Emmeline
Genial. La noche no pudo haber terminado mejor. Mónica llegando como invitada de Jessica y ahora he despertado con este resfriado horrible.
Tomé mi teléfono y llamé a Jessica.
*Hola...si mira, solo te llamo para, perdón, la llamo para decirle que hoy llegare un poco tarde, hay unos documentos que se deben ordenar, están en el primer cajón de mi escritorio...si si, empieza con eso, adiós.
Colgué y dejé el teléfono sobre la mesa. Maldita sea, no quiero ir a trabajar.
Jessica
Llegué a la oficina y comencé a ordenar lo que Emmeline me pidió. ¿Por que reaccionaría de esa forma?
Decidí no pensar en eso. Puse música, como todos los días, y seguí con el trabajo.
Suspiré, odio la papelería.
Después de una hora escuché ruidos fuera de la oficina. Había llegado, y para mi suerte ya estaba por terminar.
Y entró. Puso su bolsa sobre su escritorio, no me miró, ni me habló, paré la música.
Emmeline: ¿Terminó lo que le dije? -dijo sin mirarme y estornudó.
*Ya estoy por terminar -dije. Su nariz estaba roja, noté que temblaba, no hace frío acá. Seguro enfermó por mojarse en la lluvia.
Emmeline: Bien -dijo y se sentó.
Notaba que no dejaba de tocarse la cabeza, se veía bastante irritada, se veía mal.
*No estás bien, tienes fiebre -dije y ella negó- estás temblando y sudando, además que no dejas de estornudar desde que llegaste acá.
Me paré y caminé a su escritorio.
Emmeline: Estoy bien -dijo con su voz mormada.
Sonó mi teléfono, lo saqué del bolsillo y vi quien era, Mónica. No, no es momento.
Emmeline: ¿No va a contestar? -dijo sin mirarme.
*No, no es importante -dije y sonó nuevamente, me miró.
¿Por que sigue hablándome de usted?
Emmeline: Es ella -dijo y comencé a ponerme nerviosa- ¿Por que se pones así? Solo responda y ya.
*No, no quier... ¿Cómo lo sabes? -dije y apagué el teléfono.
Emmeline: Ella es así -dijo y se paró- Jessica, escucha -dijo y guardo silencio unos segundos- Olvídalo, no me interesa -dijo y volvió a sentarse.
Ahora entiendo, se conocen, solo no se que pasó entre ellas, tampoco iba a preguntar, no quería que algo como lo de anoche se repitiera, no importa, quería que se sintiera mejor.
*Emmeline, estás mal, deberías ir al médico -dije y me miró molesta.
Emmeline: No me gusta ir al médico, buscaré algo camino a casa en una farmacia, terminé lo que está haciendo y yo empezaré el trabajo que me pidieron ayer por la noche -dijo y salió de la oficina.
Suspiré, fui a mi escritorio y seguí.
Terminé el papeleo y me dispuse a terminar un cuadro que tenía pendiente, me coloqué el mandil, tomé el pincel y empecé.
De reojo podía ver a Emmeline concentrada, haciendo lo suyo, a veces iba a su escritorio, se apoyaba un poco, movía su ropa por el sudor, y sobaba sus brazos por el frío.
Emmeline: Ya es suficiente, me voy a casa, no me siento bien -dijo, fue a su escritorio y tomó su bolsa- puede irse si gusta.
*No me hables de usted, ¿Puedes conducir así? -dije y me acerqué a ella, dio un paso atrás.
Emmeline: Soy su jefa, así es como debe ser, trato por trabajo, es todo, y si, si puedo conducir. -dijo y salió de la oficina.
La verdad es que ya no quería estar acá, entonces me quité el mandil, ordené mis cosas y salí de la oficina.
*Nos vemos Darla -dije y se despidió moviendo su mano, salí del edificio y cuando iba a llegar a la esquina vi el carro de Emmeline, ¿lo ha dejado acá?
Me acerqué y Emmeline estaba dentro del auto, bajó la ventanilla del copiloto.
Emmeline: Conduce por favor, me siento mal -dijo, se bajó, me dio las llaves del auto y se subió al lado del copiloto.
Me quedé quieta unos segundos, luego subí al auto y lo encendí.
*Dime por donde ir -dije y ella me indicaba hacía donde debía seguir.
Llegamos, bajamos del auto y la acompañé hasta que llegamos a su departamento.
*¿Segura que no quieres ir al médico? -dije y negó.
Emmeline: Ya he comprado medicina en la farmacia de la esquina frente a la oficina -dijo, abrió la puerta y entró- nos vemos mañana, gracias por traerme -dijo y asentí.
*No es nada, espero te sientas mejor -dije y asintió, cerró la puerta.
Suspiré.
Ya iba a retirarme cuando abrió la puerta nuevamente.
Emmeline: Jessica, no te vayas -dijo y nos quedamos mirando.
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ME ENAMORE DE MI JEFA
RomanceHola, mi nombre es Jessica, soy de Las Vegas, acabo de mudarme a Los Ángeles, tengo 25 años, soy soltera, hui de casa a los 18 ya que mis padres no aceptaron que me gustan las chicas, soy pintora y conseguí un trabajo en una buena empresa aquí, la v...