-
-Cielo- dijo él- todo está en su sitio.Habrás tenido una pesadilla-
-Te juro que no Sherlock- lloré -tengo mucho miedo-
-¿Quieres dormir conmigo esta noche?- dijo acariciando mi cabello.
-Si- dije sollozando secándome lágrimas.
-Ven- dijo agarrándome en brazos.

Me llevó a su habitación y lentamente me tumbó sobre su cama para luego meterse a mi lado.
Me arropé entre sus sábanas, le abracé y cerré los ojos para intentar dormir.

El caso 666: El hogar del Diablo (Sherlock Holmes y Tú) [Demonlock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora