La manada de los lobos crecientes ha sobrevivido a todos los conflictos de Nueva Orleans, quieren unificar su linaje con la boda de Hayley Labonair y Jackson Kenner, con lo que no contaban es con la aparición de seres milenarios que amenazan su pode...
Caroline sintió el brillo en sus ojos, parpadeo un par de veces sin entender porque el sol se sentía tan fuerte, tenia un zumbido en sus oídos acosándola y un dolor en la frente que nunca en su vida había sentido, ni siquiera cuando murió.
-Hola hibrida, o debería decirte ahora, vampira.-dijo sonriendo, Caroline la veía sin comprender lo que pasaba o quien demonios era.
-Que hago aquí.-dijo Caroline forcejeando con sus ataduras.
-Es una historia corta, estoy esperando que tu esposo aparezca por esa puerta y acepte dejar de ser una abominación, como tu.
-De que hablas aléjate de el, suéltame.-grito Caroline rompiendo la silla y corriendo hacia la salida, pero cuando estuvo cerca de la ventana, sintió como el sol le quemaba la piel.
-Olvide decirte, neutralice tu lado de lobo, no puede ser permanente a menos que tu amado me traiga la piedra, si no lo hace, te pondré al sol, estas pálida.-dijo sonriéndole, Caroline iba atacarla y ella levanto el brazo, provocándole un aneurisma. Caroline grito con fuerza, hasta que por fin se desmayo.
-Esperemos pacientemente.-dijo sonriendo.-Y en silencio.-dijo dejando a Caroline en el suelo.
24 horas antes.
Klaus paseaba por Nueva Orleans con sus dos pequeñas niñas, las tomaba de la mano y ellas sonreían ampliamente, esa mañana Caroline estaba en la escuela, revisando algunos de los permisos y demás regulaciones, junto con Alaric, así que Klaus tenia que ser el papá responsable, aunque no se le daba muy bien.
-Quien quiere desayunar un poco de helado?.-dijo Klaus.
-YO.-gritaron Hope y Sheila, Klaus asintió y caminaron hacia su heladería favorita, casi llegaban cuando Klaus escucho algo y se giro, vio algo extraño. Esa mujer le parecía muy familiar y el sabia que era un vampiro, uno que había querido olvidar hace mucho tiempo. Se giro hacia el y sonrio, desapareció en un parpadeo.
-Papi estas bien?.-dijo Hope mirando a Klaus, se había quedado parado con ambas niñas tomadas de sus manos, se giro hacia la voz de su hija.
-Estoy bien princesa, vayamos por ese helado.-dijo Klaus caminando con ellas, Sheila se giro hacia donde Klaus había estado viendo, no había nada.
Caroline tecleaba con prisa en su computadora, Alaric estaba a su lado, abrumado entre un montón de papeles.
-Que Emma se fuera es un problema.-dijo Alaric serio, Caroline levanto la vista y lo miro seria, los años ya se le notaban encima, Caroline siempre lo había visto como su juvenil tío, pero ahora que ella no envejecía, sus pocas canas y sus arrugas en los ojos la hacían sentir un vacío en el estomago.-Caro estas bien?.-dijo Alaric levantando la vista.
-Tío yo...-dijo Caroline seria, Alaric la miro un momento y sonrio, casi pareció leerle la mente.
-Estas pensando en el futuro pequeña, es inevitable.-dijo Alaric serio.
-Que voy a hacer cuando tu.-dijo Caroline haciendo un puchero.
-Así es como funciona la vida princesa, así es como funciona la muerte.-dijo Alaric acercándose a ella y tomando sus manos.-Un día estarás rodeada solo de inmortales, pero nunca olvides tu humanidad, esa es una de las cosas que te hace tan especial, tu lado humano.-dijo Alaric apretando sus manos.
-Lo se, siempre me lo dices.-dijo Caroline haciendo un puchero.
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